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NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...

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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />

humanidad, cómo fueron castigadas por su tiranía e inequidad, cómo <strong>de</strong>scendió sobre ellas la Cólera <strong>de</strong><br />

Dios y por qué penurias, sufrimientos y humillación se les hizo pasar. Id y ved sus ruinas, los lugares en<br />

los que su po<strong>de</strong>r fue humillado y sus ejércitos aniquilados y las tumbas en las que, bajo polvo y piedras,<br />

yacen sus testas coronadas. Mientras buscáis su protección contra los caprichos <strong>de</strong>l tiempo, implorad su<br />

Apoyo y cobijo contra el abuso <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> vanidad, arrogancia y superioridad <strong>de</strong> nacimiento y<br />

posición.<br />

Si el Señor Todopo<strong>de</strong>roso hubiera permitido a alguna <strong>de</strong> Sus Criaturas estar orgullosa <strong>de</strong> algo, ésta<br />

hubiera sido un apóstol o profeta elegido. Pero no lo hizo así. Por el contrario, mantuvo a sus apóstoles<br />

libres <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> orgullo, vanidad y arrogancia. Le gustaba en ellos la humildad y la mansedumbre.<br />

Fueron humil<strong>de</strong>s ante Su Señor, corteses, consi<strong>de</strong>rados y gentiles para con los seguidores fieles y<br />

honestos <strong>de</strong> la religión; fueron (por lo que parece) mansos y <strong>de</strong>svalidos en este mundo. Se les probó con<br />

hambre, dificulta<strong>de</strong>s, adversidad y calamidad. Así pues, sed cuidadosos al consi<strong>de</strong>rar la riqueza el po<strong>de</strong>r y<br />

los muchos hijos como criterio <strong>de</strong> Sus Favores, porque Dios prueba a los seres humanos a través <strong>de</strong>l<br />

po<strong>de</strong>r y abundancia. El Sagrado Corán nos previene <strong>de</strong> este modo: «cuando conce<strong>de</strong>mos a alguien riqueza<br />

abundante y muchos hijos la gente cree que le estamos favoreciendo. No es así. La gente no conoce la<br />

auténtica razón» (23:55-56).<br />

De modo similar, prueba a la gente arrogante, orgullosa y pagada <strong>de</strong> sí misma o a través <strong>de</strong> Sus Amigos, a<br />

quienes éstas personas presuntuosas consi<strong>de</strong>ran humil<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>svalidas, mansos y bajos. Ahí tenéis ante<br />

vosotros el ejemplo <strong>de</strong> Moisés y su hermano Aarón. Cuando fueron a ver al Faraón usaban vuestras capas<br />

<strong>de</strong> lana y tenían en sus manos cayados <strong>de</strong> pasto. Dijeron al Faraón: «Si aceptas nuestras enseñanzas,<br />

mantendrás tu imperio, po<strong>de</strong>r, prestigio y posición.» Escuchando esto el Faraón se volvió a sus nobles y<br />

señores: «¿No os maravilláis <strong>de</strong> que estos dos intenten negociar acerca <strong>de</strong> mi imperio y po<strong>de</strong>r? En qué<br />

condición tan pobre y miserable están, e intentan hacerme creer que si acepto su religión garantizarán la<br />

continuidad <strong>de</strong> mi trono e imperio. ¿Por qué no había <strong>de</strong> darles a cada uno <strong>de</strong> ellos unas pocas monedas<br />

<strong>de</strong> oro (<strong>de</strong> modo que pue<strong>de</strong>n quedar contentos e irse)?» El faraón <strong>de</strong>cía esto porque para él, la posesión y<br />

el atesoramiento <strong>de</strong>l oro era el fin más elevado y el más gran<strong>de</strong> logro <strong>de</strong> la vida humana, y consi<strong>de</strong>raba<br />

los andrajos como <strong>de</strong>gradantes y humillantes para el hombre. Pero Dios tiene opiniones diferentes acerca<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong> los fines y logros <strong>de</strong> la humanidad. Si tuviera la misma opinión que el Faraón hubiera provisto a<br />

sus Profetas <strong>de</strong> minas <strong>de</strong> oro y plata y ver<strong>de</strong>s campos, huertos y jardines. Pero si lo hubiera hecho así, la<br />

gente po<strong>de</strong>rosa y orgullosa no hubiera podido ser probada junto con los pobres y humil<strong>de</strong>s (hubieran<br />

obe<strong>de</strong>cido a los profetas por su fuerza, po<strong>de</strong>r y riquezas). Todas las pruebas habrían sido inútiles. No<br />

hubiera sido cuestión <strong>de</strong> recompensas y castigos, y todo lo que ha sido revelado a través <strong>de</strong> los profetas<br />

no hubiera tenido valor. El haber soportado valientemente las pruebas no hubiera tenido peso, el haber<br />

seguido fielmente la religión no habría llevado consigo ninguna recompensa celestial. Y las palabras y<br />

promesas <strong>de</strong>l Señor habrían carecido <strong>de</strong> significado.<br />

Por consiguiente, Dios hizo a Sus Profetas fuertes en la fe, firmes en sus convicciones y valientes cuando<br />

hubieron <strong>de</strong> enfrentarse a cualquier clase <strong>de</strong> prueba; pero al mismo tiempo, por lo que parece, tenían un<br />

aspecto pobre, manso, humil<strong>de</strong> y <strong>de</strong>svalido, pero, sin embargo, estaban satisfechos <strong>de</strong> lo que tenían y se<br />

mostraban felices en los peores momentos <strong>de</strong> las pruebas por las que pasaban. Su satisfacción, valentía,<br />

humildad y <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> no buscar la ayuda <strong>de</strong> la gente perversa les ganó el respeto y la veneración<br />

<strong>de</strong> aquéllos que les vieron y oyeron. Sus privaciones y penurias fueron a veces duras <strong>de</strong> aguantar, y sin<br />

embargo nadie pudo sino admirar su firmeza y coraje.<br />

Si los profetas hubieron estado dotados <strong>de</strong> tal pujanza, po<strong>de</strong>r y fuerza, que nadie se hubiera atrevido a<br />

maltratarlos, dañarlos o intentar suprimirlos, si hubieran sido emperadores <strong>de</strong> tan po<strong>de</strong>rosos imperios que<br />

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