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nisírabat, Lazarvs vero<br />
vnns eral ex disannbentihus<br />
non eo. Mnria crgo<br />
aceepit Hhram tingucnli<br />
nnrdi pislici pretiosi, et<br />
nn.rü pe<strong>de</strong>s Jesu, el exlersít<br />
pe<strong>de</strong>s cjns capillis sim:<br />
el domvs impleta est ex<br />
adore unguenli. Dixil crgo<br />
mus ex disñpulis cjns,<br />
Judas Tscarioies, (¡ui eral<br />
eum iradilurus: Qmre<br />
hoc unguenlum non vcmil<br />
(recentis <strong>de</strong>nnriis, el da-<br />
Um est egenis? Dixil autem<br />
hoc non quia <strong>de</strong> egenis<br />
perlinebat ad eum;<br />
sed quia fur eral, et lóculos<br />
habens, ea qnai miitebanlur<br />
, porlabnt, Dixil<br />
ergo Jesús : Siniíe illum,<br />
in dicm scpdlum mea}<br />
servclillud. Paupercs enim<br />
semper habelis vobiscum:<br />
me aulem non semper habelis.<br />
Cngnovil crgo turba<br />
mulla ex Judwis quia<br />
illic est: et vencrunl non<br />
propter Jesum tanlum, sed<br />
vt lazanm ú<strong>de</strong>rent, quera<br />
susálavil a mortuis.<br />
naban con él. María lomó una<br />
libra (le aceite <strong>de</strong> olor <strong>de</strong> un<br />
nardo puro y <strong>de</strong> gran precio,<br />
y con él ungió los piés <strong>de</strong> Jesús<br />
y se los enjugó con sus cabellos;<br />
y toda la casa quedó<br />
embalsamada con este licor.<br />
Entonces Judas Iscariote, uno<br />
<strong>de</strong> sus discípulos, el que <strong>de</strong>bia<br />
entregarle, dijo: ¿Por qué no<br />
se vendió este licor en trescientos<br />
<strong>de</strong>narios <strong>de</strong> plata y se<br />
ha dado á los pobres ? No dijo<br />
él es'.o porque se interesase<br />
por los pobres, sino porque era<br />
ladrón, y estando encargado<br />
<strong>de</strong> la bolsa, tenia á su disposición<br />
lo que en ella entraba.<br />
Díjoles, pues, Jesús: Dejadla<br />
aprovechar este licor para el<br />
dia <strong>de</strong> mi sepultura; siempre<br />
tenéis pobres con vosotros,<br />
pero á mí no me tenéis siempre.<br />
Habiendo sabido un gran<br />
número <strong>de</strong> judíos que estaba<br />
allí, fueron allá, no tan solo<br />
por Tesas, sino por ver á Lázaro,<br />
á quien habia resucitado<br />
<strong>de</strong> entre los muertos.<br />
MEDITACION.<br />
De la falsa <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong> conciencia.<br />
ítiSTO pimmiu).—Consi<strong>de</strong>ra que la falsa conciencia tiene<br />
sus <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>zas como la buena; muchas veces afecta ser<br />
aun escrupulosa; pero en lo que lisonjea la pasión dominante,<br />
<strong>de</strong> la cual es la protectora y el apoyo, ella no <strong>de</strong>ja<br />
<strong>de</strong> colorar siempre sus ilusiones con motivos <strong>de</strong>slumbradores<br />
y especiosos. Unas veces es zelo por el bien público,<br />
oirás es amor <strong>de</strong> la verdad, otras es <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za por !a<br />
justicia. Compélese á un pobre <strong>de</strong>udor sin misericordia,<br />
quiérese quedar pagado hasta el úllimo dinero, sea cualquiera<br />
la indigencia en que se encontrase el <strong>de</strong>udor, no<br />
se escuchan ni razones, ni escusas, ni ruegos; ciéiranse<br />
los ojos al estado misorablo á que se le reduce; muéstrase<br />
duro, insensible á la ruina <strong>de</strong> toda una familia, ¿qué motivo<br />
pue<strong>de</strong> tener un hombre racional para una dureza tan<br />
bárbara ? ¿pero le fallará jamás preteslo á la avaricia, á la<br />
codicia, á la pasión <strong>de</strong>l interés? Greeríase hacer agravio<br />
á sus hijos, á sus here<strong>de</strong>ros, á su propia familia, á sus <strong>de</strong>beres,<br />
si se disminuyese algo (le la <strong>de</strong>uda. Rehúsase el<br />
perdonar una injuria atroz, ó si se afecta perdonarla, nose<br />
quiere ver ni que nos ha ofendido; pero ¿qué es lo que<br />
pue<strong>de</strong> jusliticar una conducta tan opuesta al precepto <strong>de</strong><br />
Jesucristo, umi severidad tan poco cristiana ? La <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>z,!<br />
<strong>de</strong> una falsa conciencia. Es una persona <strong>de</strong> malascoslumhm,<br />
se dice, <strong>de</strong> un natural maligno y peligroso, con<br />
quien la prelendida pru<strong>de</strong>ncia corla lodocomcrcio; por <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> conciencia sojuzga mal <strong>de</strong>l prójimo; por <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> conciencia se viola uno <strong>de</strong> los mas esenciales<br />
LUNES<br />
mandamientos do Dios. ¡Hubo jamás una ilusión mas criminal<br />
