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16i<br />
DOMINGO<br />
raloza, era e! <strong>de</strong>monio que lo quitaba el uso do la palabra<br />
y <strong>de</strong> los ojos. Sabe bien el <strong>de</strong>monio la ventaja y el consuelo<br />
que se baila en <strong>de</strong>scubrir uno sus penas y sus flaquezas<br />
á un director Hasírado; por esto pone lodo su estudio<br />
en foraeu'.ar una falsa vergüenza que cierra la boca:<br />
mas este mismo es el quo <strong>de</strong>be inspirarnos ánimo para<br />
abrir todo nuestro corazón á aquellos que Dios nos ba<br />
puesto para que sean nuestra guia en los caminos <strong>de</strong> la<br />
salvación. Se pue<strong>de</strong> también <strong>de</strong>cir (]ue lodo pecador está<br />
ciego, i Quó ceguedad mas lastimosa que la <strong>de</strong> preferir<br />
sm placer corto y amargo á la posesión <strong>de</strong>l mismo Dios,<br />
fuenle inagotable <strong>de</strong> lodos los bienes, y por un placer <strong>de</strong><br />
un momento precipitarse en una eternidad <strong>de</strong> suplicios!<br />
J^'sus arrojó al <strong>de</strong>monio, é inmediatamente babió el mudo<br />
y recobró la vista. Este milagro le vemos aun repetirse<br />
todos los (lias on la conversión <strong>de</strong>! pecador. Tan pronto<br />
como se perdona el pecado, se ve, se piensa y se babla<br />
<strong>de</strong>. olía manera que se bacía cuando se vivia en el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n.<br />
Toda la nmUitud que allí había quedó admirada;<br />
pero la envidia convierte en mal basta los mayores milagros.<br />
El entendimiento se resiente siempre <strong>de</strong> la corrupción<br />
<strong>de</strong>l corazón. ílalláronse entre aquella muchedumbre<br />
que liabia sido testigo <strong>de</strong>l milagro que Jesucrislo acababa<br />
<strong>de</strong> obrar, algunos que dijeron, que aquel <strong>de</strong>monio había<br />
sido arrojado en virtud <strong>de</strong> líelzebub, príncipe <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios.<br />
El fariseo y los doctores ciegos ¡jor la envidia, no<br />
creen ver mas quo las obras <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio en aquello mismo<br />
en que el pueblo sencillo reconoce claramente los rasgos<br />
<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r divino. lié aquí lo que <strong>de</strong>bo conso'ar á los<br />
siervos <strong>de</strong> Dios cuando no pudiéndose condonar sus acciones<br />
esteriores, se atribuye tibien quo hacen á otro<br />
principio que al espíritu <strong>de</strong> Dios que los anima. Otros le<br />
pedían algún prodigio celestial, dicesan Lucas: el incrédulo<br />
busca nuevas pruebas <strong>de</strong> religión, á las cuales tampoco<br />
se rendiría, así como el pecador querría para convertirse<br />
nuevas gracias á lasque rosisliria no menos queá<br />
las que íienc y que <strong>de</strong>sprecia. Viendo Jesús lo que pensaban,<br />
sufrió sin quejarse una calumnia lan negra y tan<br />
grosera; y se contenió solamente con <strong>de</strong>cirles con su dulzura<br />
acostumbrada: Yo trabajo en dostrnír el reino <strong>de</strong> Satanás<br />
arrojándole <strong>de</strong> los cuerpos y quitándole las almas<br />
por la santidad <strong>de</strong> la moral que predico y que yopraí tico;<br />
¿cómo, pues, pue<strong>de</strong> él hacer que su po<strong>de</strong>r concurra á<br />
mis <strong>de</strong>signios, contradiciéndose en lai manera á si mismo?<br />
El reino <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios es ei imperio que ejercen sobre<br />
los hombres. Si ^pues unos conlribiiyen para que sean<br />
arrojados otros <strong>de</strong> los cuerpos humanos, ellos se <strong>de</strong>struyen<br />
á si mi.-smos, y su imperio no pue<strong>de</strong> subsistir. Entre<br />
vosotros tenéis exorcistas que arrojan alguna vez los <strong>de</strong>monios<br />
invocando el Dios <strong>de</strong> Abraham : muchos aun <strong>de</strong><br />
vuestros hijos los arrojan en mí nombre, y vosotros sois<br />
testigos que mis discípulos han recibido <strong>de</strong> mí la misma<br />
virtud : ¿diréis que todos estos los arrojan en nombre <strong>de</strong><br />
ISelzobub"? Y sí yo arrojo los <strong>de</strong>monios en virtud <strong>de</strong>l Omnípoleníe,<br />
reconoced por este solo rasgo á vuestro Mesías.<br />
Este raciocinio no tenia réplica. Mas cuando la ceguera es<br />
vohintaria, esclarecen muy poco todas las luces jimt;\s.<br />
El Salvador confundo también la obstinación y la malignidad<br />
<strong>de</strong> los judíos, por medio <strong>de</strong> una comparación muy<br />
concluyeme. Cuando un hombre valiente y bien armado,<br />
les dice, guarda la entrada do su casa , solo otro que sea<br />
mas fuerte que él pue<strong>de</strong> arrojarle y hacerse dueflo do<br />
TEUCEKO<br />
ella. Reconoced, pmis, por esto mism:» mi po<strong>de</strong>r soberano<br />
