Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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32a. reunión - continuación 10a. sesión extraordinaria<br />
fundamentalmente por una razón que hace a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la política internacional permanente<br />
en nuestro país.<br />
Se dice aquí que: “La <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong> abarca los espacios continentales, islas Malvinas,<br />
Georgias <strong>de</strong>l Sur y Sandwich <strong>de</strong>l Sur y a<strong>de</strong>más espacios insulares, marítimos y aéreos <strong>de</strong> la<br />
República Argentina, así como el Sector Antártico Argentino…”<br />
Hasta aquí estamos <strong>de</strong> acuerdo, pero sigue diciendo el artículo “…con los alcances asignados<br />
por las normas internacionales y los tratados suscritos o a suscribir por la Nación…” Con este<br />
párrafo estoy totalmente en <strong>de</strong>sacuerdo. Porque no son las normas internacionales y los tratados<br />
que puedan suscribirse los que <strong>de</strong>ben marcar el ámbito <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> <strong>Nacional</strong>.<br />
Me permito recordar que hay una institución <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional <strong>de</strong>nominada “estoppel”,<br />
según la cual cuando un país ce<strong>de</strong> o expresa posiciones que <strong>de</strong>spués pue<strong>de</strong>n resultarle<br />
perjudiciales, no pue<strong>de</strong> volver atrás.<br />
No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que el alcance <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa se da en todos nuestros territorios, pero<br />
<strong>de</strong> acuerdo con las normas internacionales. Éstas constituyen la ley internacional a la que unas<br />
veces contribuimos y otras no, pero que se impone a la comunidad internacional por <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
las Naciones Unidas o por coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las potencias.<br />
Sr. Berhongaray.—¿Me permite una pequeña interrupción, señor senador?<br />
Sr. Martiarena.—Sí, señor senador.<br />
Sr. Berhongaray.—La referencia en este artículo a los tratados y las normas internacionales<br />
se limita exclusivamente al Sector Antártico.<br />
Sr. Martiarena.—Precisamente, me iba a referir a ese tema.<br />
Existe el Tratado Antártico que habla <strong>de</strong> un lapso <strong>de</strong>terminado y no in<strong>de</strong>finido, como alguna<br />
gente quiere hacer creer <strong>de</strong>fendiendo intereses que no son los nacionales. El Tratado Antártico,<br />
en cuanto reserva la Antártida en general colocando como prioridad la investigación científica,<br />
no ha significado, ni significa, ni <strong>de</strong>berá significar <strong>de</strong> manera alguna una renuncia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos<br />
<strong>de</strong> soberanía sobre el sector que tiene establecido.<br />
Sr. Berhongaray.—No dice eso.<br />
Sr. Martiarena.—No lo dice, pero formulo la aclaración.<br />
Y cuando se reúnan nuevamente los países signatarios y los invitados —se preten<strong>de</strong> que sean<br />
todos los países <strong>de</strong>l mundo— para resolver qué va a pasar respecto <strong>de</strong> la Antártida, nosotros no<br />
podremos aceptar un tratado que <strong>de</strong>sdibuje o que elimine el Sector Antártico Argentino por otras<br />
consi<strong>de</strong>raciones distintas <strong>de</strong> las que nos interesan, que son las <strong>de</strong> mantener nuestra soberanía.<br />
De manera que la expresión genérica <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que el ámbito <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> esta ley será la<br />
<strong>de</strong> todo su territorio con los alcances asignados por normas internacionales es equívoca y pue<strong>de</strong><br />
constituir un caso <strong>de</strong> “estoppel”. Y si, como en algunos casos, se encuentra en una ley sancionada<br />
por el Congreso argentino, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que nosotros <strong>de</strong>cidimos sujetar la extensión <strong>de</strong> los territorios<br />
nacionales a lo que se establezca en los tratados internacionales.<br />
Los tratados internacionales no tienen para nosotros la preeminencia <strong>de</strong> la Constitución<br />
<strong>Nacional</strong> y <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> la Nación. Recuerdo que el artículo 31 <strong>de</strong> la Carta Magna fija el or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> prioridad; establece: “Esta Constitución, las leyes <strong>de</strong> la Nación que en su consecuencia<br />
se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema <strong>de</strong> la<br />
Nación…”<br />
Este or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> prioridad ha sido recogido por la ley 48 que todavía subsiste y está vigente.<br />
Su artículo 21 dispone: “Los tribunales y jueces nacionales en el ejercicio <strong>de</strong> sus funciones proce<strong>de</strong>rán<br />
aplicando la Constitución como ley suprema <strong>de</strong> la Nación, las que haya sancionado o<br />
sancione el Congreso, los tratados con naciones extranjeras, las leyes particulares <strong>de</strong> las provincias,<br />
las leyes generales que han regido anteriormente a la Nación y los principios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> gentes…” Es <strong>de</strong>cir que establece los principios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes en el último lugar <strong>de</strong> su<br />
enunciación.<br />
315<br />
1987-1988