Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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45a. reunión - continuación 5a. sesión extraordinaria<br />
Creemos en la integración <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> nuestras Fuerzas Armadas y que todo ciudadano tiene<br />
el <strong>de</strong>recho y el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> acudir en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Nación.<br />
Queremos crear un servicio social con hombres y mujeres, que en parte tengan como finalidad<br />
servir en nuestras Fuerzas Armadas.<br />
Asimismo, la sensación que hemos pa<strong>de</strong>cido nos lleva a hacer una pon<strong>de</strong>ración exagerada<br />
<strong>de</strong>l profesionalismo en nuestras Fuerzas Armadas. Ya en 1905, Palacios había alertado <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
estas bancas sobre el problema <strong>de</strong>l tecnicismo y sobre la necesidad <strong>de</strong> vincular al pueblo con el<br />
problema <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa, para que <strong>de</strong>jemos <strong>de</strong> creer que a través <strong>de</strong> la técnica y <strong>de</strong> la sofisticación<br />
se pue<strong>de</strong> manejar a las Fuerzas Armadas y orientar la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Nación.<br />
No pongamos el carro <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los caballos; aprendamos <strong>de</strong> nuestra historia. Por ejemplo,<br />
cuando San Martín tuvo que fabricar cañones no pidió un crédito para contratar tecnología y<br />
superar el po<strong>de</strong>río <strong>de</strong> las fuerzas españolas; buscó entre nosotros a alguien que supiera hacer<br />
fundiciones. Así es como encontró a fray Luis Beltrán, que se arremangó la sotana y se puso a<br />
trabajar para que tuviéramos nuestros cañones. Muchos habrán explotado, pero otros dieron<br />
resultado. De esta forma, libramos con éxito la batalla por nuestra in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, creyendo en la<br />
<strong>de</strong>cisión y en la justicia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa.<br />
Nosotros tenemos un concepto propio <strong>de</strong> la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>, que abarca al conjunto <strong>de</strong>l<br />
pueblo y a sus instituciones. En ese sentido, las Fuerzas Armadas son las instituciones básicas <strong>de</strong><br />
la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>. Una potencial agresión <strong>de</strong>be ser repelida por el conjunto <strong>de</strong> la Nación con<br />
todos los medios a su alcance. Debe existir una participación activa <strong>de</strong> todo el pueblo, no como<br />
<strong>de</strong>fendido sino como <strong>de</strong>fensor, no como simple receptor <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes sino como un conjunto<br />
profundamente implicado en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>. Esta es la base <strong>de</strong> nuestro<br />
futuro sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, el único posible en un mundo que se caracteriza por la presencia <strong>de</strong><br />
gran<strong>de</strong>s potencias, con enormes aparatos militares, y por la voluntad <strong>de</strong> los pueblos para obtener<br />
su <strong>de</strong>recho a la auto<strong>de</strong>terminación.<br />
El problema <strong>de</strong> la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong> incumbe a todos; ella <strong>de</strong>be ser autónoma e in<strong>de</strong>pendiente,<br />
<strong>de</strong>scartándose cualquier actitud agresiva y expansionista.<br />
Estas <strong>de</strong>finiciones, lamentablemente, no están en el texto <strong>de</strong> la ley, no obstante lo cual seguiremos<br />
luchando por nuestro objetivo.<br />
En el día <strong>de</strong> ayer, el señor diputado Conrado Storani se refirió al significado <strong>de</strong> la palabra<br />
“pueblo”. Nosotros aprendimos el papel <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong>l pueblo en el rechazo <strong>de</strong> las invasiones inglesas;<br />
ese pueblo que prefirió repeler la agresión con sus fuerzas a las telas <strong>de</strong> muselina que estaban<br />
en las bo<strong>de</strong>gas <strong>de</strong> los buques ingleses, como lo consigna Walter Scott. Nosotros aprendimos el<br />
valor <strong>de</strong>l pueblo que nos muestra la enseñanza <strong>de</strong> Belgrano en el éxodo <strong>de</strong> Jujuy; aprendimos<br />
también <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l pueblo en la organización que produjo el gobernador <strong>de</strong> Cuyo, el general<br />
José <strong>de</strong> San Martín.<br />
No <strong>de</strong>bemos olvidar las hazañas <strong>de</strong> los héroes que simbolizan al pueblo en el quehacer militar,<br />
como fueron Cabral; el tambor <strong>de</strong> Tacuarí, las mujeres <strong>de</strong> Ayohuma, los tres sargentos <strong>de</strong><br />
Tambo Nuevo, Falucho.<br />
Por eso, creemos que las enseñanzas <strong>de</strong> nuestra historia <strong>de</strong>terminan que la tropa es invencible<br />
cuando pueblo y ejército unidos llevan hacia a<strong>de</strong>lante objetivos comunes. Allí resi<strong>de</strong> la invencibilidad<br />
<strong>de</strong> los pueblos que han luchado contra la agresión exterior para conservar su <strong>de</strong>recho a la<br />
auto<strong>de</strong>terminación. Por ello, cuando <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>cidir en los mandos, preferimos quedarnos con<br />
el “tropero”, que conoce a la tropa y pue<strong>de</strong> conducirla y a quien ésta respeta.<br />
Por otro lado, cuando hablamos <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong>l terrorismo, siempre asistimos a la caza <strong>de</strong><br />
brujas. Durante parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> ayer pareció <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse que la existencia <strong>de</strong>l marxismo<br />
justifica la tortura, la violación y el ultraje, que el hecho <strong>de</strong> que exista un marginado que coloca<br />
una bomba, justifica que violemos a su madre o a su hija. Esto no lo aprendimos en la escuela<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, ni en el <strong>de</strong>recho penal, ni en la penalogía ni en la escuela <strong>de</strong> la corrección, por la que<br />
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1987-1988