Ley de Defensa Nacional - Ministerio de Defensa

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8 de abril de 1988
No quebremos lo que es el orden, la necesidad y la conveniencia del país en materia de determinación
de los territorios continentales, insulares, inclusive de sus mares.
Esto me conduce a mí a proponer de la manera más formal que cuando se trate el artículo 5º,
desde el párrafo que comienza en “con los alcances…” se diga: “con los alcances que resultan de
sus derechos derivados de los antecedentes históricos, del reconocimiento de las naciones, de la
soberanía, jurisdicción y posesión que ejerce y/o le pertenecen, así como de las normas internacionales
y tratados suscritos o que se suscriban en concordancia con ello”.
Este es el principio de la defensa de nuestra soberanía territorial. Tenemos derechos y cuando
mencionamos los alcances de la ley en cuanto al territorio argentino, ésta tendrá que regir con
alcances que resulten de esos derechos y éstos son los que derivan de sus antecedentes históricos,
del reconocimiento que hacen las naciones —y lo han hecho, por ejemplo, últimamente en
forma permanente, las naciones latinoamericanas con relación a nuestras Malvinas— de la soberanía,
de la jurisdicción y de la posesión que ejercemos y/o los que nos pertenecen.
Porque el concepto de soberanía no cede frente al hecho innoble y abusivo de la ocupación
de nuestro territorio, sino que la soberanía argentina, como sucede en los casos de guerra cuando
una potencia ocupa una parte del territorio de su enemigo, no termina en la zona usurpada.
La soberanía se mantiene y esa es la soberanía que nosotros tenemos respecto de todo nuestro
territorio, y también tenemos derecho a ejercerla sobre los territorios ocupados indebidamente.
Pienso que esto debemos reafirmarlo en todas las oportunidades y en todas las ocasiones.
Esta redacción es difusa y puede prestarse a que en el futuro se haga de ella alguna utilización
que no es la que corresponde a la defensa de lo nuestro.
En cuanto al artículo 7º, éste dice: “El funcionamiento ordenado del sistema de Defensa
Nacional estará orientado a determinar la política de Defensa Nacional que mejor se ajuste a las
necesidades del país, así como a su permanente actualización”.
Aunque este proyecto de ley se llama de Defensa Nacional y hay algunos artículos que procuran
dar la impresión de integrar a todos los factores, es, fundamentalmente, una norma de
Defensa Nacional dirigida a la situación de las Fuerzas Armadas de la Nación.
No creo, de ninguna manera, que debamos decir que el funcionamiento ordenado de este
sistema estará orientado a determinar la política de la Defensa Nacional que mejor se ajuste a las
necesidades del país. No es así; estaríamos, si lo relacionamos con el contexto general de la ley,
declinando las facultades que tienen los poderes del Estado para fijar las políticas internacionales
de la República, sometiéndola al funcionamiento ordenado —según dice el artículo— de este
sistema.
El término “ordenado” merecería reparo porque no se sabe si es porque está ordenado en la
ley o porque el sistema debe funcionar ordenadamente; pero tal vez es una cuestión secundaria.
Sobre este particular propongo como cláusula expresa —y pido que se tome nota— la siguiente:
“Los responsables de la conducción del sistema ordenado por esta ley actuarán en toda
circunstancia de modo de asegurar las mejores soluciones para los fines establecidos teniendo en
mira las necesidades y conveniencias superiores del país y de sus habitantes”.
Las políticas sobre Defensa Nacional tienen que fijarlas los responsables de la conducción, es
decir, los poderes del Estado. Y ésta es una cuestión que no puede ser distraída a otros ámbitos.
El artículo 8º dice, entre otras cosas, que el sistema de Defensa Nacional tendrá por finalidad
determinar las hipótesis de conflicto, elaborar las hipótesis de guerra, dirigir la guerra, etcétera.
Yo creo que este concepto también está equivocado. Estas no son las finalidades de una ley de
defensa; estos son los medios de actuación que la ley de defensa indica para lograr las finalidades
expuestas en los textos anteriores.
A mí me parece que habría que cambiar esto de las finalidades y decir sencillamente: “el
sistema de Defensa Nacional establecido por esta ley para lograr las finalidades propuestas deberá…”
Es decir, hay que darle un orden y un mandato al sistema que estamos creando, de decir