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LA-GRAN-DESMEMORIA-PILAR-URBANO

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en qué acabaría aquella colosal enmienda a la totalidad. De pronto, el Rey se paró en seco ycontestando a una pregunta que Paddy no le había hecho dijo:—¿Que cómo se soluciona esto? Pues yo te lo voy a decir: se puede reconducir todo,absolutamente todo, formando un Gobierno de coalición o de concentración nacional, conrepresentantes de los diversos partidos, presidido por un independiente, alguien de fuera del mundopolítico, que se pusieran de acuerdo en gobernar con energía, con firmeza, y en un plazo de seismeses disolviera las Cámaras y convocase elecciones.—¿Puedo opinar?—¡Pues claro!—Me parece una atrocidad, una involución, una marcha atrás quizá irreparable en la democraciaque prácticamente estamos estrenando...El Rey tocó el timbre. Entró Sabino.—Siéntate y explícaselo a Paddy, porque al parecer yo no lo he conseguido y se cree que voy a darun golpe de Estado. ¡Está loco!Sabino expuso pausadamente, pero con gran convicción, cada paso de lo que llamó golpe de timón,desde la puesta en común de los diputados, pasando por la censura a Suárez y la investidura delnuevo presidente... Paddy hubiese opuesto ya mil pegas, pero no era discutidor; además, percibía quetanto el Rey como Sabino estaban en total sintonía y hasta orgullosos de la fórmula.—Ya están hechos los contactos, ha habido y sigue habiendo muchas conversaciones entre ellospara buscar compromisos firmes, y se perfila un hombre en el que todos o casi todos están deacuerdo: el general Armada.Paddy se quedó como bloqueado. «Esto es gravísimo —pensó—, y se lo están diciendo muy ufanosa un sociólogo, porque yo he venido hoy aquí a traer unas encuestas, y a comentar la última oleada;pero por lo que veo el Rey pasa ya de sondeos, la opinión pública le importa un bledo... Lo quequiere es sondearme él a mí y espera mi aplauso de aristócrata pelota.»—Paddy, ¿no vas a decirme qué te parece la operación?—Sí, voy a decirlo. Pero no es una opinión, es una definición: eso se llama primorriverismo. Y mepermito recordarle a Su Majestad lo que le ocurrió a su abuelo don Alfonso XIII por poner a ungeneral para reconducir la situación. Y lo primero que hizo Primo de Rivera fue anular laConstitución y los partidos, erigirse en director con un Directorio militar... Y como no tenía ni ideade economía y hacienda, ni de obras públicas, ni de sanidad... a los dos años abrió un poquito lamano y permitió que entraran tres o cuatro civiles en el Gobierno...—No le hicieron ascos los liberales, ni los republicanos, ni los socialistas, ni los ugetistas —intervino de nuevo Sabino—. Largo Caballero, Besteiro, Llaneza... Hasta Pablo Iglesias aprobó laparticipación, el «intervencionismo» lo llamaban ellos, de la UGT y del PSOE.—Ya, ya, pero la Monarquía se fue a hacer puñetas y don Alfonso XIII al exilio.—Creo que desbarras. Nada de esto está fuera de la Constitución.Al despedirse, mientras dejaba el sobre con las encuestas sobre la mesa del despacho del Rey,Paddy leyó del revés en el bloc de sobremesa que para esa tarde estaba citado Jaime Carvajal yUrquijo. Eran amigos y también cuñados: Paddy estaba casado con Isabel, la hermana de Jaime.No tenía radioteléfono en el coche, de modo que nada más llegar a su oficina le llamó por teléfono:—Jaime, tengo que verte hoy mismo. El asunto es importante, porque sé con quién vas a estar estatarde y quiero que hablemos antes.Se vieron un momento. Paddy le explicó el «proyecto» que iban a contarle en La Zarzuela. Así,cuando Jaime Carvajal subió iba ya preparado. Como tenía con el Rey la confianza de haber sido

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