Derecho Procesal Penal .pdf - AECID

Es evidente, que dicho control antidopaje, cuando tenga carácter preventivo, exigirá
inexcusablemente que el conductor presente signos de conducir bajo los efectos del licor o
drogas.
En caso de accidente, la justificación razonable será el mismo accidente, por lo que la
prueba adquiere, podría decirse, mayor carga de obligatoriedad.
Cabe señalar que el Artículo 3 de la Ley de la Penalización de la Embriaguez Habitual
obliga a la Policía Nacional a tomar las medidas inmediatas, es decir, solicitar al Ministerio
Público tramite la orden correspondiente, para someter al detenido un examen científico,
tendiente a determinar el grado de alcohol en el organismo.
En ese sentido, especialmente cuando se trate de accidente considerado de gravedad,
en atención a lo establecido en el Art. 121, párrafo 2do, CPHond, sobre el delito de homicidio
culposo, cuando el hecho se hubiese cometido “... como consecuencia de encontrarse en
estado de ebriedad o de haber consumido drogas prohibidas por la ley...”; se debe procurar
por parte de los miembros de policía, así como de los Fiscales, se realice un análisis de sangre
por personal experto médico forense u otro médico calificado, previa orden judicial, o en
casos de emergencia esta será emitida por el Ministerio Público, para luego ser validado o no,
por el órgano jurisdiccional.
Debe quedar fuera de toda duda que en caso de inconsciencia del imputado, la
extracción de sangre requiere sin excepción alguna autorización judicial, dada la imposibilidad
de prestar su consentimiento el afectado en un sentido o en otro.
Todas estas medidas que hemos visto han de ser, finalmente, necesarias e idóneas para
alcanzar el fin perseguido, por exigirlo así el principio de proporcionalidad antes aludido. Esto
implica que las autoridades de persecución no deben poder adoptar su ejecución por simples
sospechas, ni tampoco de manera ilógica, irracional o arbitraria. Ha de existir un imputado sobre
el que recaigan indicios racionales de criminalidad, es decir, sospechas fundadas de haber
cometido el delito. Y, como regla general, significa también que en ningún caso se podrán
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