Derecho Procesal Penal .pdf - AECID

delictivo, así como la sospecha fundada en cuanto a la participación del imputado en el
mismo.
Extremo que no es siempre bien comprendido por el Juez y por las propias
partes, y cuya confusión viene en gran parte propiciada por la lectura que del auto de
prisión realiza nuestra Constitución de la República, al sostener en su Artículo 92 que
“no podrá proveerse auto de prisión sin que proceda plena prueba de haberse cometido
un crimen o simple delito que merezca la pena de privación de la libertad…”. Grado de
certeza probatoria únicamente exigible, en el nuevo proceso penal, en su etapa
propiamente de juicio (audiencia de debate).
Al respecto, se ha sostenido por diferentes autores, por una parte, la
innecesariedad en cuanto a la existencia del auto de prisión en el nuevo proceso penal,
sobre todo ante la irrelevancia del reconocimiento de una imputación formal para la
efectividad del derecho de defensa en el mismo, con mucho menos razón si ésta es de
carácter judicial, como sí se evidenciaba absolutamente indispensable en el antiguo
procedimiento penal de 1984, de carácter predominantemente inquisitivo (CUELLAR
CRUZ); y, por otra, la aceptación, por parte de los diseñadores del nuevo Código, en
cuanto a la errada interpretación efectuada en su momento con respecto a la existencia
de una obligación constitucional de tener que regular dicha figura en el nuevo Código
Procesal Penal (PALACIOS MEJÍA y TIJERINO PACHECO).
Evacuados los elementos probatorios, el Juez deberá emitir resolución en
cualquiera de los siguientes sentidos:
1. Dictando sobreseimiento provisional (el cual únicamente procederá cuando
se de cualquiera de las circunstancias taxativamente previstas en el Art. 295
CPPHond);
2. Dictando sobreseimiento definitivo (el cual únicamente procederá cuando se
de cualquiera de las circunstancias taxativamente previstas en el Artículo 296
CPPHond);
3. Decretando auto de prisión, o declaratoria de reo en aquellos delitos que no
merezcan pena de privación de la libertad; y,
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