Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
esludo o;! que me hallo, ii fin do impedir que vcagun á<br />
ar<strong>de</strong>r conmigo en esto lugar <strong>de</strong> tormentos, doti<strong>de</strong> siiá suplicios<br />
aumenlarian los míos, pues que su triste suerte seria<br />
el fruto do mis malos ejemplos. Tienen, dijo Ahrabam,<br />
los libros <strong>de</strong> Moisés y <strong>de</strong> los Profetas, y esto les basta; no<br />
tienen que bacer mas que lo que estos maestros les ensenan<br />
; que los escueben y se salvarán. Nó, repuso el <strong>de</strong>sgraciado,<br />
con ese solo socorro no se liarán mas sabios;<br />
mas si va á visitarlos algún muerto y les representa lo<br />
que se sufre en este lugar <strong>de</strong> suplicios, se espantarán y<br />
se convertirán. Te engañas , respondió Abrabam. ¿Si no<br />
quieren oír la voz do Dios, creerán mas la voz <strong>de</strong> un fantasma?<br />
Y si los bombres lian llegado basta <strong>de</strong>spreciar las<br />
divinas Escrituras, ¿<strong>de</strong>ferirán mejor altestimomo <strong>de</strong> los<br />
muertos?<br />
Siesta relación no contiene una bistoria verda<strong>de</strong>ra, como<br />
lo cree san Ireneo, san Ambrosio, Tertuliano y san<br />
Gregorio el Gran<strong>de</strong>, no se pue<strong>de</strong> negar al menos que el<br />
discurso <strong>de</strong>l mal rico con Abrabam, no sea una parábola<br />
por la cual el Salvador ba querido hacernos una pintura<br />
sensible <strong>de</strong> los crueles pero inútiles sentimientos, que tienen<br />
los con<strong>de</strong>nados en la otra vida, y al mismo tiempo ensenarnos<br />
que no <strong>de</strong>bemos esperar instrucciones <strong>de</strong> nuestros<br />
<strong>de</strong>beres por caminos estraordinarios, sino por la revelación<br />
<strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s que él nos ha hecho conocer en<br />
sus Escrituras. En efecto,¿qué podrían <strong>de</strong>cirnos los muertos<br />
vueltos <strong>de</strong>l otro mundo , que no hallemos en el Evangelio?<br />
No busquemos fuera <strong>de</strong> nosotros mismos el origen<br />
<strong>de</strong> nuestra ímpenitencia. Sabemos bien lo que <strong>de</strong>bemos<br />
bucer y lo que <strong>de</strong>bemos temer ; no hay, pues, que instruir<br />
aI entendimiento; lo que se necesita es domar un corazón<br />
abeldé.<br />
La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia es como sigue:<br />
Prcesta nolis, quwsmms,<br />
Domiw , auxiüum gratice<br />
tuae ; ul jejunm et oralionibus<br />
convcuienkr inlenli,<br />
libcmmr' ab hostibus mutis<br />
el corporis. Per üomi-<br />
Hí(Wi...<br />
Dli: CUARKSMA.<br />
Conce<strong>de</strong>dnos, Señor,los<br />
auxilios do vuestra gracia,<br />
para que aplicándonos, como<br />
<strong>de</strong>bemos, á los ayunos y<br />
á la oración, seamos libres<br />
do los enemigos <strong>de</strong> nuestra<br />
alma y <strong>de</strong> nuestro cuerpo.<br />
For nuestro Señor, etc.<br />
¿a Epístola es tomada <strong>de</strong>l cap. 47 <strong>de</strong> la profecía <strong>de</strong><br />
Jeremías,<br />
lime dicil Dominus Deus:<br />
Maledklus homo , qai con-<br />
HU in homine, el ponit parne)w<br />
hrachium swum, el a<br />
brtnino recedü cor ejus. Erit<br />
ent"í quasi mijrica; in <strong>de</strong>serlo<br />
, et non vi<strong>de</strong>hit cum<br />
J'^em boaum ; sed habitzm<br />
in siedtate in <strong>de</strong>serto ,<br />
^ ierra salsuginis el inhawtaUli.<br />
Bencdictus vir , qui<br />
^nfidit m Domino , el erit<br />
boviinus fidváa ejus. Eleril<br />
luasi lignum quod trans-<br />
P'aiüatwr saper aquas, quod<br />
m humown mitfil radices<br />
«(«s, cí non ibncbit cumve-<br />
Eslo es lo que ha dicho el<br />
Seiiur : Maldito el hombre<br />
que pone su confianza en el<br />
hombre, que se apoya en<br />
un brazo do carne, y cuyo<br />
corazón se retira <strong>de</strong>l Señor.<br />
Será semejante al tamariz<br />
que está en el <strong>de</strong>sierto ; no<br />
esperimentará nunca el bien,<br />
sino que habitará en el <strong>de</strong>sierto,<br />
en la sequedad, en<br />
un terreno lleno do sal ó<br />
inhabit;;b!e. Dichoso el<br />
hombre que pone su confianza<br />
en el Señor, y <strong>de</strong><br />
quien el Señor hace la esperanza.<br />
Será scíflejanle á<br />
