Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa

32a. reunión - continuación 10a. sesión extraordinaria
—Hablan varios senadores a la vez.
Sr. Presidente (Otero).—Yo exhorto a la Cámara…
Sr. Berghongaray.—Continúo…
Sr. Presidente (Otero).—…a que no se reproduzcan las manifestaciones en minoría, que
están dando lugar…
Sr. Rubeo.—Nos vamos a ver obligados a retirarnos o a afrontar un debate en minoría, como
corresponde…
Sr. Gass.—No es nuestra intención, señor senador.
Sr. Berhongaray.—Continúo, señor presidente.
Sr. Presidente (Otero).—No hay nada en discusión, así que…
Sr. Berhongaray.—Continúo con mis expresiones…
Sr. Presidente (Otero).—…concluya, señor senador.
Sr. Berhongaray.—El señor senador por Santa Fe, que me conoce desde hace bastante
tiempo, sabe que siempre la prudencia y la moderación han sido elementos que han marcado
constantemente mi conducta.
Quédese tranquilo; no vamos a repetir algunas tristes sesiones en minoría que ocurrieron en
este recinto. Tenemos un alto concepto de este cuerpo y un alto sentido de la responsabilidad.
Lamentablemente tenemos que expresar nuestra desazón; lamentablemente seguimos con
esta deuda. Ojalá esto sirva una vez más para aprender…
Sr. Presidente (Otero).—Queda levantada…
Sr. Sánchez.—Pido la palabra.
Sr. Presidente (Otero).—…Tiene la palabra el señor senador por…
Sr. Rubeo.—Pido la palabra para verter breves conceptos. Perdón, señor senador Sánchez.
Sr. Presidente (Otero).—En minoría tiene la palabra el señor senador por Santa Fe, y luego
el señor senador por La Rioja.
Sr. Rubeo.—Le agradezco, señor presidente.
Creo que una circunstancia sumamente difícil hace que tomemos todos conciencia de la situación
singularísima que estamos viviendo en los actuales momentos.
Una situación de extrema delicadeza hace que meditemos para la búsqueda del concepto
acertado a fin de no instalar una polémica que se convierta en tendenciosa y desbarate ese espíritu
de comprensión que todos debemos poseer en mérito, repito, a la situación delicadísima que
vive la República en el marco de su tremenda problemática.
No podemos desconocer, señor presidente, que aquí están faltando senadores de todas las
bancadas. No quiero que quede flotando en el ambiente que solamente se encuentran ausentes
senadores de la bancada justicialista, sino también del partido oficial, que tienen tanta obligación
como cualquier otro de estar presentes en el recinto; y algunos de sus integrantes también se
hallan ausentes.
En segundo lugar, creo que no podemos desconocer que frente a este tema se ha realizado
una tremenda tarea de acción psicológica que a nosotros, como partido de la oposición, nos
deprime sobremanera, entendiendo que se vulneran aspectos, potestades y facultades del Poder
Legislativo, cuando se pone en boca de un ministro de la Nación la posibilidad de que el presidente
de la República vete la ley de asociaciones profesionales. Esto ha provocado una clara y
profunda sensibilidad en los hombres de mi partido y merecerá que en las próximas horas existan
las aclaraciones pertinentes…
Sr. Presidente (Otero).—Le ruego al señor senador…
Sr. Rubeo.—…porque si no, quedará desvirtuada la función de cada uno de nosotros.
Sr. Presidente (Otero).—El señor senador conoce mi trato especial para con todos los senadores.
Sr. Rubeo.—Ello explica esta hipersensibilidad que expusimos y que tiene razones valederas.
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1987-1988