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2G0<br />
convonoido Daniol por su<br />
propia boca <strong>de</strong> que hnhinn<br />
producido un falso (oslimonio),<br />
y los hicieron pnfiir<br />
la misma pena que hnbian<br />
intenlado contra su prCjimo<br />
quilándoles la vida: y la<br />
sangre inocenlc quedó salva<br />
en aquel dia.<br />
Daniel es el cuarto entre los profetas mayores. Era<br />
<strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> la estirpe <strong>de</strong> David y délos reyes <strong>de</strong> Jnd;í.<br />
Fué llevado cautivo á babilonia siendo t( davia muy<br />
joven, el cuarto año <strong>de</strong> Joaquia, rey <strong>de</strong> .ludá, el año <strong>de</strong><br />
C06 antes <strong>de</strong> Jesuci islo. Fué educado en la córto<strong>de</strong> ¡Vabucodonosor,<br />
sin per<strong>de</strong>r nada <strong>de</strong> su religión; n;u¡ ió á la<br />
edad <strong>de</strong> ochenta y ocho años.<br />
REFLEXIOXM: s.<br />
Por lo que se acaba <strong>de</strong> leer en esta Epístola se ve que la<br />
vejez <strong>de</strong>bilita las fuerzas <strong>de</strong>! espírilu y <strong>de</strong>! cuerpo, pero<br />
no las <strong>de</strong> las pasiones. Se engnna el que crea que el tiempo<br />
las consume; por el contrario se hacen mas imperios;!.-;,<br />
mas absolutas, y la edad que hace el enleiiiümienlo mas<br />
madure, hace las pasiones mas violentas, mas <strong>de</strong>stempladas.<br />
La larga posesión les sirve <strong>de</strong> nuevo titulo; un lir.bilo<br />
inveterado es para ellas una proscripción. Se envejece en<br />
el crimen, cuando uno se ha familiarizado con el pecado,<br />
y como la última edad estinguo <strong>de</strong> ordinario la vivacidad<br />
<strong>de</strong>l espíritu, y entorpece la razón, <strong>de</strong> aquí es que las pasiones<br />
están siempre ariscas; pier<strong>de</strong>n en ella todo lo que<br />
Icbian <strong>de</strong> vivo y <strong>de</strong> brilhmie, y solo retienen lo que hay<br />
en ellas <strong>de</strong> mas sopo y <strong>de</strong> mas negro. ¡Cuántos disgustos<br />
se ahorrarían, cuántos malos pasos so evilarian, (¡ué vejez<br />
(an dulce nos proporciona riamos, si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego nos<br />
aplicásemos á domar estos enemigos irreconciliables do<br />
nuestro repeso y <strong>de</strong> nuestra salvación! Las pasiones en<br />
los viejos son como el luego en la lena seca, que pren<strong>de</strong><br />
fácilmente y al momento se incendia lodo; al paso que<br />
en una lefia ver<strong>de</strong> chicharrea mas, pero se apaga también<br />
mas pronto. Con la edad se disgusta uno <strong>de</strong> todo;<br />
solo las pasiones son las que están siempre alteradas; la<br />
<strong>de</strong>crepitud enerva el espíritu y los sentidos, sin amortiguar<br />
el fuego <strong>de</strong> las pasiones. Nunca es la avaricia tan<br />
ávida, ni está tan alarmada como en un viejo; por mas rico<br />
que sea, teme siempre morir <strong>de</strong> hamhre, aunque no<br />
lenga mas que dos dias que vivir. Un espíritu suspicaz<br />
nunca es mas <strong>de</strong>sconfiado que cuando os viejo, la voluptuosidad<br />
jamás domina en un viejo sin quesea con imperio.<br />
La fuerza <strong>de</strong>l espíriíu y <strong>de</strong> la razón pue<strong>de</strong> servil hvs<br />
do freno en cual(¡uira otra edad; habiendo <strong>de</strong>bilitado la<br />
vejez y como gastado estos dias, <strong>de</strong>ja á esta pasión toda<br />
la impetuosidad <strong>de</strong>l torrente: cuanto mas anciana es esta<br />
infame pasión mas domina, y h edad que sirve <strong>de</strong> escusa<br />
ó <strong>de</strong> protesto, para alejarse <strong>de</strong> las maceracionos <strong>de</strong>l<br />
cuerpo y <strong>de</strong> la ponil-encia, nutre y fortilica un enemigo<br />
que se ve poco incomodado. La cólera se encien<strong>de</strong> siempre<br />
con facilidad en los viejos, siempre es en ellos aero,<br />
incómoda, ruidosa, se achacan los efectos <strong>de</strong> las pasiones<br />
á la llaqueza <strong>de</strong> la edad; ¿por qué no achacarlos á la<br />