nprií aislus. Eriifolium ejus<br />
viri<strong>de</strong>y et m tempore suedíaíis<br />
non mí sollicitum , nec<br />
aliquando<strong>de</strong>sinet [acere fructum.<br />
Pravum esl cor omnium,<br />
el inscrutahile : qúis<br />
cognoscel illud? Ego Dominus<br />
scrutans cor, et probans<br />
renes: qui do uniaúque juxta<br />
viamsuam^t jtixta [ruotmn<br />
adinveníionum suanm:<br />
dicit Dominus omnipolens.<br />
un árbol trasplantado á la<br />
orilla do las aguas, que esliendo<br />
sus raices á favor do<br />
su humedad, y que no teme<br />
cuando llegare el calor<br />
<strong>de</strong>l eslío. Su hoja estará<br />
siempre ver<strong>de</strong>, y ningún<br />
incomodo sentirá en el<br />
tiempo <strong>de</strong> la sequedad, ni<br />
<strong>de</strong>jará nunca <strong>de</strong> dar fruto.<br />
El corazón <strong>de</strong> todos los hombres<br />
está corrompido; es impenelrablo<br />
; ¿y quién es capaz<br />
<strong>de</strong> conocerle? Yo, que<br />
soy el Señor, que son<strong>de</strong>o los<br />
corazones y que distingo los<br />
afectos ; que doy á cada uno<br />
según su conducta, y conforme<br />
al fru!o <strong>de</strong> sus pensamientos<br />
y <strong>de</strong>sús obras, dice<br />
ci Señor omnipotente.<br />
E! profeta Jeremías eralbijo <strong>de</strong>l sacerdote Ilelcías, déla<br />
al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Analhoth,gn la Iribú <strong>de</strong> Benjamin. Comenzóá profetizar<br />
el año décimolercio <strong>de</strong>l reinado do Josías, esto os,<br />
el año 3315 <strong>de</strong>l mundo, y el 629 ántes <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
REFLEXIONES.<br />
«Maldito el hombre que pone su confianza en el hombre.»<br />
No es csíraño que haya tantos <strong>de</strong>sgraciados en el<br />
mundo : no lo es tampoco el ver aun todos los dias esas<br />
revoluciones tan súbitas <strong>de</strong> familias que veia ya el profeta<br />
en su tiempo. Yo he visto, <strong>de</strong>cia, un hombre muy <strong>de</strong>sreglado<br />
en sus costumbres, muy irregular en su conducta;<br />
un hombre, que teniendo poca religión, apoyándose en<br />
un brazo <strong>de</strong> carne y retirando su corazón <strong>de</strong>l Señor, que no<br />
se apoyaba mas que en la protección délos gran<strong>de</strong>s, en el<br />
número <strong>de</strong> sus amigos, en su habilidad, en sus talentos,<br />
en su industria, é importándolo poco el ausilio <strong>de</strong>l cielo,<br />
ponía toda su confianza en el hombre ; yo he visto á esto<br />
hombre brillando en la prosperidad, elevado como los cedros<br />
<strong>de</strong>l Líbano, colocado en el mas alto grado do fortuna.<br />
Todo se le reia, todo le prosperaba, todo lo prometía una<br />
continuación <strong>de</strong> dichas sin medida: pero ¡abl no hice mas<br />
que pasar, y ya no existia. Aquel gran<strong>de</strong> y soberbio coloso<br />
habiacaido en un instante, y aquella preciosa masa,<br />
aquel ídolo <strong>de</strong> la felicidad humana trabajado con lanto<br />
arle, elevado con tantos resortes y tanto trobnjo, sostenido<br />
con tantos apoyos, afirmado, al parecer, contra la violencia<br />
<strong>de</strong> todas las tempesta<strong>de</strong>s, se ha <strong>de</strong>smoronado, se ba<br />
hecho pedazos, ha sido reducido á polvo en un abrir y<br />
cerrar do ojos, y aquel dichoso <strong>de</strong>l siglo ha <strong>de</strong>saparecido<br />
con tanta precipitación, que no he podido ntaitn encontrar<br />
el lugar que ocupaba. Tal es la suerte <strong>de</strong> esos dichosos<br />
mundanos, do esos artífices <strong>de</strong> su fortuna. lié aquí<br />
el hombre que no ba tenido necesidad <strong>de</strong>l auxilio <strong>de</strong>l cielo:<br />
él ha confiado en el favor <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s, en la mulliplicidad<br />
<strong>de</strong> sus recursos, en la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> sus riquezas,<br />
débiles apoyos, brazos <strong>de</strong> carne, fundamentos caducos.<br />
¿Quién no hubiese creído que aquella ftnnilia cslaba al<br />
abrigo <strong>de</strong> todas las borrascas, que era superior á todas<br />
las revoluciones do los tiempos? Las herencias se apoyaban<br />
sobre la vida <strong>de</strong> un tan gran número <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros;