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210 LUNES CUARTO<br />
mro ancilh. law domientis, filia durmiendo le ha ahoel<br />
r.ollocavit in sinu sao '• g^do , y Icvimlándose en<br />
suum aulem filium, qui erat el silencio <strong>de</strong> la noche,<br />
morlms,posuitin sinu meo. mientns yo donnia , ha<br />
Cvmqve surrexissem mane, quitado mi hijo <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong><br />
ut darcm loe filio meo, appa- tu sierva, y le ha puesto<br />
ruit mortuus: quem düigen- junio á ella, y su hijo rnuertins<br />
intuens clara luce, <strong>de</strong>- lo lo ha puesto á mi lado.<br />
prehendinonessemeumquem llahiéndome levantado por<br />
gemeram. Responditque al- la mañana para dar <strong>de</strong> marera<br />
mulier: Non esl ila ul mar á mi hijo, le heencondicis,<br />
sedfilius luus mortuus frado muerto ; y hahiendoesl:<br />
meus autem vivil. E le mirado con mas atención<br />
contrario iíladicebat: Men- cuando fué ya mas <strong>de</strong> dia,<br />
tiris: films quippe meus vivil, he echado <strong>de</strong> ver que no<br />
et fdius luus mortuus est. Al- era el niño que yo hahia enqueinhmcmodimcmlendC'<br />
gendrado. Respondióle la<br />
banl coratn rege. Tune rex otra mujer: No es así loque<br />
aü: Ucee dicit: Filius meus dices: tu hijo es el que ha<br />
vivit, et filius luus mortuus muerto, y el (pie vive es el<br />
esl. El isla respondil: Non, mío. La primera por el consed<br />
filius luus mortuus est, trario replicaba: Tú eres la<br />
meus aulem vivit. Dixit ergo que miente, porque mi hijo<br />
rex: Áfferle mihi gladium. vive, y el tuyo es el que ha<br />
Cumque atlulissrnt gladium muerto; y <strong>de</strong> este modo<br />
coramrege: Dividite, inquit, disputaban <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l rey.<br />
infanlemvivuminduaspar- Entonces dijo el rey: Esta<br />
íes, el dale dimidiam partem dice: Mi hijo vive, y el Itiyo<br />
uni, el dimidiampartem al- ha muerto; y la otra resteñ.<br />
Dixil autem mulier, cu- pon<strong>de</strong> : Nó , sino que es<br />
jus filius erat vivus , ad re- tu hijo ei que ha muerto, y<br />
geni [commoia sunt quippe y el mió vive: Tráigase,<br />
viscera ejus super filio suo): pues, una espada, dijo el<br />
Obsecro, domine, dale illi in- rey; la cual habiéndola<br />
fanlem. vivum, et nolüe in- traído á su presencia: Divilerfcerccum.<br />
E contrario illa did, dijo, en dos parles, el<br />
dicebal: Nec mihi , nec tibi niñoqne está vivo, y dad la<br />
sil, sed dividatur. Rcspondit mitad á una, y la otra mirex,<br />
et ait: Dale huic infan- lad á la otra. Entonces la<br />
temvimm, etnon occidatur: mujer, cuyo hijo estaha<br />
hcec estenimmaler ejus. Au- vivo, dijo al rey (porque<br />
divit itaque omnis Israel ju- sus entrañas se conmovieron<br />
dicium quod judkassel rex, <strong>de</strong> ternura por su hijo): Ruéeí<br />
limucrunt regem, vi<strong>de</strong>ntes goos, señor, que se le dé el<br />
sapientiam Dei esse in eo ad niño vivo, y que no se le<br />
fuciendum judicium. mate. La otra por el contrario<br />
<strong>de</strong>cia: No sea mío ni<br />
tuyo; divídase entre las dos.<br />
Entonces el rey pronunció<br />
esta sentencia: Désela á<br />
aquella el niño vivo, y no<br />
se le mate; porqao esa es<br />
su madre. Uahiendo sabido<br />
todo Israel el modo con que<br />
había el rey <strong>de</strong>cidido esta<br />
contienda, le miraron todos<br />
con temor y con respeto,<br />
viendo rjue la sabiduría <strong>de</strong><br />
Dios estaba HQ él para hacer<br />
justicia.<br />
El tercer libro <strong>de</strong> los Reyes <strong>de</strong> don<strong>de</strong> está sacada es!;)<br />
Epístola, contiene lahisloriadol19 años, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año riel<br />
mundo 29S9, basta el 3108. Se refiere en él la muerte do<br />
David, el reinado <strong>de</strong> Salomón, la construcción <strong>de</strong>l famoso<br />
templo, los palacios que este príncipe hizo edificar, su sabiduría,<br />
su magnificencia y su caída,<br />
«Nosea mío ni tuyo;<br />
REFLEXIONES.<br />
divídase.» Este es el lenguaje<br />
<strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong>l mnndo y <strong>de</strong>l enemigo <strong>de</strong> la salud : así es<br />
como habla el amor propio y ei espíritu <strong>de</strong> la carne; esta es<br />
la jerigonza <strong>de</strong> las pasiones menos violentas. Convenimos<br />
en que Dios tiene <strong>de</strong>recho sobre nuestro corazón, que <strong>de</strong>be<br />
ser amado y servido; pero la naturaleza preten<strong>de</strong> hacer<br />
valer sus <strong>de</strong>rechos; el amor propio no renuncia á sus<br />
pretcnsiones, y la pasión dominante quiere que una larga<br />
posesión sea un gran título. <strong>Los</strong> sentidos se inclinan siempre<br />
hacia la propensión natural, y el amor propio está<br />
siempre por la división. Se quiere ser <strong>de</strong> Dios sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />
ser <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> sí mis mo y <strong>de</strong> sus placeres. Por ta mañana<br />
á la misa, y por la noche al juego; ciertos días al<br />
sermón, pero muchos mas á los espectáculos. Se da á Dios<br />
y á la religión una parte <strong>de</strong> los días <strong>de</strong> tiesta ; pero con<br />
un eulto muy superficial : la atención, la afición, la aplicación<br />
son todas para los negocios temporales. La enfermedad<br />
hace pensar en la salvación : pero la salud lince<br />
per<strong>de</strong>r su memoria, y hasta aleja el pensamiento <strong>de</strong> ella.<br />
Tola la vida es un conjunto <strong>de</strong> alternativas y contradicciones.<br />
Dios pi<strong>de</strong> todo el corazoT : queremos sí que tenga su<br />
parte; pero no nos alievemos á negar al mundo la suya.<br />
La fé, la conciencia, la razón alegan, por <strong>de</strong>cirlo así, por<br />
la causa <strong>de</strong> Dios, y pi<strong>de</strong>n que el corazón sea lodo <strong>de</strong> Dios:<br />
el amor propio, el hábito, la pasión alegan aun con mas<br />
calor por su propia causa. ¿En favor <strong>de</strong> quién recaerá la<br />
senlencia ? Dios no pue<strong>de</strong> sufrir la división, ¿ y es el corazón<br />
todo para él ? Así como hay pocos cristianos que aspiren<br />
á una santidad perfecta, así también no hay muchos<br />
tampoco que estén <strong>de</strong>terminados á pasar su vida en los<br />
últimos <strong>de</strong>sarreglos; el gran número le componen los que<br />
buscan un temperamento entre estos dos estreñios. Tal es<br />
la disposición en que viven la mayor parle <strong>de</strong> las gentes<br />
en el mundo ; ¿ y está ménos dividido el corazón en el oslado<br />
religioso? Se quiere dar algo al espíritu, y algo á la<br />
carne; se quiere vivir cristianamente, poro con blandura,<br />
con <strong>de</strong>licia. Se quiere ser cristiano, pero sin preciarse <strong>de</strong><br />
ser <strong>de</strong>voto; se quiere ser religioso, sin ser ni regular nj<br />
fervoroso; se preten<strong>de</strong> edificar entre Babilonia y Jesusalen<br />
una nueva ciudad, en don<strong>de</strong> sean reverenciados igualmenlc<br />
la earidad y el amor propio. Se quiere, en fin servir<br />
á dos señores; se preten<strong>de</strong> contentar á Dios y al mundo,<br />
dividiéndose, por <strong>de</strong>cirlo así, entre el uno y el otro; pero<br />
en vano se preten<strong>de</strong>; porque esta división no pue<strong>de</strong> contentar<br />
ni al uno ni al otro. Para Dios es nada la mitad, y n,)<br />
se contentará tampoco el mundo con ella. Dios lo quiere<br />
lodo, y el mundo querrá mas. No se agrada al mundo, y<br />
se <strong>de</strong>sagrada siempre á Dios. División criminal en las<br />
gentes <strong>de</strong>l mundo; división horrorosa en los que viven en<br />
la religión. Tal es el trato <strong>de</strong> lodos los que viven en la tibieza,<br />
i Buen Dios, cuán lamentable es este estado!<br />
El Evangelio <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> esle dia está tomado <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />
san Jmn, capitulo 2.<br />
Inillotempore: I'ropeerat<br />
Pasrha Judmrmi, el aseen-<br />
En aquel tiempo, como<br />
estaba pr óxima la Pascua <strong>de</strong>