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Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DESPUES DE<br />

mas perfecta y la mas heroica virtud; solo la religión<br />

cristiana es la que pue<strong>de</strong> hacer esto milagro. Ella le ha<br />

hecho: ¿y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene que tío continúa en nosotros<br />

estas maravillas? Nosotros pertenecemos á la misma<br />

religión, tenemos la misma fé su virlad no pue<strong>de</strong> envejecer:<br />

leñemos aun sohre los primeros cristianos la ventaja <strong>de</strong><br />

sus buenos ejemplos: ¿somos, pues, tales que po<strong>de</strong>mosser<br />

propuestos como mo<strong>de</strong>los? La doctrina cristiana (pie hacemos<br />

profesión <strong>de</strong> creer y <strong>de</strong> seguir no ha <strong>de</strong>generado <strong>de</strong><br />

su pnmer espíritu. Somos, pues, nosotros los que <strong>de</strong>generamos<br />

<strong>de</strong> aquellos que el Apóstol, la Iglesia, Jesucristo<br />

mismo nos propone por mo<strong>de</strong>los. Nosotros! tenemos la dicha<br />

<strong>de</strong> haber nacido en la Iglesia, <strong>de</strong> haber mamado la religión<br />

cristiana, por <strong>de</strong>cirlo así, con la leche; ¿ y cuántos<br />

cristianos <strong>de</strong>sacreditan hoy el cristianismo por la irregularidad<br />

<strong>de</strong> su conducta y la corrupción <strong>de</strong> sus costumhres?<br />

«.Cuántos se bailarán entre la multitud <strong>de</strong> cristianos <strong>de</strong>l<br />

dia, que se puedan proponer por mo<strong>de</strong>los?¿.0ué <strong>de</strong> gentes<br />

<strong>de</strong> toda edad, <strong>de</strong> todo sexo, <strong>de</strong> toda condición, que no<br />

tienen <strong>de</strong> cristianos cuasi mas qne el baulismo? Un espíritu<br />

<strong>de</strong> ambición, <strong>de</strong> interés, <strong>de</strong> vanidad, sofoca cuasi (odo<br />

el espíritu <strong>de</strong> religión; las pasiones reinan con impet io en<br />

los corazones que se abandonan al placer, ¿y Jesucristo<br />

reina en el corazón <strong>de</strong> todos los fieles? ¡O Dios mió! ¡qué<br />

Pequeño <strong>de</strong>be ser el número <strong>de</strong> los elegidos!<br />

El Evangelio es <strong>de</strong> san Maleo cap. 13.<br />

In illo tempore: Dixil Jesús<br />

turbis parabolam hanc:<br />

Shnile est regnum mlorum<br />

grano simpis, quod accipiens<br />

homo, seminavit in ayrosuo:<br />

fjwd minimum qui<strong>de</strong>m est<br />

ómnibus seminibus: enm atítem<br />

crexeril, majus est ómnibus<br />

okribus , et fu arbor,<br />

ila ta votucres míi veniant,<br />

M habiienl in ramis ejus.<br />

Aliam parabolam lomtus est<br />

vis: Simile, est regnum codo-<br />

>'um fermento, quod acceptum<br />

ww/icr ahscondit in farinm<br />

S(ttis tribus, doñee fermenta-<br />

'«ÍW est totum. Ucee omnia<br />

heutus est Jesús inparabolis<br />

turbas: et sine parabods<br />

nou loquebatur eis i ut ím-<br />

Vlereiur qmd diclum eral<br />

per Prophclam úicentem:<br />

AP,ewm eructaba abscondita<br />

a ''onstitutione mundi.<br />

En aquel tiempo, se dirigió<br />

Jesús al pueblo con esta<br />

parábola: El reino <strong>de</strong> los<br />

ciclos es semejante á la<br />

grana <strong>de</strong> la mostaza , que<br />

tomó un hombre y la sembró<br />

en su campo , la cual<br />

siendo la mas pequeña <strong>de</strong><br />

todas las semillas, cuando<br />

ha crecido es la mayor do<br />

todas las plañías, y llega á<br />

hacerse un árbol, <strong>de</strong> suerte<br />

que los pájaros <strong>de</strong>l cielo<br />

vienen á posar sobre- sus<br />

ramas. Otra parábola les<br />

propuso también : El reino<br />

<strong>de</strong> los cielos es semejante á<br />

la levadura, que una mujer<br />

toma y pone en fres medidas<br />

<strong>de</strong> harina , hasta que<br />

toda hi masa está fermcnlada.<br />

Todas oslas parábolas<br />

dijo Josus al pueblo, y nunca<br />

lo hablaba sin parábolas,<br />

á fin <strong>de</strong> que se cumpliese lo<br />

que babia dicho el Profeta :<br />

Yo hablaré en parábolas:<br />

yo publicaré cosas que hati<br />

estado ocultas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación<br />

<strong>de</strong>l mundo.<br />

MEDITACION.<br />

Sobre el pensamiento <strong>de</strong> la múrele.<br />

PUNTO MUMISRO.—Consi<strong>de</strong>ra que no hay cosa masápro-<br />

LA EPIFANÍA. . 55<br />

pósito para <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> los bienes y do los placeres<br />

