Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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8 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988<br />
dirigencias y al pueblo en su conjunto conductas creativas e imaginativas, no rutinarias, afines<br />
con un programa <strong>de</strong> realizaciones que convoque a todas las energías nacionales.<br />
El componente militar <strong>de</strong>be ser incorporado a esta gran tarea, ubicándolo mediante claras<br />
directivas <strong>de</strong> manera tal que pueda asumir la responsabilidad <strong>de</strong> sostener la plena vigencia <strong>de</strong>l<br />
Estado <strong>Nacional</strong>. Por ello los <strong>de</strong>sarrollistas concebimos a la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong> como el sistema<br />
mediante el cual se garantiza la seguridad <strong>de</strong> la Nación; por el que se preserva la organización<br />
nacional, sus instituciones, su patrimonio material y espiritual y el mandato <strong>de</strong> sus autorida<strong>de</strong>s<br />
legítimas, <strong>de</strong> interferencias ilegítimas, provengan éstas <strong>de</strong> don<strong>de</strong> provinieren.<br />
De allí que el Estado <strong>Nacional</strong> disponga <strong>de</strong> la atribución constitucional <strong>de</strong> usar la fuerza conferida<br />
a las instituciones armadas, toda vez que sea un recurso inevitable frente a una agresión<br />
encaminada a <strong>de</strong>struir el Estado o a disputarle el monopolio <strong>de</strong> la fuerza.<br />
Si el po<strong>de</strong>r es por <strong>de</strong>finición la suprema potestad rectora y coactiva <strong>de</strong>l Estado, su cuestionamiento<br />
impune no es admisible, a menos que se esté dispuesto a asistir al <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l sistema.<br />
La forma <strong>de</strong> resguardarlo es asegurando el monopolio legal <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la fuerza en manos <strong>de</strong>l<br />
Estado. Obviamente, no se trata <strong>de</strong> un uso indiscriminado o que pueda ser abordado fuera <strong>de</strong>l<br />
marco <strong>de</strong> la legalidad. Pero tampoco se trata <strong>de</strong> imponer limitaciones in<strong>de</strong>bidas a la facultad <strong>de</strong><br />
utilizar todo el potencial <strong>de</strong> que dispone el Estado <strong>Nacional</strong> y su brazo armado ante un eventual<br />
intento <strong>de</strong> sustituir por medios violentos nuestras formas <strong>de</strong> vida y nuestro sistema republicano.<br />
Sólo la agitación <strong>de</strong> los fantasmas <strong>de</strong>l pasado, un pasado al que los argentinos no <strong>de</strong>seamos<br />
retornar, pue<strong>de</strong> alimentar prevenciones que conducen a ignorar nuestra propia experiencia, así<br />
como los cruentos episodios que viven otros países en don<strong>de</strong> la guerrilla y el terrorismo operan<br />
en magnitu<strong>de</strong>s antes <strong>de</strong>sconocidas, prevenciones que terminan oscureciendo una cuestión que,<br />
en <strong>de</strong>finitiva, es <strong>de</strong> sentido común.<br />
Desafortunadamente, el sentido común no es lo que abunda. El proyecto venido en revisión,<br />
como el anterior, discrimina en materia <strong>de</strong> conflictos internos, admitiendo sólo las hipótesis <strong>de</strong><br />
conflicto <strong>de</strong> carácter externo.<br />
Es preciso <strong>de</strong>jar <strong>de</strong>bidamente aclarado que en la Mesa <strong>de</strong>l Consenso hubo acuerdo en no dar<br />
tratamiento a un proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa similar al que estaba en consi<strong>de</strong>raciones en la comisión<br />
<strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Diputados.<br />
Aquí se dio a enten<strong>de</strong>r que los diez puntos consensuados coinci<strong>de</strong>n con lo establecido<br />
en el proyecto en revisión, pero en la Mesa <strong>de</strong>l Consenso ocurrió exactamente lo contrario.<br />
Precisamente, para alcanzar el acuerdo sobre los diez puntos que finalmente firmaron las fuerzas<br />
políticas, es que fue retirado aquel proyecto que, básicamente, era el mismo que <strong>de</strong>batimos hoy.<br />
Sobre ese proyecto no hubo consenso y sí lo hubo en la <strong>de</strong>claración genérica que, a nuestro<br />
juicio, admite la posibilidad <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas en hipótesis <strong>de</strong> conflicto<br />
interno.<br />
Esa posibilidad es cuestionada por la letra y el espíritu <strong>de</strong>l proyecto, en tanto se fractura el<br />
concepto <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>, que es un concepto integral y como tal, abarca también lo que<br />
hace a la seguridad interior.<br />
Que aceptemos la separación en dos cuerpos legales <strong>de</strong> estos aspectos <strong>de</strong> una misma cuestión<br />
es una simple formalidad. Lo que no admitimos —y esto es lo sustancial— es que se mutile el<br />
concepto <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>.<br />
Para los <strong>de</strong>sarrollistas, la integridad y globalidad <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong> no se<br />
sustentan en aspectos jurídicos formales. Radican en el dato fundamental <strong>de</strong> que, planteada una<br />
hipótesis <strong>de</strong> conflicto o guerra <strong>de</strong> cualquier origen, capaz <strong>de</strong> comprometer la seguridad <strong>de</strong> la<br />
Nación, el monopolio <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la fuerza o el mandato <strong>de</strong> sus legítimas autorida<strong>de</strong>s, el Estado<br />
<strong>Nacional</strong> <strong>de</strong>berá recurrir a todo su potencial.<br />
El proyecto <strong>de</strong> ley que estamos examinando no contiene, a nuestro juicio, una correcta<br />
interpretación <strong>de</strong>l documento <strong>de</strong> diez puntos <strong>de</strong> la Mesa <strong>de</strong>l Consenso. Ello es así, en tanto