Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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45a. reunión - continuación 5a. sesión extraordinaria<br />
Como ciudadano argentino <strong>de</strong>searía que este proyecto tuviera al menos un mínimo <strong>de</strong> esas<br />
virtu<strong>de</strong>s mágicas que le han atribuido los diputados que lo suscriben —aunque no lo creo— porque<br />
sentiría una honda satisfacción si esos resultados que ellos han expuesto como un bien para<br />
nuestro país y para nuestro pueblo llegaran a ser una realidad. (Aplausos).<br />
Sr. Presi<strong>de</strong>nte (Pugliese).—Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.<br />
Sr. Vaca.—Señor presi<strong>de</strong>nte: creo que es inconducente efectuar referencias sobre las expresiones<br />
<strong>de</strong> otro señor diputado si ellas no tienen que ver con la confrontación argumental o conceptual.<br />
Sin embargo, en las manifestaciones <strong>de</strong>l señor diputado preopinante hay un aspecto<br />
que no puedo <strong>de</strong>jar pasar por alto en mi condición <strong>de</strong> justicialista. Es la insistente referenda a las<br />
normas sobre conmoción interna que rigieron a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l ‘50 en la Argentina. No<br />
puedo obviar tales expresiones <strong>de</strong>l señor diputado porque consi<strong>de</strong>ro que existen diversos modos<br />
<strong>de</strong> hablar sobre el pasado. Uno <strong>de</strong> ellos pue<strong>de</strong> ser para extraer <strong>de</strong> él enseñanzas que nos permitan<br />
corregir nuestros rumbos. Otros, para querer reinstalarlo. Es verdad histórica que tales normas<br />
existieron, como también lo es que había en esos años situaciones <strong>de</strong> antinomias en nuestro país.<br />
Había una Argentina que se resistía a <strong>de</strong>saparecer y otra que pugnaba por nacer. En esta<br />
contradicción se producían, entre los argentinos, profundos <strong>de</strong>sentendimientos. Pero los años<br />
han pasado, y los unos hemos podido enten<strong>de</strong>r a los otros y viceversa. Hemos morigerado esas<br />
antinomias y encontrado caminos comunes, aunque antes los creíamos divergentes. Una <strong>de</strong>mostración<br />
<strong>de</strong> ello es el tratamiento <strong>de</strong> este proyecto <strong>de</strong> ley.<br />
No puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionar que aquella legislación, entonces vigente, no fue aplicada a<br />
quienes participaron en el golpe <strong>de</strong> 1951. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bo recordar que aquel <strong>de</strong>sgraciado 9 <strong>de</strong><br />
junio <strong>de</strong> 1956 muchos oficiales <strong>de</strong>l Ejército Argentino y muchos civiles <strong>de</strong> nuestro pueblo fueron<br />
fusilados <strong>de</strong>bido al odio que reinaba en la Argentina. Tampoco olvi<strong>de</strong>mos que el Plan Conintes<br />
llevó a la cárcel a numerosos jóvenes dirigentes sindicales, cuyas penas, sumadas, triplicaban las<br />
que Franco aplicó a los republicanos con posterioridad a la guerra.<br />
Hechas estas observaciones, entraré en el análisis específico <strong>de</strong>l tema. Estoy convencido <strong>de</strong><br />
que con la sanción <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> ley en consi<strong>de</strong>ración estamos dando un paso político muy<br />
significativo. Su importancia <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> varias razones. En primer lugar, el reemplazo <strong>de</strong> la ley<br />
16.970 nos permite resolver un conflicto. Me refiero al conflicto planteado entre el estilo <strong>de</strong> vida<br />
elegido por el pueblo argentino, un estilo nacional y <strong>de</strong>mocrático, y un marco jurídico absolutamente<br />
incompatible, porque la ley Onganía-Costa Mén<strong>de</strong>z instituye el principio <strong>de</strong> la doctrina<br />
<strong>de</strong> la seguridad nacional.<br />
En segundo término, este paso que estamos dando es también significativo porque habilita<br />
al sistema político a ofrecer a nuestras Fuerzas Armadas un proyecto profesional compatible con<br />
un proyecto nacional. Es cierto que aún nos <strong>de</strong>bemos ese proyecto nacional, pero estoy se guro<br />
<strong>de</strong> que si liberamos las energías <strong>de</strong> nuestro pueblo y promovemos su participación podremos<br />
configurarlo.<br />
En tercer lugar, entiendo que esta <strong>de</strong>cisión que estamos tomando es importante porque <strong>de</strong>muestra<br />
claramente que el sistema político es capaz <strong>de</strong> resolver un problema esencialmente político<br />
como es el <strong>de</strong> la <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>. Esto es doblemente significativo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantos años<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>formaciones institucionales, que llevaron a algunos a creer que la cuestión <strong>de</strong> la <strong>Defensa</strong><br />
<strong>Nacional</strong> era <strong>de</strong> contenido e incumbencia excluyentemente militares.<br />
El peronismo efectúa su aporte a la elaboración <strong>de</strong> esta norma no a partir <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones<br />
abstractas o teóricas, sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su propia vida y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los conceptos que ha ido construyendo<br />
por la aplicación <strong>de</strong> la reflexión a esa experiencia vital. ¿Quién duda <strong>de</strong> que fue el justicialismo el<br />
que sufrió en carne propia el trasvasamiento i<strong>de</strong>ológico provocado en nuestras Fuerzas Armadas<br />
a partir <strong>de</strong>l golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> 1955? Como ha quedado claro durante este <strong>de</strong>bate, muchos<br />
han sido nuestros presos, nuestros fusilados, nuestros secuestrados y torturados, por nuestra<br />
inclaudicable <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> construir una Argentina libre, soberana y justa. Por una imposición<br />
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1987-1988