24.04.2013 Views

Gabriel García Márquez - Vivir para contarla.pdf - www.moreliain.com

Gabriel García Márquez - Vivir para contarla.pdf - www.moreliain.com

Gabriel García Márquez - Vivir para contarla.pdf - www.moreliain.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

construido con tanto amor y dolor <strong>com</strong>o una parodia sumisa de un genio<br />

universal, se me reveló entonces <strong>com</strong>o un monólogo enrevesado y deleznable,<br />

sostenido a duras penas por tres o cuatro frases consoladoras. Tuvieron que<br />

pasar casi veinte años <strong>para</strong> que me atreviera a leerlo por segunda vez, y mi<br />

juicio de entonces —apenas moderado por la <strong>com</strong>pasión— fue mucho menos<br />

<strong>com</strong>placiente.<br />

Lo más difícil fue la avalancha de amigos radiantes que me invadieron el cuarto<br />

con ejemplares del periódico y elogios desmesurados sobre un cuento que con<br />

seguridad no habían entendido. Entre mis <strong>com</strong>pañeros de universidad, unos lo<br />

apreciaron, otros lo <strong>com</strong>prendieron menos, otros con más razones no pasaron<br />

de la cuarta línea, pero Gonzalo Mallarino, cuyo juicio literario no me era fácil<br />

poner en duda, lo aprobó sin reservas.<br />

Mi ansiedad mayor era por el veredicto de Jorge Álvaro Espinosa, cuya navaja<br />

crítica era la más temible, aun más allá de nuestro círculo. Me sentía en un<br />

ánimo contradictorio: quería verlo de inmediato <strong>para</strong> resolver de una vez la<br />

incertidumbre, pero al mismo tiempo me aterraba la idea de afrontarlo.<br />

Desapareció hasta el martes, lo cual no era raro en un lector insaciable, y<br />

cuando reapareció en El Molino no empezó por hablarme del cuento sino de mi<br />

audacia.<br />

—Supongo que te das cuenta de la vaina en que te has metido —me dijo, fijos<br />

en mis ojos sus verdes ojos de cobra real—. Ahora estás en la vitrina de los<br />

escritores reconocidos, y tienes mucho que hacer <strong>para</strong> merecerlo.<br />

Me quedé petrificado por el único juicio que podía impresionarme tanto <strong>com</strong>o el<br />

de Ulises. Pero antes de que terminara, yo había decidido adelantarme con la<br />

que consideraba y seguí considerando siempre <strong>com</strong>o la verdad:<br />

—Ese cuento es una mierda.<br />

El me replicó con un dominio inalterable que aún no podía decir nada porque<br />

apenas había tenido tiempo <strong>para</strong> una lectura en diagonal. Pero me explicó que<br />

aun si fuera tan malo <strong>com</strong>o yo decía, no lo sería tanto <strong>com</strong>o <strong>para</strong> sacrificar la<br />

oportunidad de oro que me estaba brindando la vida.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!