Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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8 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988<br />
Las Fuerzas Armadas son la síntesis <strong>de</strong>l pueblo para profesionalizarse en el uso —<strong>de</strong>sgraciadamente—<br />
<strong>de</strong> las armas, para evitar cualquier ataque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera. Pero reitero<br />
que los ataques <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro no son sino alimentados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos focos exteriores.<br />
Todo esto se produce porque nos quieren manejar haciéndonos el cuento <strong>de</strong>l país joven. Pero<br />
precisamente, por ser un país joven tenemos nuestras posibilida<strong>de</strong>s intactas.<br />
Si nosotros caemos en la trampa dialéctica <strong>de</strong>l malabarismo <strong>de</strong> palabras y <strong>de</strong> conceptos huecos,<br />
no tendremos la menor posibilidad <strong>de</strong> consolidarnos como nación libre y soberana. Porque<br />
hasta esto es producto <strong>de</strong> la insidia <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación, que nos ven<strong>de</strong>n imágenes<br />
distorsionadas y <strong>de</strong>svían nuestra atención.<br />
Digo esto porque cuando fuimos agredidos por Inglaterra en una cruel guerra, aunque sea<br />
subrepticiamente tratábamos <strong>de</strong> mirar la boda <strong>de</strong>l príncipe here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l trono, en esa otra expresión<br />
<strong>de</strong> la más tremenda estupi<strong>de</strong>z humana, que es tener monarcas; porque yo, señor presi<strong>de</strong>nte,<br />
no puedo concebir a mi Argentina con un rey.<br />
En fin, allá ellos. Pero quiero señalar hasta dón<strong>de</strong> llega la sutileza <strong>de</strong>l imperialismo, <strong>de</strong> los monopolios,<br />
que también se traduce en las noticias, en la moda, en todos los actos <strong>de</strong> nuestra vida.<br />
Tratamos <strong>de</strong> imitar a aquellos que se han erigido, porque se les dio la gana, en los conductores o<br />
en los zares <strong>de</strong> la moda. Y así es, señor presi<strong>de</strong>nte, que no nos queda más recurso que comprar<br />
estas cosas, con estas leyendas <strong>de</strong>l dueño <strong>de</strong> la casa.<br />
Hemos caído en un estado <strong>de</strong> tilinguería que se contradice totalmente con el espíritu argentino<br />
que campea a través <strong>de</strong> todas las épocas, con sus errores y sus aciertos. Salimos orgullosos<br />
a lucir las camisas, los zapatos, las medias o lo que fuera, que tienen la marca <strong>de</strong> tal o cual casa.<br />
Hasta esta ocupación se ha realizado en nuestro país. Esto es lo que tenemos que <strong>de</strong>cir, y coincidimos<br />
con el señor presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República en que es necesario reformular todas las propuestas<br />
posibles para recuperar la dignidad que han entregado, y para mentalizarnos nacional y<br />
popularmente, conscientes <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> continente. Y esto no implica transformarnos<br />
en potencias con apetitos o afanes colonialistas, ya que la misión argentina es servir al hombre,<br />
como tan bien lo señalara San Martín <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Perú.<br />
En función <strong>de</strong> todo esto es que tenemos que estructurar la ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. Se trata <strong>de</strong> una cosa<br />
muy importante: <strong>de</strong>terminar la función <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas. Yo creo que todas las discusiones<br />
sobre su participación en los conflictos internos están <strong>de</strong> más. Hemos tenido la <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong><br />
que algunas veces se haya abierto en nuestro territorio en lo que va <strong>de</strong>l siglo un frente <strong>de</strong> guerra,<br />
frente que fue conjurado por las Fuerzas Armadas. Yo me pregunto qué habría ocurrido si ese<br />
frente <strong>de</strong> guerra se hubiese expandido y hubiese sido reconocido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el exterior.<br />
Sabemos que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> eso está la mano <strong>de</strong> potencias extranjeras. Sabemos que nuestra<br />
América tiene conflictos en varios países hermanos, producto <strong>de</strong> un proceso histórico distorsionado<br />
y <strong>de</strong> privilegios. Y la reacción es explicable, aunque <strong>de</strong> ninguna manera justificable.<br />
Tenemos que caminar, reitero, hacia el proyecto gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> país. Tenemos que tratar <strong>de</strong> recuperar<br />
el tiempo perdido, sin vanagloriarnos porque ahora produzcamos un par <strong>de</strong> aviones <strong>de</strong><br />
distinto tipo, siendo que tenemos en el aeroparque dos prototipos <strong>de</strong> aviones a reacción cuya<br />
construcción se cortó en 1955.<br />
Y todavía andan allí, tirados en el campo porque ya no sirven, los viejos tractores Pampa,<br />
y todavía caminan por las rutas <strong>de</strong>l país las viejas motos Pumtt. Así se empezó a montar la industria<br />
automotriz y felizmente se pudieron superar los escollos para seguir la marcha hacia<br />
a<strong>de</strong>lante, aunque algunos, como la Magirus—Deutz y la Merce<strong>de</strong>s Benz, se fueron al Brasil para<br />
ven<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí los chasis <strong>de</strong> camiones y <strong>de</strong> ómnibus.<br />
Se habían unido esos esfuerzos al afán <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo tecnológico que experimentaba nuestro país.<br />
Así tuvimos los primeros cohetes que si bien no eran teledirigidos, se lanzaron en mi provincia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la base área <strong>de</strong>l CELPA. Como otras naciones, también nosotros empezamos con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una<br />
política atómica y mi provincia, La Rioja, es la primera que entrega materiales nucleares al país.