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NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...

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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />

la tierra, arruina al estado y lleva la <strong>de</strong>strucción a las criaturas <strong>de</strong> Dios. Su gobierno no pue<strong>de</strong> durar<br />

mucho. Si los contribuyentes se quejan <strong>de</strong> la pesada inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las tasas e impuestos, <strong>de</strong> cualquier<br />

calamidad acci<strong>de</strong>ntal, <strong>de</strong>l capricho <strong>de</strong>l viento Monzón, <strong>de</strong> la escasez <strong>de</strong> medios <strong>de</strong> irrigación, <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> sus cosechas <strong>de</strong>bido a las excesivas lluvias y, si sus quejas son verda<strong>de</strong>ras, entonces<br />

reduce sus impuestos. La reducción <strong>de</strong>be ser tal que les provea <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s para mejorar su<br />

condición y aliviar su situación. La disminución <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>bido a tales razones no<br />

<strong>de</strong>bería <strong>de</strong>primirte, porque la mejor inversión para un gobernante es la ayuda a sus subditos en tiempos <strong>de</strong><br />

dificulta<strong>de</strong>s. Ellos son la verda<strong>de</strong>ra riqueza <strong>de</strong> un país y cualquier inversión en ellos, aun en la forma <strong>de</strong><br />

reducción <strong>de</strong> impuestos, será <strong>de</strong>vuelta al estado bajo la forma <strong>de</strong> prosperidad <strong>de</strong> sus ciuda<strong>de</strong>s y la mejora<br />

<strong>de</strong>l país en general.<br />

Al mismo tiempo que las rentas, podrás merecer y obtener su cariño, respeto y encomio. ¿No sería<br />

esto una eterna felicidad? No solamente esto, sino que tu benigno gobierno y tratamiento humano,<br />

producirán tal efecto en ellos que te ayudarán en las dificulta<strong>de</strong>s y podrás confiar en su apoyo. Tu<br />

amabilidad, clemencia y justicia, serán un tipo <strong>de</strong> entrenamiento moral para ellos. Su feliz y próspera vida<br />

por la que te estarán agra<strong>de</strong>cidos, serán para ti el mejor apoyo, la más fuerte protección y el más gran<strong>de</strong><br />

tesoro. Si más tar<strong>de</strong> sobrevienen circunstancias en las que necesites su apoyo, ayuda, confianza, riqueza y<br />

fuerza, entonces ellos no te escatimarán nada.<br />

Recuerda Malik, si un país es próspero y si su gente está bien entonces soportará feliz y<br />

voluntariamente cualquier carga. La pobreza <strong>de</strong> la gente es la causa real <strong>de</strong> la <strong>de</strong>vastación <strong>de</strong> un país. La<br />

causa principal <strong>de</strong> la pobreza es el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> sus gobernantes y funcionarios <strong>de</strong> amasar riquezas y<br />

posesiones ya sea por medios justos o injustos. Temen per<strong>de</strong>r sus puestos o posiciones, sus dominios o<br />

gobierno y quieren hacer las mayores cosas en el menor tiempo posible. No han aprendido ninguna<br />

lección <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> las naciones ni prestan ninguna atención a las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> Dios.<br />

También tienes que ser muy cuidadoso con tus secretarios. Deberías confiar tus trabajos a los<br />

mejores <strong>de</strong> entre ellos. Especialmente los asuntos que sean confi<strong>de</strong>nciales y que traten <strong>de</strong> secretos y<br />

seguridad <strong>de</strong>l estado, <strong>de</strong>berían ser confiados solamente a hombres <strong>de</strong> personalidad honesta y ejemplar,<br />

cuyas mentes no se perturben por el po<strong>de</strong>r, posición y prestigio y no a aquellos que prosiguen en la<br />

propaganda o hablando contra el gobierno en público, obrando abiertamente mal contigo o<br />

consi<strong>de</strong>rándose tan importantes como para ignorarte a ti o a tus ór<strong>de</strong>nes en las esenciales transacciones<br />

financieras <strong>de</strong>l estado, en la obligada presentación <strong>de</strong> documentos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti o en la atención <strong>de</strong> la<br />

correspon<strong>de</strong>ncia importante.<br />

Particular cuidado <strong>de</strong>berías tener cuando los funcionarios realizan contratos o firman acuerdos en<br />

nombre <strong>de</strong>l gobierno para que éstos no sean <strong>de</strong>fectuosos o injuriosos para el estado; si se negocia<br />

cualquier tratado o alianza, no <strong>de</strong>berán pasar por alto los intereses <strong>de</strong>l estado; si el estado se encuentra en<br />

una posición débil y embarazosa <strong>de</strong>bido a los términos perjudiciales <strong>de</strong>l tratado o a alguna intriga, los<br />

funcionarios <strong>de</strong>berán encontrar una salida razonable. Observa que conozcan y se percaten <strong>de</strong> su posición<br />

y rango, porque quien no se percata <strong>de</strong> su posición y lugar, nunca compren<strong>de</strong>rá el <strong>de</strong> los otros.<br />

Una cosa más acerca <strong>de</strong> estos funcionarios, recuerda <strong>de</strong> no seleccionarlos para cargos muy<br />

importantes y no confíes completamente en ellos simplemente por encontrarlos honestos, diligentes e<br />

inteligentes y por haberte formado una buena opinión <strong>de</strong> ellos, porque hay algunas personas que, cuando<br />

les conviene preten<strong>de</strong>n ser honestos, diligentes y fieles y pue<strong>de</strong>n ponerse la vestimenta <strong>de</strong> la piedad y <strong>de</strong><br />

la virtud. Encuentran así la manera para llegar al corazón <strong>de</strong> los gobernantes, si bien en el fondo <strong>de</strong> sus<br />

corazones no sin ni honestos ni diligentes, ni pru<strong>de</strong>ntes ni sagaces. Por tanto, siempre <strong>de</strong>bes observar los<br />

antece<strong>de</strong>ntes o reputación <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> tales hombres durante regímenes anteriores. Una buena<br />

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