Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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31a. reunión - 10a. sesión extraordinaria<br />
Aparecieron luego algunos pensadores que fueron modificando las concepciones estratégicas;<br />
es <strong>de</strong>cir, fueron elaborando nuevas doctrinas <strong>de</strong> acuerdo con los medios tecnológicos que iban<br />
surgiendo y con las concepciones políticas que informaban a esos pueblos en aquellos tiempos.<br />
Sebastián le Preste <strong>de</strong> Vauban, ingeniero militar y funcionario público contribuyó al <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> las tácticas en las operaciones <strong>de</strong> sitios y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> fortalezas francesas. Fue el gran<br />
precursor <strong>de</strong> mejoras en la artillería. Vino <strong>de</strong>spués Fe<strong>de</strong>rico II <strong>de</strong> Prusia, quien <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> lado las<br />
concepción estática <strong>de</strong> la “guerra <strong>de</strong> sitios”, aquellas largas guerras en las cuales el sitio <strong>de</strong> las<br />
ciuda<strong>de</strong>s era la estrategia seguida. Las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico <strong>de</strong> Prusia <strong>de</strong> perfeccionar la tropa en<br />
la maniobra y cambiar la lentitud <strong>de</strong>l sitio por la rapi<strong>de</strong>z y habilidad <strong>de</strong> las maniobras fueron<br />
perfeccionadas en Francia por Guibert, quien en su Ensayo General <strong>de</strong> la Táctica, obra en la cual<br />
<strong>de</strong>stacó la importancia <strong>de</strong>l adiestramiento y la disciplina con la finalidad <strong>de</strong> realizar una guerra<br />
<strong>de</strong> movimientos en procura <strong>de</strong> una rápida <strong>de</strong>cisión, sostuvo al respecto la necesidad <strong>de</strong> suprimir<br />
los <strong>de</strong>pósitos y limitar las fortificaciones para facilitar la rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las marchas y la prontitud <strong>de</strong><br />
las <strong>de</strong>cisiones. También impulsó la necesidad <strong>de</strong> formar ejércitos <strong>de</strong> ciudadanos, en lo que hubo<br />
<strong>de</strong> anticiparse a los ejércitos <strong>de</strong> la Revolución Francesa.<br />
El fin <strong>de</strong> la Edad Mo<strong>de</strong>rna coincidió el aspecto estratégico con la <strong>de</strong>finitiva conclusión <strong>de</strong><br />
la “guerra <strong>de</strong> sitios”—como <strong>de</strong>cíamos recién, Fe<strong>de</strong>rico <strong>de</strong> Prusia la fue <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado— y la<br />
sustitución <strong>de</strong> las luchas dinásticas por luchas entre naciones, lo que se dio en llamar la nueva<br />
doctrina <strong>de</strong> la nación en armas, que apareció con la Revolución Francesa. Ésta no fue sólo una<br />
revolución política; en el aspecto que estamos tratando fue una importante revolución militar.<br />
Recuer<strong>de</strong>n uste<strong>de</strong>s aquellos bandos <strong>de</strong> la Revolución que <strong>de</strong>cían: “Los jóvenes a las trincheras,<br />
las madres a coser uniformes, los ancianos a alentar en las plazas para levantar la moral <strong>de</strong> los<br />
pueblos y los niños a jugar, para <strong>de</strong>mostrar con sus alegrías y sonrisas que había causas por las<br />
cuales valía la pena luchar o morir.” Era todo el país, el concepto <strong>de</strong> la nación en armas.<br />
Y éste fue el concepto que privó en las guerras napoleónicas. Napoleón no fue un escritor<br />
<strong>de</strong> la estrategia militar. Realmente fue un genio intuitivo en el terreno militar. Después vinieron<br />
sus críticos, sus analistas y sus admiradores, entre ellos Antoine Henri Jomini, quien en su obra<br />
Principios <strong>de</strong> la guerra con<strong>de</strong>nsó las tácticas y teorías napoleónicas, que fundamentalmente se basaban<br />
en esto <strong>de</strong> que hablábamos recién, el rápido <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> efectivos, en la importancia<br />
<strong>de</strong> la iniciativa estratégica y la concepción sobre el punto débil <strong>de</strong>l enemigo. En <strong>de</strong>finitiva, en la<br />
sorpresa y en el movimiento para <strong>de</strong>struir al enemigo, la participación <strong>de</strong> todo el pueblo, la lucha<br />
<strong>de</strong> pueblos contra pueblos, y <strong>de</strong> ejércitos nacionales contra ejércitos nacionales.<br />
Después llegamos al gran estratego que todavía hoy es consi<strong>de</strong>rado el maestro <strong>de</strong> la estrategia.<br />
Nos referimos, por supuesto, a Karl von Clausewitz.<br />
Clausewitz tenía un concepto que fue mal interpretado con respecto a la guerra. No concebía,<br />
como se dijo —a raíz <strong>de</strong> lo cual algunos lo llamaron el apóstol <strong>de</strong> la violencia— que la guerra era<br />
un fin en sí mismo y la continuidad <strong>de</strong> la política por otros medios.<br />
Este estratego le daba un sentido político a la guerra. Sí, se equivocó, y con él muchos otros<br />
seguidores, cuando planteó el concepto <strong>de</strong> la guerra inevitable.<br />
Este concepto nos lleva a pensar —tal como se planteó y hasta aún en nuestros días se sigue<br />
planteando por parte <strong>de</strong> aquellos <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> la nación en armas— que existe un<br />
<strong>de</strong>terminismo histórico por el cual las guerras siempre van a ocurrir. A nosotros, que creemos en<br />
la libertad <strong>de</strong> los hombres y <strong>de</strong> los pueblos para forjar sus <strong>de</strong>stinos, nos cuesta aceptar leyes organicistas,<br />
mecanicistas, <strong>de</strong> un fatalismo en el cual el libre albedrío y la auto<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los hombres<br />
y <strong>de</strong> los pueblos están condicionados a <strong>de</strong>terminismos históricos.<br />
No somos tan ingenuos como para pensar que este fenómeno recurrente <strong>de</strong> la guerra que se<br />
ha dado en toda la historia <strong>de</strong> la humanidad va a <strong>de</strong>saparecer. Ojalá, pero sería una expresión <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>seo. Yo diría que sería casi un acto <strong>de</strong> ingenuidad.<br />
Sí estamos convencidos <strong>de</strong> que en la medida en que los pueblos hagamos esfuerzos para<br />
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1987-1988