<strong>de</strong> esta vida quo la meditación do la muerte. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse<br />

que el pensamiento <strong>de</strong> la muerte hace poco mas ó menos<br />

el mismo efecto sobre el corazón y sobre el espíritu,<br />

que la misma muerte. Él quita la máscara al mundo, <strong>de</strong>scubre<br />

todos los falsos resplandores que <strong>de</strong>slumhran , <strong>de</strong>ja<br />

percibir el vacío <strong>de</strong> todo lo que llama la atención , da A<br />

conocer el veneno <strong>de</strong> todo lo que encanta , hace sentir la<br />

amargura <strong>de</strong> todo lo quese llama placer. Entre otros muchos<br />

y gran<strong>de</strong>s frutos que se pue<strong>de</strong>n sacar <strong>de</strong> la meditación <strong>de</strong><br />

la muerte, uno délos principales es el pensar que cuando<br />

uno está á punto <strong>de</strong> morir, viene la sabiduría, por <strong>de</strong>cirlo<br />

así, <strong>de</strong> lodos los eslremos <strong>de</strong>l mundo á la cabecera <strong>de</strong>l<br />

moribundo; es <strong>de</strong>cir, que cuantas criaturas hay en el universo<br />

predican entonces la verdad pura, sin velo, sin disfraz,<br />

y le hacen ver sin nieblas , y conocer sin confusión,<br />

que nada hay en esta vida mas digno <strong>de</strong> un hombre no<br />

solamenie crisiiano , sino racional, que amará Dios, servirle<br />

y agradarle ; que todo lo <strong>de</strong>más no es otra cosa que<br />

vanidad y locura ; y pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que todas las criaturas<br />

vienon á <strong>de</strong>scubrirle su nada y su indigencia, y á <strong>de</strong>cirle<br />

todas que la mas insigne <strong>de</strong> todas las eslravagancias<br />

es el apegarse durante la vida á otras cosas que á Dios<br />

solo. En esto conviene el sentido común <strong>de</strong> los buenos y<br />

<strong>de</strong> los malos. Todos convienen entonces que nada pue<strong>de</strong><br />

contentar nuestro corazón masque Dios solo ; que no hay<br />

verda<strong>de</strong>ra paz , verda<strong>de</strong>ra dulzura , verda<strong>de</strong>ro placer,<br />

verda<strong>de</strong>ra sabiduría , verda<strong>de</strong>ro mérito , mas que en el<br />

servicio <strong>de</strong> Dios. La muerte hace caer el velo á todos los<br />

objetos criados, y <strong>de</strong>struye su prestigio. ¡Qué bello punto<br />

<strong>de</strong> vista es el lecho <strong>de</strong> la muerte I Des<strong>de</strong> allí se ve que el<br />

nacimiento mas ilustre, el puesto mas elevado, la dignidad<br />

mas brillante, los placeres mas tentadores, los tesoros mas<br />

ricos, y la prosperidad mas seductora, nada tienen <strong>de</strong> sólido,<br />

nada <strong>de</strong> estable, nada <strong>de</strong> satisfactorio; nombres gran<strong>de</strong>s,<br />

brillo superficial, opinión popular, i<strong>de</strong>a arbitraria <strong>de</strong><br />

una felicidad imaginaria ; hé aquí lo que hay <strong>de</strong> real en<br />

todo lo que encanta durante la vida : en la muerte disipándose<br />

las tinieblas , presentándose t)das las criaturas<br />

sin máscara y sin disfraz , quedando libres la razón y la<br />

religión, los mas-libertinos y los mas impíos piensan como<br />

los mas justos ; pero ¡ qué efectos tan contrarios producen<br />

sus conocimientos ! Estos , llenos <strong>de</strong> reconocimiento á la<br />

bondad divina , poseídos <strong>de</strong> una dulce confianza en su<br />

misericordia, están contentos por haber llevado una vida<br />

cristiana, sienten una alegría la mas pura por no haberse<br />

<strong>de</strong>jado <strong>de</strong>slumhrar <strong>de</strong> tantas brillantes apariencias, mientras<br />

que, aquellos, reconociendo su eslraña locura , se entregan<br />

á la rabia y á la <strong>de</strong>sesperación , por habei se engañado<br />

tan groseramente, y haber errado el camino.<br />

PUNTO SEGUNDO.—Consi<strong>de</strong>ra que en la muerte todos lienon<br />

espíritu crisiiano; el mismo efeclohace elpensamienlo<br />

conlinuo déla muerte , con osla diferencia , que el corazón<br />

so penetra <strong>de</strong> él cmmdo uno se acerca con frecuencia<br />

á estas gran<strong>de</strong>s verda<strong>de</strong>s durante la M'da. No solamente<br />

el moribundo es el que piensa <strong>de</strong> no modo tan justo,<br />

los que le sobreviven razonan también con sabiduría. Todos<br />

creen que el que muere no merece eslima , ni alabanzas,<br />

sino por las buenas obras que ha hecho y por la vida<br />

cristiana que ha llevado. ¿Se atreveria nadie para consolar<br />

á un padre en la muerte <strong>de</strong> su hijo, á una viuda en al<br />

muerte <strong>de</strong> su esposo, á un hi jo en la muerte <strong>de</strong> su padre,

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