mala voluntad, ála in<strong>de</strong>voción, á la cormpeion<strong>de</strong> las costumbres,<br />
al <strong>de</strong>sarreglo do una vida pasada en la irreligión?<br />
Ué aqui lo que hace insolentes las pasiones en la<br />
SAMiU) TKRCERO<br />
última edad; hé aquí lo que forma y cimenta los malos<br />
hábitos, que tiranizan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que prescriben; y hé aquí lo<br />
que <strong>de</strong>muestra la indispens ddo necesidad <strong>de</strong> mortificar y<br />
<strong>de</strong> domar las pasiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy temprano. Por poco que<br />
envejezcan se eiisefiorean; si se las nutre algún tiempo,<br />
se llegan á hacer domésticas; y muy pronto <strong>de</strong> domesticas<br />
vienen á parar en tiranas.<br />
El Evangelio <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> esle dia es lomado <strong>de</strong> san Juan,<br />
capílnlo S.<br />
In Uto tempore: Pemosil En aquel tiempo se fue<br />
Jesús in monlem Güvcti: ct Jesús al monte Olivóte, y ;;l<br />
dúuculo iíenm venil in tem- amanecer volvió al templo,<br />
¡¡km, el omnis populus venil en don<strong>de</strong> todo el pueblo vino<br />
ad emn , el S"<strong>de</strong>ns docebttl k él; y habiéndose sentado<br />
cas. Addumnl ontrn scriba', les enseñaba. <strong>Los</strong> esciibas<br />
elpharisa i tuiilienminadtd- y fariseos le trajeron una<br />
terio <strong>de</strong>prehfnsem : el sla- mujer que había sido sortuerunt<br />
eam in medio, el di- prendida en adulterio, y la<br />
xrrunl ei:Mngisler, hceemu- pusieron en medio áe b<br />
Uer modo <strong>de</strong>prehensa esl in asamblea. Maestro, dijeron<br />
addlerio. InleíjeGvlem Mo]¡- á Jesús, acaba <strong>de</strong> ser sorses<br />
mandavilnobishvjusmo- prendida esta mujer en<br />
di lapidare. Tu erijo quid di- adulterio. En la ley <strong>de</strong> Moieis?<br />
Iloc autem dicebanl ten- sés se nos ha mandado que<br />
lantes eum, ni possent aecu- estas mujeres sean apedreasareeum.<br />
Jesús aulem in~ das. ¿Qué es lo que tú diclinans<br />
se <strong>de</strong>orsum, difjilo ees? Decían estopara sonscribehai<br />
in lena. Cum ergo <strong>de</strong>arlo, y con el fin <strong>de</strong> poperseverarent<br />
inierroganles dorio acusar. Inclinándose<br />
evm, erexit se, el dixit cxs: Jesús hácia la tierra, escri-<br />
Quisiupecado csl teslnm, bia en olla con el <strong>de</strong>do; y<br />
primus inillamlapi<strong>de</strong>mmit- como ellos insisliosen pre-<br />
ÍÍIÍ. Et iterum se inclinans, gunlándole, se en<strong>de</strong>rezó y<br />
snibebai in ierra. Audientes les dijo: El que <strong>de</strong> vosotros<br />
tivlem, nnuspostunum exi- oslé sin pecado, sea el prihani<br />
hi'ñpienles a senioribus'. moro que la tire la piedra; y<br />
el remansil solus Jesús, et encorvándose olí a voz semulier<br />
in medio stans. Eri- guia escribiendo en la liergens<br />
aulem se Jesvs , dixil ra. Mas habiendo oido osio,<br />
ci: Mulier, ubi svnt, qtd le se marcharon uno dfs;!iies<br />
accusnbanl? nemotecon<strong>de</strong>m- <strong>de</strong> (¡tro, los ancianos los<br />
navil? Qua; dixit: Nenio, Do- primeros, y quedó Jesús<br />
mim Uixil autem Jesús : solo, y la mujer que eslalia<br />
Nee ego le con<strong>de</strong>mnabo. Ya- <strong>de</strong> pié en medio. Eu<strong>de</strong>i e-<br />
<strong>de</strong>, et jam amplias noli per- zándose, pues, Jesús, la<br />
care.<br />
dijo: ¿Mujer, dón<strong>de</strong> están<br />
MEDITACION.<br />
los que te acusaban? ¿ninguno<br />
le ha con<strong>de</strong>nado? ¡\¡II -<br />
gimo, Señor, dijo ella. Dijola<br />
entonces Josus: Ni yo<br />
tampoco le condonaré, Yéte,<br />
y no peques j a mas en a<strong>de</strong>lante.<br />
Sobre la dulzura <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
PUMO PIUMKHO.—Consi<strong>de</strong>ra que la dulzura ha sido<br />
siempre nno <strong>de</strong> los rasgos mas señalados <strong>de</strong>l retrato <strong>de</strong>l<br />
Salvador; ella es la que forma perfeclameuto su carácter.<br />
Decid á la hija do Sion: hé aqui vuestro Jley que viene á