Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa
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28 y 29 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1987<br />
Por ello, y en <strong>de</strong>finitiva, la doctrina <strong>de</strong> la seguridad nacional consiste en supeditar la <strong>de</strong>fensa<br />
<strong>de</strong> los intereses nacionales a una estrategia total a <strong>de</strong>sarrollar en una guerra absoluta contra el<br />
supuesto enemigo marxista o comunista y se reduce a una sola hipótesis <strong>de</strong> conflicto: la lucha<br />
permanente y total contra ese enemigo. En síntesis, es la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> las mentes <strong>de</strong> los ciudadanos<br />
contra la penetración i<strong>de</strong>ológica.<br />
Esto es muy distinto <strong>de</strong> los pactos <strong>de</strong>fensivos concertados en otros ámbitos y por distintas<br />
socieda<strong>de</strong>s, como la Organización <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong>l Atlántico Norte o el Pacto <strong>de</strong> Varsovia, que<br />
podrán ser criticables o no, pero que son pactos <strong>de</strong>stinados a evitar agresiones externas y no a impedir<br />
la penetración <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>terminada en un territorio <strong>de</strong>terminado. Son opciones<br />
válidas para la <strong>de</strong>fensa externa <strong>de</strong> esas socieda<strong>de</strong>s que han constituido estas alianzas o asociaciones<br />
con fines <strong>de</strong>fensivos.<br />
He dicho que me iba a referir a los antece<strong>de</strong>ntes más inmediatos <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> la seguridad<br />
nacional. Seguramente encontramos tales antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la Segunda<br />
Guerra Mundial. De allí en a<strong>de</strong>lante se va perfilando el papel protagónico <strong>de</strong> los Estados Unidos<br />
<strong>de</strong> América: <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser un país aislado para convertirse en protagonista principal, y a veces excluyente,<br />
<strong>de</strong> cuanto acontecimiento económico, social, político y por supuesto bélico ocurre en<br />
cualquier lugar <strong>de</strong> la Tierra.<br />
Frente a los Estados Unidos se erige la Unión Soviética. Vale <strong>de</strong>cir, que frente a la doctrina<br />
<strong>de</strong> la seguridad nacional surge la teoría <strong>de</strong> la soberanía limitada <strong>de</strong> Brezhnev; si no, que lo digan<br />
Nagy en Budapest o Dubcek en Praga.<br />
Decía que a partir <strong>de</strong> esa época ningún acontecimiento sería ajeno a la potencia <strong>de</strong>l Norte. Surgen<br />
así los principios <strong>de</strong> la Guerra Fría, las agresiones que no son bélicas porque la amenaza <strong>de</strong>l holocausto<br />
nuclear alcanza a frenar las inclinaciones bélicas <strong>de</strong> ambas potencias. La Guerra Fría involucra<br />
agresiones <strong>de</strong> tipo político, diplomático, social y económico. Emerge así también la doctrina Truman<br />
como antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> la seguridad nacional, doctrina que veía en el marxismo el nuevo<br />
enemigo <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s libres <strong>de</strong>l mundo y que afirmaba que en <strong>de</strong>finitiva el comunismo era una<br />
nueva forma <strong>de</strong> guerra política y psicológica <strong>de</strong>satada en contra <strong>de</strong> todos los pueblos <strong>de</strong> la Tierra.<br />
Entre los antece<strong>de</strong>ntes inmediatos <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> la seguridad nacional encontramos a<strong>de</strong>más<br />
la teoría <strong>de</strong> la contrainsurgencia, una doctrina que surge como respuesta a la <strong>de</strong> la guerra revolucionaria<br />
<strong>de</strong> Mao Tse-Tung y que confun<strong>de</strong> los anhelos <strong>de</strong> liberación <strong>de</strong> los pueblos sujetos al colonialismo<br />
con la aventura subversiva o terrorista. Se implanta <strong>de</strong> esta manera esta <strong>de</strong>formación <strong>de</strong>l<br />
pensamiento. La teoría <strong>de</strong> la contrainsurgencia influye para que incluso se justifiquen los métodos<br />
más atroces, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>sgraciadamente fueron recogidos por los regímenes políticos que gobernaron<br />
el mundo, especialmente en América y muy especialmente en nuestro país.<br />
Quisiera remarcar algunas afirmaciones <strong>de</strong> los principales teorizadores <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> la contrainsurgencia<br />
para mostrar hasta dón<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong> llegar en esta expresión <strong>de</strong>l fanatismo y <strong>de</strong> la<br />
intolerancia.<br />
Decía Bernard B. Fall, en el prólogo <strong>de</strong> La guerra mo<strong>de</strong>rna, <strong>de</strong> Roger Trinquier, que “…<br />
la tortura es el particular veneno <strong>de</strong>l terrorista, como la artillería antiaérea lo es <strong>de</strong>l aviador y<br />
la ametralladora <strong>de</strong>l soldado…” Preconizaba el ya mencionado coronel francés Trinquier en<br />
Guerra, subversión, revolución: “Todo miembro <strong>de</strong> una organización subversiva sabe que ese interrogatorio<br />
es para él el momento <strong>de</strong> la verdad. Es entonces cuando <strong>de</strong>berá enfrentar, como el<br />
soldado, el miedo, el sufrimiento y tal vez la muerte… La confrontación con los otros miembros<br />
<strong>de</strong> la organización que hayan hablado facilitará sus <strong>de</strong>claraciones. Si proporciona <strong>de</strong> inmediato<br />
los datos que se le pi<strong>de</strong>n, el interrogatorio se dará por terminado; si no, los interrogadores le<br />
arrancarán el secreto por todos los medios…”<br />
Estos son los métodos que aconsejaba emplear la doctrina <strong>de</strong> la contrainsurgencia; y si esto<br />
era malo, peor aún era esta visión maniquea <strong>de</strong> la sociedad dividida en buenos y malos, en réprobos<br />
y elegidos, en amigos y enemigos.