sobre (odas las poleslados do las tinieblas, y confesad<br />
quo solo Dios puedo arrojar al <strong>de</strong>monio. No teniendo<br />
nada que respon<strong>de</strong>r los enemigos <strong>de</strong>l Salvador; estoy<br />
lau lejos , los dijo, <strong>de</strong> tener la menor alianza con el donionio,<br />
que por el contrario miro como enemigo mió al que<br />
no lo es suyo. No hay neutralidad entre Jesucrislo yol<br />
príncipe <strong>de</strong> las tinieblas: ó lodo <strong>de</strong>l uno, ó todo <strong>de</strong>l olio.<br />
Toda contemporización en materia <strong>de</strong> religión y do moral<br />
es una ilusión, ¿Se rehusa creer un solo punto <strong>de</strong> la fé?<br />
Esto basta para ser iníiel. Aun cuando se guardase la ley<br />
entera, si se falta á un solo precepto <strong>de</strong> ella, basta, dice<br />
Santiago, para hacerse roo sobre todo lo <strong>de</strong>más. Somos<br />
castos, poro tenemos orgullo; somos mo<strong>de</strong>rados, austeros,<br />
<strong>de</strong>votos, pero hablamos mal <strong>de</strong> nuosiros hermanos; hacemos<br />
limosnas, pero rehusamos perdonar; ya no somos<br />
<strong>de</strong>l lodo <strong>de</strong> Jesucristo, y por consiguiente nos abandona<br />
enteramente al <strong>de</strong>monio. No hay con Dios neutralidad,<br />
no hay división. Somos <strong>de</strong>l mundo, no nos IL-onjecmos <strong>de</strong><br />
pertenecer á Jesucrislo. Somos <strong>de</strong> Jesucrislo, luego <strong>de</strong>bemos<br />
ser enteramente opuestos al espírilu <strong>de</strong>l mundo.<br />
¡Buen Dios! i cuántos quedarán atónitos en la hora do la<br />
muel le, que creyendo ser <strong>de</strong> Jesucrislo porque han llevado<br />
su librea, oirán <strong>de</strong>cir á este soberano Juez: «No os conozco!»,<br />
por fin, indignado el Hijo <strong>de</strong> Dios, cansado <strong>de</strong> la<br />
obstinación y <strong>de</strong> la hidocilidad do aquella nación ingrata,<br />
la psredice do un modo muy marcado su fatal reprobación<br />
presentándoles la parábola siguiente: «Cuando el espíritu<br />
miiuindo ha salido <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> un hombre va por los<br />
logares áridos, y no hallando don<strong>de</strong> hacer asiento , volveré,<br />
dice, á mi casa <strong>de</strong> don<strong>de</strong> be salido: y encontrándola<br />
barrida, parle inmediatamente, y toma consigo otros<br />
siete espírilus mas malos que él: entran <strong>de</strong> nuevo, se hacen<br />
fuertes allí y se establecen en ella; y la última condición<br />
<strong>de</strong> este hombre es peor que la primera: lo mismo<br />
suce<strong>de</strong>rá á esla nación perversa.» Jesucristo quiere darles<br />
á enlon<strong>de</strong>r, quo hace muchos siglos que el <strong>de</strong>monio<br />
hacelodossus esfuerzos para hacerse dueño <strong>de</strong> un pueblo<br />
que es el único que vive en la religión verda<strong>de</strong>ra; el único<br />
que no está sometido á sus leyes, el único que no está<br />
sepultado en las tinieblas déla idolatría. Que hasta entonces<br />
siempre lo encontró bien adornado; pero que en<br />
castigo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sprecio que hacen <strong>de</strong> su^Salvador, van á ser<br />
abandonados á las potesta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ínGerno, lasque habiéndose<br />
hecho dueñas <strong>de</strong> él con nuevas fuerzas, van á hacer<br />
osle pueblo tanto mas <strong>de</strong>sdichado, cuanto mas querido y<br />
mas favorecido do Dios había sido hasta entonces.¿Y quién<br />
no ve también en la misma parábola el verda<strong>de</strong>ro retrato<br />
<strong>de</strong> esos reinos <strong>de</strong>sgraciados, <strong>de</strong> esos pueblos quo el cisma<br />
y la herejía han separado <strong>de</strong> la Iglesia? Sepultados en<br />
olro tiempo en las tinieblas <strong>de</strong>l paganismo, los habia ilustrado<br />
la fé cristiana; y habiendo roto por la gracia los lazos<br />
quo los retenían, habían entrado en el seno <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
En vanóse habia esforzado el <strong>de</strong>monio por entrar en<br />
ellos; él no había vislo en ellos mas que inocencia,pureza<br />
<strong>de</strong> cosíumbres^levocion, fervor, penitencia. iQué gran<strong>de</strong>s<br />
santos en Inglaterra! ¡quó inocencia y qué <strong>de</strong>voción en<br />
lodos los paises<strong>de</strong>l Norte! ¡qué zelo, quó piedad , qué<br />
adhesión á la Iglesia <strong>de</strong> Jesucristo en toda la Alemania! El<br />
espíritu <strong>de</strong> tinieblas ha ido á tomar otros siete espíritus<br />
peores quo él ; el espíritu <strong>de</strong> error, el espíritu <strong>de</strong> libertinaje,<br />
el espíritu do in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, el espíritu <strong>de</strong> orgullo,