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90 SABADO pimiKiio<br />
moa di.is do osla semana, para qm d minuTo <strong>de</strong> los<br />
cuaronla (lias (U1 ayuno, á ojomplo doBIou-ós, <strong>de</strong> Elias, y<br />
sobro lodo <strong>de</strong> Josucrislo , filete completo.<br />
El sábado, que es el sépliino día <strong>de</strong> la semana , se ha<br />
consi<strong>de</strong>rado siempre en la Iglesia como e! que se acerca<br />
mas en dignidad al domingo. Se le ha quitado, como al<br />
domingo , el nombre <strong>de</strong>l planeta que le <strong>de</strong>s.gnaha enire<br />
los paganos, para darle uno mas convenieüle á nuestra<br />
religión, ó mas bien para conservarle el qnc tenia en el<br />
antiguo pueblo do Dios muy propio para significar el fin<br />
<strong>de</strong> todas las ohras <strong>de</strong> la creación, hecha en los seis primeros<br />
dias, y el reposo dol Ciiador en el séptimo. La Escritura<br />
afia<strong>de</strong> que el Señor bendijo este dia séptimo, y le<br />
santificó, porque había cesado en él <strong>de</strong> proíhicir todas las<br />
obras que habia criado. (Exod. 20.) El mismo lo llamó sábado,<br />
ó dia <strong>de</strong>l reposo <strong>de</strong>l Seflor ; y cuando proscrihió las<br />
leyes <strong>de</strong> su culto al pueblo que so habia elegido , quiso<br />
que se llamase dia santo (Lev. 23.), porque era él sábado<br />
<strong>de</strong>l Señor. Prohibió á su pueblo el hacer obra alguna en<br />
este dia, y le mandó que le santificase, porque se lo hahia<br />
consagrado para sí. Este dia tan santo dol reposo dol<br />
Re<strong>de</strong>ntor, esto es, <strong>de</strong>l glorioso dia <strong>de</strong>, sn triunfante resurrección,<br />
en el cual este divino Salvador habiendo acahado<br />
la gran<strong>de</strong> obra <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción, infinilamenle mas<br />
gloriosa á Dios que la creación <strong>de</strong>l mundo, se puedo <strong>de</strong>cir<br />
que reposó: porque concluida esta gran<strong>de</strong> obra, no<br />
tenia ya mas trabajos que subir, mas cuidados ni faligas<br />
que lomar. El dia <strong>de</strong> su resurrección fué propiamente y<br />
por escoloncia el verdadoi o sábado, <strong>de</strong>l cual se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir<br />
con mucha razoii mas que <strong>de</strong>l primero: «y <strong>de</strong>scansó <strong>de</strong> todas<br />
las obras que habian bocho.» Esto es loque ha obligado<br />
á la Iglesia á trasforir el sábado y toda su solemnidad<br />
al domingo, para honrar en él la Resurrección <strong>de</strong>l Salvador.<br />
Habiendo pasado el puohlo do Dios do la sinagoga á<br />
la Iglesia, llevó á ella la celebración <strong>de</strong>l sábado, esto es,<br />
la celehracion dol dia dol Señor. Esta traslación no impidió<br />
en los principios que no quedase siempre en el espíritu<br />
y en el corazón <strong>de</strong> los judíos convertidos un fondo <strong>de</strong><br />
veneración al sábado, que hasta entonces se habia mirado<br />
por religión como dia do fiesta por escoloncia. Por oslo no<br />
iiilerrumpió la Iglesia la fiesta do este dia en los principios<br />
eu que aun no eslaha compuesta mas que <strong>de</strong> judíos convertidos,<br />
acoslumbrados á solomniznrlocon celebridad por<br />
la cesación <strong>de</strong> toda obra servil; <strong>de</strong> suerte que en los primeros<br />
tiempos se festejaba el sábado cuasi como el domingo;<br />
y por una consecuencia <strong>de</strong> religión, estaba prohibido<br />
el ayunar el sábado como el domingo, á fin <strong>de</strong> que<br />
nada faltase á la alegría <strong>de</strong> la fiesta, y á la veneración do<br />
este dia. Como la Iglesia primitiva estaba circunscrita al<br />
Oriento, toleró está costumhre, y aun parece que esta prohibición<br />
do ayunar fué mas espresa que la <strong>de</strong> la cesación<br />
<strong>de</strong> las obras serviles, y <strong>de</strong> aquí ha venido la tenacidad <strong>de</strong><br />
los orientales en no querer que se ayunase el sábado. Se<br />
etíclienlrán algunos cánones antiguos llenos <strong>de</strong> amenazas<br />
contra los que ayunasen el sábado y el domingo. Era osla<br />
una precaución que parece haber croido conveniente lomar<br />
la Iglesia <strong>de</strong> Oriente contra los marcionilas y otros<br />
herejes, que procuraban <strong>de</strong>shonrar el dia <strong>de</strong>l sábado,<br />
afectando ayunar en él, en odio ó en mofa <strong>de</strong>l Criador;<br />
poco mas ó monos, como los calvinistas <strong>de</strong> nueslros dias,<br />
que según parece hacen un estudio en asignar sus ayunos<br />
solemnes a! santo dia <strong>de</strong>! domingo, en <strong>de</strong>sprecio al<br />
parecer, <strong>de</strong>ia Iglesia, que prohibe absclubmenle ayunar<br />
