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DE CUARESMA.<br />
nuíicion Jcl <strong>de</strong>sarroglo Knlonces l.i razón se ofusca, y et JACUUTOÍUAS. Señor, no permitáis que yo cienejamás<br />
los ojos á las luces <strong>de</strong> la gracia. (Luc. 18.)<br />
nlma no siente ya dolores; la fe no obra, sus ojos so cstinguen,<br />
y llega á quedarse ciega, óá lo menos las tinieblas<br />
espesas qiieoüiisan las pasiones la impi<strong>de</strong>n ver la luz, <strong>de</strong> esta ceguera moría!. {Psalm. 12.)<br />
Iluminad, Señor, mis ojos, y libradme para siempre<br />
y en medio <strong>de</strong>es!as <strong>de</strong>nsas (¡nieblas el alma se amodorrare<br />
duerme, l'or mas que se advierta, que se clame,<br />
PROPÓSITOS.<br />
que se baga un gran ruido, el alma está en una especie<strong>de</strong><br />
letargo espiritual. La sor<strong>de</strong>ra acompaña á la ceguera;<br />
aunque los truenos crujan, aunque caiga el rayo á lospiéf,<br />
como no percibe los relámpagos, aun onndo oiga algún<br />
tanto el ruido, siempre cree que el trueno suena distante<br />
<strong>de</strong>ella. De aquí proce<strong>de</strong> una insensibilidad funesta, que<br />
se convierte muy pronto en un terrible endurecimiento,<br />
EnUinces las verda<strong>de</strong>s mas espantosas <strong>de</strong> la religión, las<br />
amenazas mas terribles, los mas horribles acci<strong>de</strong>ntes no<br />
mueven. jQné estado, buen Dios, mas funesto! ¿y qué esperanza<br />
queda <strong>de</strong> conversión?<br />
PUNTO SEGUNDO.—Consi<strong>de</strong>ra que hay dos géneros <strong>de</strong><br />
ceguera espirilual^la una que es pecado, y la otra que es<br />
el efecto y el castigo <strong>de</strong>l pecado. La primera es una rebelión,<br />
una resistencia actual á las ilustraciones saludables y<br />
á las piadosas mociones <strong>de</strong> la gracia, cuando el pecador<br />
cierra voluntariamente los ojosa esta luz viva, y endurece<br />
su conuon contra sus mas fuertes impresiones. La segunda<br />
es el hábito contraido por esta resistencia frecuente<br />
y este es propiamente «n estado <strong>de</strong> ceguera á que el pecador<br />
se ha reducido por su obstinación criminal. A fuerza<br />
tle cerrar los ojos á las luces <strong>de</strong> la gracia permite Dios<br />
que que<strong>de</strong>n, por <strong>de</strong>cirlo así cerrados. ¿Quéestado, Señor,<br />
'ñ mas <strong>de</strong>sgraciado, ni mas espantoso? Se <strong>de</strong>sespera <strong>de</strong>un<br />
enfermo cuando se le ve caido en un letargo que le priva<br />
<strong>de</strong> todos los sentidos; ¿quedará mucha esperanza <strong>de</strong> salud<br />
en un pecador sepultado en una ceguera que le hace insens<br />
ble? Todo pecador es ciego, porque al fin si viese la<br />
justicia y la sanli ad <strong>de</strong>l mandamiento que se viola, la<br />
majestad, la bondad <strong>de</strong>l Dios á quien se ofen<strong>de</strong>, el rigor<br />
<strong>de</strong>í castigo que se merece, !a <strong>de</strong>sgracia en que se precipita<br />
y la enormidad <strong>de</strong>! crimen que se comete, ciertamente<br />
no habria pecador alguno; pero la pasión ciega, y sesaeriücasu<br />
<strong>de</strong>ber, su reposo, sus propios intereses, su salud<br />
misma, la pasión. Pero á lo ménos esta ceguera común á<br />
lodos los pecadores no es mas que acci<strong>de</strong>ntal, pasa; pero<br />
cuando uno es ciego por elección, y <strong>de</strong> propósito <strong>de</strong>liberado;<br />
cuando se cierran los ojos á la luz <strong>de</strong> la gracia, y<br />
por fin, cuando en castigo <strong>de</strong> nna malicia tan marcada <strong>de</strong>ja<br />
Dios al alma en esta horrorosa ceguedad que ella misma<br />
se ha atraído, ¿quién la impedirá que caiga en el<br />
precipicio? ¿Estrañarémos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto que aquellas<br />
terribles verda<strong>de</strong>s que han hecho tantos penitentes ilustres<br />
en lodos los estados, aquellas verda<strong>de</strong>s que hm convenido<br />
los mas insignes pecadores y las naciones mas<br />
bárbaras, que aquellas gracias tan po<strong>de</strong>rosas, que han hecho<br />
tantos millones <strong>de</strong> mártires, no muevan ya al pecador,<br />
que ha caido en una ceguera tan profunda? ;A cuán-<br />
'os<strong>de</strong> estos ciegos <strong>de</strong>sgraciados se les ha visto morir en<br />
"na insensibilidad asombrosa!<br />
¡Ah, Señor! que vengan sobro mí todas las <strong>de</strong>sdichas<br />
d« la vida antes que esta ceguera, Castigadme <strong>de</strong> todos<br />
'«odos, con tal d.1 que m tenga la <strong>de</strong>sgracia d i vivir y <strong>de</strong><br />
lll(>rir ciego. Nada OÍ ha costado el dar la vista á aquel<br />
M'ie había nacido cii>go. Curad por vuestra misericordia<br />
ttti ceguera.<br />
1 Puesto que no hay mayor <strong>de</strong>sgracia en esta vida que<br />
la ceguera espiritual , no temamos nada tanto como esta<br />
<strong>de</strong>sgracia. Por mas incurable que sea en sí, no lo es con<br />
respecto al Médico divino <strong>de</strong> nuestra alma ; pero es preciso<br />
que el alma quiera curar. Kl Salvador no ignoraba que<br />
el ciego que clamaba con tanta vehemencia, á su paso por<br />
el camino <strong>de</strong> Jericó , pedia que le volviese la vista; sin<br />
embargo no quiso dársela hasta <strong>de</strong>spués que le hubo dicho<br />
: «Señor, que vea.» Ilacedle lodos los dias esla misma<br />
y tan corla oración. Mediladdiariamente alguna délas<br />
gran<strong>de</strong>s verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestra religión; y cuando advirtiereis<br />
que os mueven poco , temed no sea principio <strong>de</strong> una<br />
ceguera <strong>de</strong> vuestra alma, que imporla prevenir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
principio.<br />
2 Consi<strong>de</strong>rad cuál es e! caso que hacéis <strong>de</strong> las prácticas<br />
mas ordinarias <strong>de</strong> la piedad. La ceguera espiritual nace<br />
muchas veces <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scuidos lijeros sobre los mas pequeños<br />
<strong>de</strong>beres. Todo se <strong>de</strong>be temer en materia <strong>de</strong> salvación,<br />
cuando se hace poco caso <strong>de</strong> las cosas pequeñas. Un<br />
mal <strong>de</strong> ojos parece ordinariamente que no es gran cosa;<br />
mas si continúa á pesar <strong>de</strong> los remedios, corre mnchoi iesgo<br />
el per<strong>de</strong>r la vist,i. La negligencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>beres pequeños<br />
parece <strong>de</strong> muy poca consi<strong>de</strong>ración ; pero si <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> laníos medios saludables sin fruto alguno; si continúa<br />
la negligencia y la tibieza ; si violáis vurslras reglas,<br />
vuestras prácticas <strong>de</strong> piedad sin remordimienlo; si<br />
no reparáis las consecuencias que pue<strong>de</strong>n seguirse <strong>de</strong><br />
esas frecuentes infi<strong>de</strong>lida<strong>de</strong>s en el servicio <strong>de</strong> Dios ; si no<br />
os-sentís movidos <strong>de</strong> las pequeñas fallas que son ordinarias<br />
en vosotros ; si <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantas confesiones, comuniones<br />
y meditaciones sin enmienda y sin fruto estáis tranquilos,<br />
tcuied caer en esta ceguera.<br />
JUEYES CUARTO Di; CUARESMA.<br />
1.a intención <strong>de</strong> la Iglesia en todos estos dias ha sido el<br />
ocuparnos en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> una nueva vida, queJesucristo<br />
pue<strong>de</strong> procurarnos por su muerte. Esto es lo que<br />
la ha hecho elegir para las Epístolas y Evangelios <strong>de</strong> la<br />
misa <strong>de</strong> estos dos dias, asuntos propios para hacernos ver<br />
que él solo es el que vivifica y el que resucita.<br />
& introito <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia está lomado <strong>de</strong>l salmo<br />
104, que es un cántico <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias por lodos<br />
los beneficios <strong>de</strong> que el Señor habia colmado á la nación<br />
judia, y <strong>de</strong> los que hace aquí el Profeta un compendio.<br />
Fué compuesto por David con motivo <strong>de</strong> la traslación <strong>de</strong>l<br />
arca, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Obe<strong>de</strong>don al tabernáculo ú oralorio<br />
que se le habia preparado en Sion. Es'.e salmo tiene<br />
por título esta palabra (rAllelnya.» que significa «alabad<br />
al Señor. Ilallelu,» significa en hebreo «alabad;» y «la,»<br />
el Señor. La misa comienza por estas palabras: «Regocíjese<br />
el corazón <strong>de</strong> los que buscan al Señor. Buscad al Señor,<br />
y tened ánimo contra todos los acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la vida ;<br />
aplicaos constantemenic á merecer sus miradas. Cantad<br />
sin cesar las alabanzas <strong>de</strong>l Señor; invocad su nombre;<br />
haced conocer la gran<strong>de</strong>za y la esceloncia <strong>de</strong> sus obras á