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LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 215
CAPÍTULO 8
como motorista. Hacía también de mecánico y un poco de guía. De Contadora
es el inglés que domina en parte. Recuerda que en algunas ocasiones
voló con turistas desde Contadora directamente a El Porvenir: “Varios días se
quedaban, y se iban encantados”. Tuvo una experiencia de medio año con el
crucero “Britanis”. A fines de los 1970 fue Secretario de Correspondencia del
CGK. Ha tomado varios cursos y seminarios, el ultimo el 2008 en el INADEH
de Wichubhuala, graduándose de técnico en motores Yamaha. Hoy en Nalunega
los únicos guías son él y Erick, nieto de Luís Burgos, dueño del antiguo
“Hotel San Blas”. Cuando le preguntamos cómo se había hecho guía, también
nos dijo: “Los sahilas cantan y también ahí dan idea de cómo ser guía. Dicen
que como uno lleva a los niños, padres, abuelos… asimismo debe llevar a
los turistas”. Señaló otras experiencias de su formación: “Cuando trabajé en
el barco Britanis por 6 meses, estuve en Jamaica, Aruba, Colombia. En Kuna
Yala cada semana buscaba a 10 personas de una comunidad distinta para que
trabajen en el barco. Así repartía la ayuda a las comunidades”.
A Igua Jiménez, el guía de Madungandi, le preguntamos por si hubo otros
guías antes que él: “No, no había guías. En realidad el turismo no se ha puesto
en práctica, no se ha explotado aquí. Hubo intentos. Uno en Isla Maje, en el
lago Bayano, que no resultó. Hay ahora uno en Pintupo financiado por BID
y el nuestro de Ipeti, que no tiene financiamiento – estamos en eso. Las comunidades
están anuentes. Veo el turismo como una alternativa a la venta de
la madera. De esto hablé en el congreso donde vengo de participar, en Piria”.
Rubén Rodríguez tiene 43 años, trabaja en Ikodup. Sabe un poco de inglés
pues tomó un curso. Lleva siete años en turismo de Ikodup. El dice que en su
área no hay personal con capacitación en turismo, ni preparación en administración
turística: “no saben de negocios y no sabes invertir”.
Ernesto Harris, de 45 años, empezó en el 2005 en el Hotel Sapibenega,
donde trabajo un año y medio. Después trabajo en Kuanidup, en el 2006, y por
último se independizó. Su profesión es maestro de música y de inglés, sabe inglés
porque estudió en Estados Unidos con una beca. En Sapibenega empezó
labores de guía y de administrador, practicaba el ecoturismo. Para él lo más
importante es que el guía debe saber su tradición y atención al cliente (para
impresionar). Además saber planificar, organizar, dirigir, ya que es el guía el
que está al frente, el que conduce; más razón hay cuando el turista no habla
español. Considera importante que en cada playa turística haya una persona
responsable, ya sea el dueño de la cabaña o el dueño de la isla. “La seguridad
es la garantía, debe haber comunicación con la base, tener salvavidas”. Apenas
lleva mes y medio como gerente de dormitorio y cafetería. Su responsabilidad
es apoyar también a los muchachos que realizan tours y ofrecer buen
servicio en el restaurante. En su opinión “El guía debe tener una relación
estrecha con la Comunidad, no debe beber, debe estar informado y orientar.
Hay que tener comunicación estrecha con las autoridades locales”. Comenta
que la Secretaria de Turismo no trabaja de cerca con los guías. La Secretaria
debe dar más información a los turistas y decir cuáles son las normas. Según
Ernesto los guías deben ser locales, que vivan en el entorno, no los que están
en la capital. En su experiencia, en el área de Gardi los guías están ganando
como mínimo 100$ por quincena; mientras que en Sapibenega él ganaba 30$
quincenal y en Kuanidup 60$ quincenal.
Delfino Davis, de 38 años, es guía del museo que su familia tiene en Gardi
Sugdup. El dice “todos somos guías y todos somos turistas”. El trata de explicar
detalladamente las exhibiciones de su museo, desde el significado de las
tinajas hasta el significado de la mola. Su museo empezó en 1990, estudió en
Balboa, desde Primer grado hasta Sexto Grado, y sabe hablar inglés.
Aaron Fernández (26 años) es Técnico en Administración de Turismo y Hotelería.
Tiene 12 años como guía y como tal trabaja en Cabañas Cartí. Primero
esta empresa local empezó con artesanos; luego amigos franceses le enviaban
clientes. Todos estos clientes venían por Miramar y también por el aeropuerto.
El les ofrecía alojamiento en su casa, no bien construida; poco a poco empezaron
a hacer sus cabañas. Trabajó en el Congreso como guía de cruceros. El
Congreso le pagaba 20$ por crucero. “Todo ha cambiado actualmente”, afirma,
“antes venían más personas y actualmente hay más calidad y menos personas”.
En la actualidad todos los proyectos hoteleros tienen su guía o guías, realizando
un trabajo de mediación, interpretación y traducción cultural como nos
muestra el siguiente ejemplo:
“Turpana nos contó su trabajo de guía, va a hacer 63 años en diciembre,
jubilado a los 62. Trabaja como guía turístico, “de lujo”, como
dice Cebaldo, pues habla 5 lenguas y es una enciclopedia. Trabaja para