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dulce consolación <strong>de</strong> vuestra<br />
gracia. Por nuestro Séflor,<br />
etc.<br />
La Epístola es sacada <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong>l apóstol san Pallo<br />
á los Cálalas, cap. 4.<br />
Fralres, Scriplum<br />
est:<br />
Quoniam Abraham dúos filios<br />
habuit: umm <strong>de</strong> anciüa,<br />
el unum <strong>de</strong> libera. Sed qui <strong>de</strong><br />
(iiuilla, secundum camera<br />
mtus est: qui aulem <strong>de</strong> libera<br />
, per repromissionem:<br />
quoe sunt per allegoriam dicta.<br />
IIwc enim stmi dúo testamenta.<br />
Umm qui<strong>de</strong>m in<br />
monte Sina in servitutem gencrans:<br />
quoe est Agar: Sina<br />
enim mons est in Arabia, qui<br />
conjunctus est et, qm mine<br />
est Jerusalem, el servil cu m<br />
filiis suis. Illa autem, quw<br />
sursum est Jerusalem, libera<br />
est: qua¡ est maler nostra.<br />
Scriplum est enim: Lcetare,<br />
slerilis , quw non paris :<br />
crumpe, et clama, quee non<br />
pariuris : quia mulli filii <strong>de</strong>serta'.,<br />
magis quam ejus, quw<br />
haba virum. Nos aulem,frases<br />
, secundum Isaac pi'ofnissionis<br />
filii sumus. Sed<br />
quomodo tune is, qui secundum<br />
carncm natus fuerat,<br />
persequebatur eum, qui secundum<br />
spirilnm i ila ct<br />
mnc. Sed quid dkit Sa ipta-<br />
Hermanos mios: Está escrito<br />
que Abrahara tuvo dos<br />
hijos, uno <strong>de</strong> la esclava , y<br />
otro <strong>de</strong> la que era libre; pero<br />
el que tuvo déla esclava,<br />
nació según la carne; y el<br />
que nació <strong>de</strong> la que cni libre,<br />
fué en virtud <strong>de</strong> la promesa<br />
; y estas cosas se han<br />
dicho por alegoría. Porque<br />
en esto están figurados los<br />
dos testamentos. El uno celebrado<br />
en el monte Sinaí, que<br />
engendra esclavos , el cual<br />
le representa Agár. En efecto,<br />
Sina es una montana en<br />
la Arabia , que tiene afinidad<br />
con la Jerusalen que es<br />
al píeseme, la cual es esclava<br />
con sus hijos. Mas<br />
aquella Jerusalen <strong>de</strong> lo alto<br />
es libre , y esta es nuestra<br />
madre. Porque está escrito:<br />
Alégrate, estéril,que no pares<br />
; prorumpe en gritos <strong>de</strong><br />
alegría, tú que no sientes<br />
los dolores <strong>de</strong>l parto , porque<br />
la que ha sido abandonada<br />
tiene muchos mas hijos<br />
que la que ha tenido<br />
marido. En cuanto á nosof<br />
a ? Ejice ancUlam, el filium<br />
ejus: non enim heres eril fihus<br />
ancitlai cum filio libem.<br />
tros, hermanos mios, somos<br />
los hijos <strong>de</strong> la promesa fi-<br />
gurados por Isaac. Pero co-<br />
Ilaque, fratres, non sumus mo entonces el que habia<br />
ancilUi füii, sed liberw : qua nacido según la carne, perseguía<br />
al que habia nacido<br />
libértale Christus non liberavit.<br />
según el espíritu , así también<br />
ahora. Sin embargo,<br />
¿qué es lo que dice la Escritura?<br />
Arroja á la esclava<br />
y su hijo, porque el Lijo <strong>de</strong><br />
la que es esclava no será<br />
hcie<strong>de</strong>ro con el hijo déla<br />
que es libre. Así que, hermanos<br />
mios, nosotros no somos<br />
hijos <strong>de</strong> la que es esclava<br />
sino<strong>de</strong> la que es libre, y<br />
esta libertad es la que Josu_<br />
cristo nos ha dado.<br />
Eos falsos doctores que sembraban la zizafia en la Igle-<br />
^a d^ Graiaoia, llevaban la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong>sujetar los fieles, no solo<br />
a la l(.y ¿e t¡|-Cjinc¡s¡on> jjjtio también á todas las ob-<br />
St>1vancia3 légalos, ftft gg lo que obligó á san Pablo á<br />
ItttttttK'e por la autoridad y por la razón que JesucrMo<br />
DE CUARESMA.<br />
nos habia librado <strong>de</strong> la servidumbre do la ley en la nueva<br />
alianza.<br />
REFLEXIONES.<br />
«Nosotros no somos hijos <strong>de</strong> la que es esclava,» es verdad;<br />
pero ¡cuan pocos son loscristianos que gozan hoy do<br />
la libertad do los hijos <strong>de</strong> Dios! Jesucristo rescatándonos<br />
nos ha dado esta preciosa libertad; pero ¿qué caso se hace<br />
<strong>de</strong> ello cuando se la pier<strong>de</strong> voluriariamenlo y sin pena?<br />
