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LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 246
CAPÍTULO 9
$ por tres meses. En la actualidad y desde el CGK celebrado en Achutupu en
2007 cada velero debe pagar 20 dólares al mes en concepto de anclaje en
la comarca. Los yates de lujo pagan 50 dólares al mes. Este impuesto no da
derecho a anclarse en toda la comarca, hay algunas comunidades que exigen
un impuesto de 5 o 10 dólares a los veleristas que anclen en sus alrededores.
Este es por ejemplo el caso de Tigre, Ukupseni, Gardi, Narganá, San Ignacio
Tupile, Tupak, Kai Maoquí. Además de los impuestos kunas los veleros deben
pagar los impuestos nacionales a inmigración y a la autoridad marítima (permiso
de navegación por tres meses y zarpe).
Por otro lado los veleros y yates son una fuente de beneficios económicos
muy importante para algunos kunas, sobre todo comerciantes, y también
para algunas comunidades como Narganá, veamos un relato que explicita
estos beneficios:
“El señor Juliano es un comerciante natural de Usdup, casado en Narganá,
desde hace 10 años sirve productos a los yates, que le comunican
por radio los pedidos. La radio fue un regalo de un yate. Le hablan en
inglés y en español. Tiene una panga con dos motores de 40 caballos cada
uno. Demora 30 minutos a Maoquí (Cayos Holandeses). Nos invitó a ir con
el mañana. Les sirve fruta, vino, cerveza, hortalizas, huevos y comida.
Gana de enero a marzo unos 1000 $ por día, algo que en la comunidad
se reduce a 300 $. Tiene un huerto al lado de su tienda en el que cultiva
tomates, sandía, pepino, habas. Trajo tierra y abono, y lo riega todos los
días. Se acaba de matricular en la Universidad de Panamá, en el curso de
turismo (técnico), en el campus de Narganá. Nos invitó a cenar y vamos a
comer pulpo. Nos cuenta que hay cuatro comerciantes en Narganá a hacer
lo mismo… Nos comenta que el CGK no tiene control sobre los yates, que
hay algunos que funcionan como hoteles flotantes, que no se reportan en
El Porvenir (ej.: colombianos). Nos dice que hay unos 70 yates en Maoquí.
Según Juliano no son un problema para los hoteles kunas, porque son
otro segmento de mercado. Está pensando abrir una base de servicio a los
yates en una islita de Maoquí. Dice que los 15 $ de impuesto por anclaje
en Narganá va a acabar con el anclaje de los yates aquí, que debería ser
menos y darles más seguridad… Según Julián, un comunero le denunció
al pueblo porque vendía a los yates anclados enfrente a su isla, que estaba
ganando mucho dinero y que tenía que pagarle mensualmente 10 $ a él y
a su hija. En el congreso le leyeron las normas kunas, donde dice que el
mar es de todos, y se quedó callado…” (Diario de campo XP, 21-01-2010).
Los veleros y yates que llegan a la región no siempre buscan oportunidades de
negocio en Kuna Yala. La gran mayoría de embarcaciones están de paso o simplemente
se encuentran de vacaciones, por lo que debemos desmentir la corriente
asociación entre velero y hotel flotante. Solo un pequeño porcentaje 4 de veleros
aprovechan las oportunidades de negocio que se presentan en Kuna Yala.
Sobre las oportunidades de negocio para los veleros, en primer lugar debemos
comentar el transporte de pasajeros de Panamá a Colombia. En noviembre
del 2007 había unos 15 veleros que hacían travesías con mochileros a
Cartagena. Tanto en Panamá como en Cartagena hay una red conformada por
capitanes de barcos y hostales (en Panamá: Mama Llena, Voyager, hospedaje
Casco Viejo, etc.) que gestionan la travesía de los mochileros en velero. En el
año 2007 los mochileros pagaban de 275 a 300 dólares por la travesía de Kuna
Yala a Cartagena. El viaje incluía la travesía de 3 días a Cartagena, dos días
de tour por Kuna Yala y la comida. Llevar una moto o una bicicleta supone un
pago extra de 200 y 150 dólares. En el año 2008 el precio subió a 350 dolares
y en 2010 los mochileros pagan de 375 a 450 dólares. Algunos de los barcos
ya no llegaban hasta Cartagena, sólo viajan de Miramar o Gardi a Sapsurro
(primer pueblo después de la frontera). Los veleros tienen una capacidad variable.
Los hay que admiten dos mochileros y los hay que en el mismo espacio
pueden llevar a 6 personas.
El otro negocio que practican los veleristas es el polémico “chárter”. A
diferencia del transporte de mochileros esta actividad ha sido prohibida por
el CGK, pues las embarcaciones (veleros, yates y catamaranes) que llevan turistas
a bordo violan la ley fundamental kuna y quebrantan el supuesto monopolio
kuna sobre las actividades turísticas. La empresa San Blas Sailing,
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Aunque algunos como Dumoulin y Gros (2010: 262) afirman que existen entre 100 y 200 barcos dedicados
al chárter, nosotros debemos mostrarnos prudentes al respecto. No existen datos fiables y las estimaciones
que se manejan muchas veces son fruto de rumores. Durante nuestro trabajo de campo sólo identificamos
25 embarcaciones que practicaban esta actividad.