Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

e, quia forlior mhis erai,
et apertis osliis, exiüvit:
honc aulem cum apprehendissemus
, inlmogarimus,
quisnam essct adokscens, et
noluit indicare, mhis: hujus
rei lestes snmus. Credidü eis
muhitndo quasi senibus et
judicibtis jiopuli, el condemnaverunt
eam ad morlcm.
Exclamavit autem voce magna
Susanna, et dixit: Deus
atlerne, qui ahscondilorum escognitor,
qtd nosli omnia
antequam fiant, ÍM scts quo~
niamfalsum leslimonium tulerunl
contra me: et ecce morior,
c-m nihil honm fecenm,
qua' isli malitiose composuerunt
adversum me.
Exaudmt autem Dominus
vocem ejus. Cumque duceretur
ad mortem, suscilavit
Dominus spirilum sarictum
pueri junioris, cujus nomen
Daniel: et exdamavit voce
magna : Mundus ego suxn a
sanguine hujus. Et conversus
omnis populus ad eum,
dixit: Quis est islc scrmo,
quem tu loculus es? Qui cum
staret in medio eorum, ail:
Sic falui filii Israel, nonjudicantes,
ñeque quod verum
est cognoscenles, condemmslis
(iliam Israel? Revertimini
ad judicium, quia [alsum
lesíirnonium loculi sunt adversus
eam. Reversus est er~
go popuhs cum fcslinalione.
Et dixit ad eos Daniel: Sepárale
illos ah invicem procul,
ctjudicabo eos. Cum ergo
divisi essent alter ab altero,
vocavil unum de eis, et
dixit ad eum : Invetérate dierum
malorum, nunc veneruntpeccala
tua, quwoperaharis
prius, judicans judicia
injusta, innocentes opprimens,
et dimittens noxios,
dicenle Domino: Innocenlem
et justum non interfides.
Nunc ergo si vidisti eam, dic
sub qua arbore videris eos
colloquentes sibi. Qui ail :
Sub schino. Dixit autem Daniel:
Recle menlüus es in capul
tuum. Écce enim Angelus
Dci, accepla senlentia ab eo,
scindel te médium. Et, amoló
eo, jussil venire alium, et
DE CUAKESMA.
Levanlándoso los dos viejos
o» medio del pueblo, pusieron
sus manos sobre la
cabeza de Susana, la cual,
llorando, levantó sus ojos
al cielo, porque su corazón
estaba lleno de confianza en
el Señor. Entonces dijeron
los viejos: Cuando nos paseábamos
solos en el jardín,
entró esta mujer sola con
dos criadas, y habiendo hecho
cerrar las puertas del
jardín las despidió , y un
jóven que estaba oculto,
vino adonde estaba, y cohabitó
con ella. Nosotros que
estábamos entonces en un
ángulo del jardín, viendo
una acción tan inicua, nos
fuimos corriendo á ellos, y
les sorprendimos en el crimen.
No pudimos prender
al jóven, porque tenia mas
fuerza que nosotros, y habiendo
abierto la puerta, se
marchó; mas habiendo cogido
á esta, la preguntamos
quién era aquel jóven, y
ella no nos lo ha querido
decir; de todo lo cual somos
nosotros testigos. Todo
el pueblo les creyó, como
que eran ya ancianos y jueces
del pueblo, y condenaron
á muerte á Susana. Entonces
Susana , dando un
gran grito esclamó, y dijo:
Dios eterno, tú que penetras
lo que hay mas escondido,
y conoces todas las
cosas aun antes que sucedan
; tú sabes que han levantado
un falso testimonio
contra mí; y sin embargo
yo muero sin haber cometido
nada de lo que maliciosamente
han fraguado
contra mí. Oyó el efior
sus plegarias, y cuando se
la conducía á la muerte,
suscitó el espíritu santo de
un nifio llamado Daniel, el
cual á grandes voces esclamó:
Yo soy inocente de la
sangre de esta mujer. Todo
el pueblo se volvió á él, y
le dijo: ¿Qué quiere decir
lo que acabas de pronunciar?
Kstando en pié Daniel
en medio de ellos, les dijo:
¿ Inseusafos hijos de Israel,
dixit d: Cernen Chanaan, et
non Juda, species decepit te,
el concupiscenlia subverlit
cor tuum: sic faciebatis fdiabus
Israel, et UICB timenles
loquebantur vobis; sed filia
Juda non suslinuil iniquilalem
veslram. Nunc ergo dic
mihi, sub qua arbore cornprehendeñs
eos loquenles sibi
? Qui ait: Sub prino. Dixit
autem et Danid: Recle
mentitus es et tn in capul
tuum: manet enim Angelus
Domini, gladium hubens , ut
secel le médium, el inlerfidat
vos. Exdamavit ilaque omnis
coetus voce magna, et benedixerunt
Dcum, qui salval
speranles in se. El consurrexcrunt
adversus dúos séniores
(convicerat enim eos Danid
ex ore suo fulsum dixisse
tesíunonítím) feceruntgue
eis sicul male egerant adversus
proximum: et interfecerunt
eos, elsalvalus est sanguis
innoxius in die illa.
109
así sin examinar la verdad,
ni conocerla, habéis juzgado
y condenado á osla hija
de Israel ? Volved á juzgarla
de nuevo, porque se ha
dicho un falso testimonio
contra ella. El pueblo volvió
inmediatamente, y Daniel
les dijo : Separad léjos al
uno del otro, y yo les preguntaré.
Habiéndolos, pues,
separado, llamó á uno de
ellos y le dijo: Viejo cargado
de iniquidades, los pecados
que has cometido en
otro tiempo van á caer sobre
11, tú que hacías juicios injustos,
que oprimías á los
inocentes, que absolvías los
culpables, no obstante que
haya dicho elSeílor: No harás
morir al inocente y al
justo. Ahora, pues, si has
sorprendido á esta mnjer,
dime: ¿bajo de qué árbol
les viste hablando entre sí?
Y él le-respondió: Bajo de
un lentisco. Dijole Daniel:
Justamente va á caer tu
mentira sobre tu cabeza;
porque hé aquí el ángel del
Señor, quesera el ejecutor
del decreto que el Señor ha
pronunciado contra tí. Soparado
aquél, mandó venir
al otro, y le dijo: Raza de
Canaan y no de Judá. la
hermosura te ha seducido,
y la pasión le ha pervertido
el corazón; así os conducíais
con las jóvenes de Israel,
y ellas temiéndoos se
entregaban á vosotros; pero
esta hija de Judá no ha po -
dido sufrir vuestra malicia;
ahora, pues, dime: ¿bajo
de qué árbol les habéis sorprendido
cuando se hablaban?
Y él le respondió: Bajo
de una carrasca. Dijole Dariel
: Justamente va también
á caer tu mentira sobre tu
cabeza; porque el ángel del
Señor está pronto , y tiene
la espada para hendiros por
medio y haceros morir. Inmediatamente
toda la asamblea
proi umpió en grandes
voces, bendiciendo á Dios
que salva á los que esperan
en él; y se sublevaron contra
los dos viejos (les había