Esta dulce libertad que nos libra <strong>de</strong> la tiranía <strong>de</strong> las pasiones,<br />
déla servidumbre <strong>de</strong>l pecado, <strong>de</strong> la maligna sugestión<br />
<strong>de</strong> los sentidos, <strong>de</strong>l capricho estravnganle, molesto<br />
¿ imperioso <strong>de</strong>l mundo, ¿es muy estimada, muy buscada,<br />
muy amada <strong>de</strong> la mayor parle <strong>de</strong> las gentes? ¿se<br />
conocen sus frutos? ¿se reconocen todas sus ventajas? El<br />
empeño que hay por <strong>de</strong>dicarse, por <strong>de</strong>cirlo así, al servicio<br />
do tantos senores tan duros, <strong>de</strong> volverse á aprisionar<br />
en los hierros, <strong>de</strong> vivir en la servidumbre, hace ver cuán<br />
irracionales somos, cuán insensatos aun en materia <strong>de</strong> salud;<br />
se vive en el pecado sin sentimiento alguno, ¿y hay<br />
sin embargo una servidumbre mas funesta? nos entregamos,<br />
hasta nos consagramos como victimas <strong>de</strong>sgraciadas<br />
al furor <strong>de</strong> las pasiones y á los capriclios imperiosos <strong>de</strong>l<br />
mundo; ¿y hubo jamás una cautividad mas dura? Tristes<br />
esclavos <strong>de</strong> tantos tiranos diferentes, vosotros gemís en<br />
secreto y no aparecéis felices, sino mientras que podéis<br />
^ocultarnos la amargura <strong>de</strong> vuestros disgustos, el aguijón<br />
punzante <strong>de</strong> vuestros remordimientos y la abundancia do<br />
vuestras lágrimas; pero no podréis siempre ocultárnosla<br />
vista <strong>de</strong>l estado lastimoso en que gemís. Después <strong>de</strong> haber<br />
sido el juguete <strong>de</strong> las pasiones, somos en fin su víctima.<br />
¿Vívese en el pecado? ya es uno el blanco <strong>de</strong> todos los<br />
disgustos. ¿Se vive en <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong>l Señor? ¿Quién pue<strong>de</strong><br />
calmar tantos y tan justos temores? ¿quién pue<strong>de</strong> rechazar<br />
tantos acci<strong>de</strong>ntes funestos? ¿quién pue<strong>de</strong> endulzar<br />
el rigor <strong>de</strong> tan crueles alarmas? ¿qué (lia hay sereno en el<br />
servicio <strong>de</strong>l mundo? ¿qué reposo se halla bajo el yugo <strong>de</strong><br />
un tirano semejante? ¿Hubo jamás una cautividad mas insoportable<br />
que la <strong>de</strong>l que pasa su vida en servicio <strong>de</strong>l<br />
mundo? ¿qué-<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia mas universal? ¿qué sujeción<br />
mas penosa? ¿qué violencia mas servil? es preciso sub ir<br />
á unos, contemplar á otros, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> todos. Son tantos<br />
los señores como los compañeros, y en los compañeros do<br />
la misma suerte y <strong>de</strong> la misma condición ¡qué <strong>de</strong> humores<br />
estravaganles, caprichosos, insoportables, qué sufrimientos,<br />
qué sinsabores que <strong>de</strong>vorar, qué disgustos que disimular<br />
y qué <strong>de</strong>sconfianza tan justa es preciso tener! Por<br />
mas que se encubran las gentes <strong>de</strong>l mundo, por mas que<br />
los libertinos se disfracen, es muy grosero el artificio para<br />
que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrirse. <strong>Los</strong> <strong>de</strong>gustes se manifiestan al<br />
través déla máscara; sus ca<strong>de</strong>nas bacen <strong>de</strong>masiado ruido<br />
para negarnos que son esclavos. Comparemos su condición<br />
baja y servil con la dulce libertad, la inocencia, la calma<br />
y la alegría pura, llena, inalterable <strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros hijos<br />
<strong>de</strong> Dios. ¡Buen Dios! ¿no conoceremos jamás las dulzuras<br />
puras, la paz inalterable, el placer esquisito, que se<br />
gusta en vuestro servicio y que no es posible gustar en otra<br />
parte? La muerte mi^ma, cuya sola i<strong>de</strong>a es capaz <strong>de</strong> empapar<br />
<strong>de</strong> la amargura mas viva los mas dulces placen^<br />
<strong>de</strong> la vida, esta muerte no pue<strong>de</strong> alterar la paz, la dulce<br />
libertad, la felicidad anticipada <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>ras gentes;