eu este santo dia.<br />
Este reglamento <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Oriente no era sin embargo<br />
ni tan universal ni tan absoluto que no fuese per<br />
milido á los solitarios, y á todos los que habian abrazado<br />
la vida ascética, el ayunar todos los sábados, y no interrumpir<br />
su ayuno mas que el domingo.<br />
La costumbre <strong>de</strong> la Iglesia latina ha sido siempre diferente,<br />
lanío en ór<strong>de</strong>n al ayuno, como con respecto á la<br />
fiesta <strong>de</strong>l sábado. Como no habia en Roma la misma razón<br />
<strong>de</strong> costumbre y <strong>de</strong> nación aliada que en el Oriente,<br />
no se duda que el uso <strong>de</strong> ayunar el sábado no fuese ya<br />
establecido por san Pedro mismo, <strong>de</strong>l cual hasta dió el<br />
ejemplo, habiendo ayunado y proscrito un ayuno á lodos<br />
los fieles el sábado que era la víspera <strong>de</strong>l triunfo que <strong>de</strong>bía<br />
conseguir sobre los prestigios <strong>de</strong> Simón el Mago, lo<br />
cual sucedió el domingo. No se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, en efecto,<br />
que la observancia do la fiesta <strong>de</strong>l sábado fuese verda<strong>de</strong>ramente<br />
<strong>de</strong> institución apostólica, pueslo que las dos primeras<br />
Iglesias <strong>de</strong>l mundo, esto es, la <strong>de</strong> Roma fundada<br />
por el príncipe <strong>de</strong> los Apestóles san Pedro, y la do Alejandría<br />
en Egipto fundada por san Mar cos, no seguían esta<br />
práctica. Esto es lo que ha notado el historiador Sócrates,<br />
que escribia en el quinto siglo, y que pretendo (pie<br />
en su tiempo la mayor parte <strong>de</strong> las Iglesias solemnizaban<br />
todavía el sábado: «A escepcion, dice, <strong>de</strong> la <strong>de</strong> Roma y<br />
<strong>de</strong> Alejandría, que rechazaban esta práclica, según la antigua<br />
tradición » Era esto escepluar mas <strong>de</strong> dos terceras<br />
parles <strong>de</strong> las Iglesias <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> una costumbre que<br />
apenas subsistía masque cu el Oriente.<br />
San Ignacio mártir, discípulo <strong>de</strong> los Apóstoles, escribiendo<br />
á los fieles <strong>de</strong> Magnesia, les dic4: Nosotros no <strong>de</strong>bemos<br />
observar el sábado al modo <strong>de</strong> los judíos, como si<br />
hiciésemos <strong>de</strong> él una fiesta <strong>de</strong> oci(S¡d id. El Terda<strong>de</strong>ro sábado<br />
do los cristianos es el dia <strong>de</strong> la Resurrección <strong>de</strong>l<br />
Señor. Exhorta en seguida á los que estaban todavía apegados<br />
á las observancias <strong>de</strong> los judíos, á que Irasporten el<br />
reposo y la alegría <strong>de</strong>l sábado al domingo. La costumbre<br />
<strong>de</strong> ayunar el sábado en el curso <strong>de</strong>l año, es muy antigua<br />
en muchas comunida<strong>de</strong>s religiosas y enlre los solitarios.<br />
La Iglesia empero no ha hecho <strong>de</strong> ella una ley para lodos<br />
los líelos, y se ha contentado con la abstinencia <strong>de</strong> carne<br />
el viernes y sábado, en memoria <strong>de</strong> la pasión, <strong>de</strong> la muerte,<br />
déla sepultura <strong>de</strong>l Salvador. El sábado se ha mirado<br />
siempre con particular veneración entre los fieles, sobre<br />
lodo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que ha sido particularmente consagrado en<br />
honor <strong>de</strong> ta santísima Yírgen, y la Iglesia le ha <strong>de</strong>signado<br />
un oficio singular para rezarse en este dia. Tor antigua<br />
que sea en Occi<strong>de</strong>nte la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> este dia en honor<br />
<strong>de</strong> la Madre do Dios, algunos quieren que todavía haya<br />
íido mas antigua en Oliente; y preten<strong>de</strong>n que mucho<br />
tiempo ántcs oslaba establecida eu Constantinopla, regularnieiite<br />
para lodos los sábados en la iglesia <strong>de</strong> Santa María<br />
«Ilo<strong>de</strong>gellria,)) esto es, <strong>de</strong> nuestra Señora do las Guias,<br />
y que <strong>de</strong>bia su origen al culto particular que allí se lHbulaba<br />
á la célebre imágen <strong>de</strong> la santísima Virgen, q"c<br />
constiíuia la mas célebre reliquia y el principal ornamenlo<br />
<strong>de</strong> aquella iglesia, en razón <strong>de</strong> que se la miraba<br />
como obra <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> san Lucas, y como el inslrumeri'<br />
lo do diversos milagros. Des<strong>de</strong> el siglo vru se halla cu<br />
Occi<strong>de</strong>nte una misa votiva en honor <strong>de</strong> la sanlMUia Virgen<br />
para el sábado, como híiy también una <strong>de</strong> la santisi'