1 Por mas obligado que uno esté á romper un comercio<br />
poco inocente, á alejarse <strong>de</strong> una ocasión próxima <strong>de</strong><br />
pecado, á no ver mas una persona cuya conversación .es<br />
peligrosa á la inocencia y funesta á la salud, una falsa <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> conciencia, fecunda en ospedieníes, da confianza:<br />
la reputación <strong>de</strong> la persona peligrosa y la nuestra<br />
propia, <strong>de</strong>ben hacer pasar por encima <strong>de</strong> lodos los peligros;<br />
seria <strong>de</strong>sacreditar á una persona romper <strong>de</strong>l todo-con ella.<br />
Por lin, se halla uno <strong>de</strong>sgraciadamente empeñado en un<br />
partido; el orgullo, el interés, el libertinaje, la pasión, nos<br />
han estraviado <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong> la verdad; pues por <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> conciencia se preten<strong>de</strong> perseverar hasta la muerte<br />
en su eslravio: quiérese morir en la herejía por amor á la<br />
verdad. No hay luterano, no hay calvinista que no sacuda<br />
hasta la mas mínima duda sobre la rebelión contra la Iglesia,<br />
y esto por motivo <strong>de</strong> conciencia; es <strong>de</strong>cir, qm poruña<br />
pretendida <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong> conciencia se vive y se muere cu<br />
el error. ¡Buen Dios! ¡hubo jamás ilusión mas grosera,<br />
mas perniciosa, mas horrible! Pero cuando se llega á caer<br />
en la ilusión, ya no se conoce mas ni grosería, ni cstravío,<br />
ni malicia. Judas nos ofrece un gran<strong>de</strong> ejemplo <strong>de</strong> esta<br />
verdad.<br />
PI'XTO SEGUNDO.—Consi<strong>de</strong>ra en este <strong>de</strong>sgraciado Apóstol<br />
bien marcados todos los rasgos do la falsa <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong><br />
conciencia, <strong>de</strong> la ilusión y <strong>de</strong>l error. Magdalena, abrasada<br />
<strong>de</strong>l amor mas generoso á su Salvador, no <strong>de</strong>ja pasar ninguna<br />
ocasión do darle públicamente señales <strong>de</strong> él: Seis<br />
dias antes <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Jesucristo, cenando en Bethania,<br />
<strong>de</strong>rrama sobre los piés <strong>de</strong>l divino Salvador esencias <strong>de</strong><br />
gran precio, y lavándolos tanto con sus lágrimas, como<br />
con este precioso licor, los enjuga con sus cabellos; todos<br />
quedan ediGcados, y toda la casa embalsamada con este<br />
licor odorífero. Judas es el único que <strong>de</strong>saprueba una acción<br />
tan santa y se escandaliza; el motivo que tiene para<br />
ello es la caridad, y la causa <strong>de</strong> su murmuraciones la prelendida<br />
<strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su conciencia. Oyéndole hablar, la<br />
pura caridad por los pobres es la que mueve su queja;<br />
una economía sabia y religiosa es la que le eslimula; el<br />
amor <strong>de</strong> la pobreza evangélica es la que le anima. ¿Por<br />
qué se ba <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r esto, puesto que se podia sacar mucho<br />
dinero <strong>de</strong> ello y darlo á los pobres ! ¿ No se diría que<br />
es la pura caridad la que le hace hablar, y que este discípulo<br />
no piensa mas que en aliviar la indigencia <strong>de</strong> los pobres?<br />
No obstante, lo que lo hace murmurar es la avaricia,<br />
y el ansia <strong>de</strong> robar este dinero es lo que le obliga á<br />
hacer esta advertencia. Le impoilaban muy poco los pobres;<br />
pero habiendo ya resuelto hacer traición á su buen<br />
Maestro, y entregarle á sus enemigos por el dinero, hubiera<br />
<strong>de</strong>seado que so hubiese vendido aquel licor precioso,<br />
con la esperanza <strong>de</strong> que estando encargado <strong>de</strong> la pequeña<br />
<strong>de</strong>spensa, se le habría confiado á él, y hubiera tenido ocasión<br />
<strong>de</strong> robar también esta suma. El vicio y la virtud tienen<br />
muchas veces el mismo lenguaje, y nosotros nos engañamos<br />
hasta en nosotros mismos. Nada contrahace mejor la<br />
buena conciencia que la falsa; motivos <strong>de</strong> religión, razones<br />
<strong>de</strong> piedad, protestos <strong>de</strong> caridad y <strong>de</strong> zelo, todo se pone<br />
por obra para dar confianza, para tranquilizar, para engañar,<br />
para seducir. ¡Cuántos hay que no obran mas que<br />
por pasión, mientras se lisonjean <strong>de</strong> obrar por virtud!<br />
¡ cuántos son el juguete <strong>de</strong> su mal corazón y <strong>de</strong> su falsa<br />
conciencia! Cuando la corrupción <strong>de</strong>l corazón bfl ganado el