Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa

352
8 de abril de 1988
Juan, que me ha precedido en el uso de la palabra, han confundido en sus disertaciones una vez
más la Defensa Nacional con la seguridad interna.
El país no tuvo una guerra contra la subversión. Tuvo sí una lucha contra la subversión, una
lucha que desbordó los límites constitucionales en los cuales debió haberse mantenido y terminó,
al final, en una represión salvaje e indiscriminada dirigida contra supuestos enemigos ideológicos.
Si tal vez algún día se pudiera hacer el recuento de las víctimas de este enfrentamiento,
llegaríamos a la conclusión de que sólo en una escasa proporción fueron elementos subversivos
o terroristas y que la inmensa mayoría eran personas que nada tenían que ver con la violencia ni
con el terrorismo y que, por el contrario, reprobaban estas actitudes.
Pero si he hecho la cita es para demostrar que a mi juicio esta triste experiencia que vivió el
país probó que las Fuerzas Armadas no estaban capacitadas para enfrentar la agresión guerrillera
y terrorista, y que por eso incurrieron en todos los errores —errores sangrientos— que nos tocó
vivir en el país.
—Ocupa la Presidencia el señor presidente de la comisión
de Relaciones Exteriores y Culto, senador Adolfo
Gass.
Sr. Solari Yrigoyen.—Los objetivos de esta reforma son amplios. Hizo referencia a ellos el señor
senador Berhongaray y contribuyen a insertar a las Fuerzas Armadas en el orden institucional.
En una publicación que he recibido, que es muy seria, y que he leído con detenimiento, titulada
La reforma militar, Fuerzas Armadas y sociedad democrática, del partido Acción Transformadora, que
entre otros dirigen los doctores Alfredo Vítolo, Néstol Grancelli Cha, Horacio Salduna y Enrique
Vera Villalobos, se han resumido muy claramente cuáles son los objetivos de la reforma militar.
Para abreviar mi exposición diré que todos estos objetivos giran en torno a lograr la reinserción
de las Fuerzas Armadas en una sociedad democrática y pluralista.
A efectos, repito, de no extenderme en el uso de la palabra solicito la inserción de la parte
pertinente de esta publicación en el Diario de Sesiones.
—Asentimiento. 2
Sr. Solari Yrigoyen.—Es fundamental destacar del proyecto de ley en examen el hecho de que
se ajusta a los principios de la Constitución Nacional y a las normas específicas enunciadas por
nuestra Carta Magna.
Se desprende de esta iniciativa la vigencia del orden constitucional como condición sine qua non
de la Defensa Nacional. Este es el objetivo fundamental del cambio que hoy estamos considerando.
Se respeta en esencia el principio de la separación de los poderes, cosa que jamás podría hacer
un gobierno autocrático que toma en sus manos la suma del poder público, como lo hicieron
Onganía, Videla, Viola y todos estos personajes de la historia autoritaria reciente de nuestro país.
Por eso es que esta iniciativa de participación al Congreso Nacional, tal como lo ordena nuestra
Constitución, en el tratamiento de las decisiones que son propias del Poder Legislativo, reservando
también para el Poder Ejecutivo la conducción de las instituciones y de los órganos que componen
el sistema de Defensa Nacional.
Todo esto está muy bien explicitado en diversos artículos —9º, 14, 26, 29 y 30, entre otros—
del proyecto de ley.
2 Ver la inserción en el Apéndice al final del texto (pp. 365-366).