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NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...

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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />

castigado a las naciones? Porque abandonaron el aconsejarse unas a otras a hacer buenas acciones y a<br />

prohibirse unas a otras el vicio y el pecado. El castiga tanto al sabio como al necio por sus pecados <strong>de</strong><br />

comisión y omisión.<br />

Tened cuidado ya que habéis roto los Mandamientos <strong>de</strong>l Islam, trasgredido sus leyes y minorado los lazos<br />

establecidos por Dios.<br />

Tened cuidado ya que el Señor me ha or<strong>de</strong>nado llevar a<strong>de</strong>lante una guerra santa contra aquéllos que se<br />

rebelan contra el Islam, que han roto el juramento <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad, y que propagan el vicio, la corrupción y la<br />

<strong>de</strong>pravación. Por consiguiente, combatir contra aquéllos que habían roto el juramento <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad hacia<br />

mí (la batalla <strong>de</strong> Jamal), <strong>de</strong>spués contra los disi<strong>de</strong>ntes (la batalla <strong>de</strong> Siffin), finalmente aplasté a aquéllos<br />

que se habían rebelado contra el Islam y habían salido <strong>de</strong> la religión (la batalla <strong>de</strong> Nahrwan). Tenían que<br />

ser humillados y <strong>de</strong>shonrados. Durante aquella batalla (Nahrwan) <strong>de</strong>scendió la Cólera <strong>de</strong> Dios sobre<br />

aquella encarnación <strong>de</strong>l diablo, en forma <strong>de</strong> un rayo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo. Es probable que hubiera tenido él<br />

alguna premonición acerca <strong>de</strong> ello ya que yo podía oír los latidos <strong>de</strong> su corazón y el temblor <strong>de</strong> sus<br />

huesos. No tuve <strong>de</strong> matarle porque el rayo <strong>de</strong>l cielo lo hizo por mí. Ahora, están todavía libres, algunos <strong>de</strong><br />

aquellos herejes y disi<strong>de</strong>ntes, y siguen practicando abiertamente sus vicios y pecados. Si Dios me permite<br />

combatir contra ellos una vez más, terminaré con ellos y pondré fin a su predominio. Cambiaré la<br />

dirección y forma <strong>de</strong> gobierno, basándolo en los principios <strong>de</strong> la equidad y la justicia y sólo aquellos<br />

apóstatas y renegados que se han esparcido por los últimos confines <strong>de</strong>l Estado Musulmán, escaparán a<br />

mis garras.<br />

He estado combatiendo a estos enemigos <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi mismísima juventud. He <strong>de</strong>rrotado y matado a<br />

muchos <strong>de</strong> sus mariscales y generales. He afrentado en los campos <strong>de</strong> batalla a muchos <strong>de</strong> sus valientes<br />

caballeros. He humillado el orgullo <strong>de</strong> los famosos clanes <strong>de</strong> los Ra<strong>de</strong>'ah y Muzar.<br />

¿Sabéis cuáles eran mis relaciones con el Sagrado Profeta, <strong>de</strong>bido a mi parentesco con él y <strong>de</strong>bido a mi<br />

mérito y valía? Des<strong>de</strong> el mismo comienzo <strong>de</strong> mi vida, me amó y yo le amé. Me tomaba en su regazo<br />

cuando era un niño y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces estuve siempre con él. A menudo me abrazaba contra su corazón;<br />

acostumbraba a hacerme dormir junto a él; acostumbrábamos a estar tan cerca el uno <strong>de</strong>l otro que yo<br />

sentía el calor <strong>de</strong> su cuerpo y oía la fragancia <strong>de</strong> su olor. Cuando yo era un niño, el me alimentaba con sus<br />

manos, mascando a menudo para mí los pedazos duros. Nunca me encontró tendido, ni débil y vacilante.<br />

Des<strong>de</strong> su infancia Dios había <strong>de</strong>signado al Espíritu Santo para que estuviera siempre con él y este<br />

arcángel, le conducía hacía cualida<strong>de</strong>s ejemplares y elevados valores morales y yo seguía paso a paso al<br />

Sagrado Profeta, como una cría <strong>de</strong> camello sigue a su madre. Cada día acostumbraba a presentar <strong>de</strong> mí<br />

una nueva pauta <strong>de</strong> virtud y acostumbraba a or<strong>de</strong>narme seguirla. Todos los años acostumbraba a<br />

permanecer por algún tiempo, en una gruta <strong>de</strong> las Montañas Hira y sólo yo acostumbraba a acompañarle.<br />

Nadie sino yo podía entonces verle, oírle o estar cerca <strong>de</strong> él. Durante aquellos días el Islam era solamente<br />

la religión <strong>de</strong>l profeta, y su esposa Kahdijah. Yo era el tercero <strong>de</strong>l trío (el Sagrado Profeta, Khadijah y el<br />

propio Hazrat Alí). Nadie en este mundo había aceptado el Islam. E incluso entonces, acostumbraba yo a<br />

ver la luz divina y <strong>de</strong> la revelación y <strong>de</strong> la profecía, y a oler las celestiales fragancias <strong>de</strong>l apostolado.<br />

Cuando el Sagrado Profeta recibió la primera revelación, Satán se lamentó en voz alta. Le pregunté al<br />

Sagrado Profeta: «¿Quién se está lamentando y por qué?» Respondió: «Es Satán, que ha abandonado la<br />

esperanza <strong>de</strong> adquirir dominio completo sobre la mente humana. Se está lamentando <strong>de</strong> la oportunidad<br />

perdida. Ciertamente, Alí, tú oyes también cualquier cosa que me sea revelada y ves también cualquier<br />

cosa que se me muestra, con la diferencia <strong>de</strong> que no se te ha confiado la profecía; pero serás mi ayudante,<br />

mi sucesor y visir y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rás siempre la verdad y la justicia.»<br />

Estaba con el Sagrado Profeta, cuando los jefes <strong>de</strong> los clanes <strong>de</strong> Quraish vinieron a verle. Le dijeron: «Oh<br />

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