You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DESPUES DE LA<br />
sndo <strong>de</strong> clamar en lodos tiempos : Señor, somos perdidos,<br />
si vos no nos salváis: la Iglesia ha vi-to perecer á<br />
todos sus enemigos por la tempestad que ellos mismos<br />
liahian escitado. <strong>Los</strong> fuegos <strong>de</strong>l horno han consumido á<br />
los que los habian encendido , y cuando todo parecía <strong>de</strong>sesperado,<br />
ha visto la Iglesia nacerla calma. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse<br />
que la historia <strong>de</strong>l milagro que refiere el Evangelio <strong>de</strong><br />
liste dia, os la imágen ó el compendio <strong>de</strong>l que Jesucristo<br />
hiice todos los días en favor <strong>de</strong> la Iglesia. <strong>Los</strong> cristianos<br />
cuasi <strong>de</strong> continuo se ven combatidos déla tentación, como<br />
un naviolo está <strong>de</strong> la tempestad, y este es principalmente<br />
el tiempo <strong>de</strong> llamar á Jesús en nuestro austlio, y <strong>de</strong>cirle;<br />
Señor, salvadnos, porque si no, somos perdidos. Volvamos<br />
A nuestro Evangelio.<br />
Espiritados los discípulos , se llegan á Jesús, y le <strong>de</strong>spiertan<br />
, diciéudole : Señor , apresuraos á socorrernos;<br />
¿queréis que perezcamos? Salvadnos pronto, porque si<br />
no , somos perdidos. El Señor que queria que le rogasen,<br />
les respon<strong>de</strong> con un aire dulce y sereno, que <strong>de</strong>mostraba<br />
bien que ej sueño natural, pero voluntario, no le habla<br />
{pillado <strong>de</strong> la vista el peligro, que habla resuello bacer<br />
que cesase por medio <strong>de</strong> un insigne milagro: ¿ Qué<br />
teméis, ó dón<strong>de</strong> está vuestra fé? Por poca que tuvieseis,<br />
mientras eslais conmigo ¿qué tenéis que temer? No con<strong>de</strong>na<br />
aquí Jesús ia súplica <strong>de</strong> sus discípulos , sino su poca<br />
tírmeza y confianza. Las tentaciones, las persecuciones,<br />
los diversos accklenles <strong>de</strong> la vida, pae<strong>de</strong>n ro<strong>de</strong>arnos, agitarnos;<br />
pero el Salvador no tiene masque hablar para disipar<br />
la tempestad. Si no lo ha hecho siempre tan pronto<br />
como querríais , lo hace siempre al tiempo que nos conviene,<br />
cuando no ponemos obstáculos á ello. Parece que<br />
el Señor duermo cuando <strong>de</strong>ja á sus elegidos, á sus amados<br />
discípulos , á su Iglesia misma en la tribulación y en<br />
las adversida<strong>de</strong>s ; pero su paciencia, que nosotros tomamos<br />
con frecuencia por un sueño, no es involuntaria: Dios<br />
no permite las adversida<strong>de</strong>s , los acci<strong>de</strong>ntes funestos, sino<br />
para su gloria y para nuestra salvación. En efecto , no<br />
bien hubo el Salvador dado esta pequeña reprensión á sus<br />
discípulos, la cual era una lección para nosotros , cuando<br />
se levantó, habló como Señor al viento y á las olas ,<br />
les mandó que se apaciguasen y en la misma hora calmó<br />
ta* aguas é hizo cesar la tempestad. Entonces fué cuando<br />
el temor <strong>de</strong>l naufragio y <strong>de</strong> la muerte se cambió en admiración.<br />
Esta subitánea calma <strong>de</strong>l mar sorprendió <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
'lu>go á los que fueron testigos <strong>de</strong> ella. El respeto y la veneración<br />
sucedieron al espanto, y vueltos en sí <strong>de</strong> su<br />
'hombro , csclamaron : ¿Quién es este hombre maravilloso<br />
(pK> manda con tanta autoridad á los vientos y á las<br />
(|las, que en el momento que les ha hablado todo ha quedado<br />
en calma?<br />
, | 08 admiramos, ó Salvador mió , <strong>de</strong> veros mandar así<br />
^.vientos y al mar, sin advertir que el imperio que<br />
'Jareéis sobre nuestros corazones, en virtud <strong>de</strong> vuestra<br />
S'acia , oS nmcijo mns admirable todavía. El mió, vos lo<br />
P*18 i está como un mar siempre agitado por el movia<br />
lenl0 <strong>de</strong> las pasiones que reinan en él: mandadlas que se<br />
tad*"^* • d^ q'K! te calma suceda á la lempes-<br />
' Y que yo no siga mas que las dulces y pacíficas in*<br />
Pasiones <strong>de</strong> vuestro amor.<br />
la o)<br />
<strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> esle dia es como sigue:<br />
l>cus<br />
' fm nos tu tuntis O Dios, que wtfcis que<br />
EPIFANIA.<br />
perimUs constitutos, prohumana<br />
ms fragilüatcnon jsosse<br />
subsistiré: da nobis salutem<br />
mentis clcorporis,ut ea,<br />
quop propmatis rmlris palivmr,<br />
leadjuvanle vincamus.<br />
Per Dominum nostnm...<br />
45<br />
siendo tan flacos no po<strong>de</strong>mos<br />
subsistir Mi medio <strong>de</strong><br />
tantos peligros como nos<br />
cercan; conce<strong>de</strong>dnos la salud<br />
<strong>de</strong>l alma y <strong>de</strong>l cuerpo á fin<br />
<strong>de</strong> que sobrepujemos, con<br />
vuestra asistencia , los males<br />
que sufrimos por nuestros<br />
pecados. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo, etc.<br />
La Epístola es <strong>de</strong>l capitulo i 3 <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong> san Patío ÍÍ<br />
los Romanos.<br />
Fra(res:Nemini quidqnnm Hermanos mios : Cuidad<br />
<strong>de</strong>beatis, nisi ut invicem áili- <strong>de</strong> no <strong>de</strong>ber nada á nadie,<br />
gatis:quienim düigitproxi- masque una caridad mu-<br />
ÍJ.'ÍO)) , legem imj<strong>de</strong>iit. Nam.: lúa; porque el que ama á<br />
Nonadullerabis: Nonocd<strong>de</strong>s: su prójimo ha cumplido la<br />
Non furaberis : Non falsum ley. En efecto , no cometeleslimomum<br />
dices: Non con- rás aduiturio , no harás hocupisces;<br />
ct si quod est aliud micidio, no robarás nada,<br />
mandatum, in hoc verbo ñis- no levantarás falso testimotauralur:<br />
Diliges proximum nio , no codiciarás cosa altüum<br />
sicul teipsum. Dilertio guna , y cualquiera oíro<br />
proximimalumnonoperalur mandamienlo que sea, so<br />
Plenitudo crjo legis esí di- contiene todo en esta palalectio.<br />
bra: Amarás á tu prójimo<br />
como á tí mismo. El amor<br />
<strong>de</strong>l prójimo no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> obrar<br />
nada que pueda dafiaile.<br />
Asi, toda la plenitud <strong>de</strong> la<br />
ley consiste en el amor.<br />
El Apóstol acababa <strong>de</strong> exhortar á los líeles <strong>de</strong> Roma á<br />
que obe<strong>de</strong>ciesen á los príncipes <strong>de</strong> la tierra, á pagarles el<br />
tributo, y á dar no soloá las potesta<strong>de</strong>s , sino también á<br />
toda especie <strong>de</strong> personas , todo lo que les es <strong>de</strong>bido ; por<br />
tanto concluye por estas palabras: Cuidad <strong>de</strong> no <strong>de</strong>ber á<br />
nadie, mas que una caridad mutua.<br />
REFLEXIONES.<br />
«Cuidad <strong>de</strong> no <strong>de</strong>ber nada á nadie, mas que una caridad<br />
mutua.» La caridad es una <strong>de</strong>uda inestinguible , que<br />
aun cuando siempre esté cumpliéndola el verda<strong>de</strong>ro cristiano,<br />
no se <strong>de</strong>sempeña jamás <strong>de</strong> ella. La caridad es una<br />
obligación <strong>de</strong> toda la vida. No hay ninguno <strong>de</strong> nuestros<br />
hermanos á quien no <strong>de</strong>bamos amar; ninguno, sea el que<br />
quiera, á quien no <strong>de</strong>bamos amar siempre. Pue<strong>de</strong> hacerse<br />
indigno <strong>de</strong> mi amor por su conducta irregular, viciosa,<br />
maligna , ingrata y aun escandalosa ;.pero nunca podria<br />
<strong>de</strong>scargarme déla obligación <strong>de</strong> amarle.. Yo puedo <strong>de</strong>saprobar<br />
su conducta , con<strong>de</strong>nar sus malas costumbres;<br />
pero no por eso estoy ménos obligado á amar su persona.<br />
Es este un <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> religión , y no hay nada que pueda<br />
dispensarme <strong>de</strong> él. Reclamen contra este <strong>de</strong>ber el amor<br />
propio y la razón humana ; él es un mandamienlo semejante<br />
al <strong>de</strong> amar á Dios, tan positivo, tan preciso, tan permanente,<br />
tan indispensable. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que este <strong>de</strong>ber<br />
indispensable caracteriza en algún modo nuestra religión:<br />
¡ buen Dios ! ¡Qué dulce paz , qué tranquilidad , qué humanidad<br />
habría en la vida civil , si se guardase este precepto!<br />
Guerras, diferencias, procesos, enemista<strong>de</strong>s, zelos,