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LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 360
CAPÍTULO 12
productos se venden a las avionetas que diariamente llegan de la ciudad de
Panamá, aunque en menor medida también se explotan para consumo turístico.
Además, la langosta dejó de ser parte de la dieta tradicional local para
convertirse en un mero objeto mercantil. Por ello el Congreso General Kuna,
después de intensos debates y discusiones, ha creado un periodo de veda de
estos productos no siempre respetada. Algunos problemas relacionados son la
captura del pulpo, debido a la utilización de productos tóxicos como el “clorox”
(normalmente utilizado en limpieza) que dañan los corales y contaminan
el mar. Hoy para una buena pesca los kunas langosteros deben alejarse hasta
dos horas de la costa, lo que es significativo de su sobreexplotación. Para solucionar
el problema existe una veda –para la langosta, el pulpo, la centolla y
las canbombias - del 1 de marzo al 31 de mayo, la cual está intentando controlar
la sobreexplotación de los recursos marinos. Además, durante todo el año,
las langostas solo se pueden pescar con un tamaño mínimo de 8 centímetros
o una libra de peso.
El segundo efecto a tener en cuenta es la extracción de corales para la
construcción y “rellenos”. Esto no es debido sólo a la actividad turística, ya
que es un fenómeno que sucede en casi toda la Comarca, pero en áreas de intensa
actividad turística, se ha intensificado su extracción para rellenar zonas
de construcción:
“Actualmente, la extracción de coral fue observada durante el estudio
de STRI-PEMASKY para proveer materiales de construcción para la
infraestructura de turismo para una comunidad” (Muller, 2003: 25).
La fauna marina se ve afectada directamente por la destrucción de su hábitat.
Este impacto está interelacionado con otro, que es la especulación del
precio del suelo, sobre todo del de las islas con posibilidades turísticas; este
es un proceso agudizado por el turismo.
El tercer cambio a considerar son los daños mecánicos de los arrecifes coralinos,
causados por anclas, los propios turistas y redes de arrastre. Durante
sus viajes con cayucos, los locales no utilizan anclas, con excepción de piedras
cuando pescan, y los cruceros anclan generalmente en fondos arenosos. Pero
los daños más extensos causados por anclas son debidos a los yates de turistas,
que anclan donde quieren, incluso frente a los cayos e islas despobladas.
Las cadenas de las anclas causan destrucciones considerables, en los corales
vivos y otros recursos marinos. También, aunque no es un gran impacto dado
el número todavía reducido de turistas y la ocasional ética ambientalista, los
buceos con esnorquel son un riesgo para los arrecifes, sobre todo cuando las
personas caminan sin cuidado encima de los arrecifes.
El cuarto cambio problemático para los ecosistemas marinos es la extracción
de organismos vivos o muertos, tales como conchas, corales de adorno
y otros, que se venden en el comercio local como recuerdos para los turistas.
Este cambio se integra en los procesos de “suvenirización” de la cultura y del
medio ambiente.
Un quinto cambio importante es la contaminación del mar por basuras y
desechos. Este es uno de los asuntos más preocupantes en las comunidades
kunas, sean ellas turísticas o no, así nos lo explicaba un informante:
“El kuna está acostumbrado a tirar basura al agua... también los
cruceros” (hombre, 28 años, 3-08-2007).
Los cambios producidos por las basuras están asociados a los cambios en
las prácticas domésticas y en la alimentación, así como a las actividades turísticas
en determinadas zonas de Kuna Yala. El consumo y desecho de materiales
de difícil descomposición, tales como plásticos, latas, otros productos
industrializados, redes, latas, cuerdas de nylon, etc. ponen en peligro peces,
mamíferos marinos, tortugas, cangrejos, aves, etc. que enredándose o tragando
los materiales, se ahogan o se lesionan. Además de ello, muchos de
estos materiales son tóxicos. El problema es tan grave en algunos casos que
los turistas se quejan:
“A los turistas de Kuna Yala les preocupa mucho la basura, es espeluznante,…
Para los kunas no es un problema prioritario…” (Entrevista
a agente turístico panameño, hombre, 48 años, 25-01-2010).
“La gente es cochina, todas las islas están sucias, aquí la gente no ha
sabido explotar el turismo” (mujer, 45 años, 21-05-2006).