23.04.2023 Views

21.Aprenda optimismo Haga de la vida una experiencia gratificante

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

preuniversitarios no pasan de presunciones estadísticas. Para la mayoría de los

aspirantes se obtienen datos correctos, pero al mismo tiempo se cometen muchísimos

errores. Y muchísimos errores equivalen a padres desazonados, quejosos, profesores

sobrecargados de trabajo y fracasos académicos en los jóvenes.

Stetson prosiguió con sus explicaciones diciendo: «Cometemos dos clases de

errores. Primero, algunos estudiantes —gracias a Dios en pequeño número—

alcanzan rendimientos muy por debajo de lo esperado. Segundo, un número mucho

mayor obtiene mejores resultados que los previstos por las puntuaciones del PI.

Pero, incluso así, nos gustaría reducir nuestro margen de error. Así que ahora

háblame más de esas pruebas tuyas».

Le expliqué en qué consistía el ASQ y la teoría correspondiente. Le reiteré que las

personas destinadas a ser optimistas de acuerdo con los tests tenían más éxito de lo

previsible, probablemente en razón de que esa gente se esfuerza más frente a los

desafíos, en tanto que los pesimistas se dan por vencidos cuando les va mal. Estuve

más de una hora dándole detalles del ASQ y su funcionamiento. Le referí lo que

estábamos haciendo en la compañía de seguros Life Metropolitan y estuvimos

discutiendo cuáles podrían ser las consecuencias de una aplicación del ASQ al

sistema de admisiones de la Universidad de Pensilvania: una ulterior reducción en el

margen de error, y la capacidad de pronosticar el rendimiento que tendrían los recién

ingresados mejor de lo que hacía el PI. «Estáis desperdiciando bastantes muchachos

buenos —le dije—. Y al mismo tiempo estáis admitiendo algunos que están

destinados al fracaso. En ambos casos se trata de una tragedia para los chicos y

puntos en contra de la universidad».

Finalmente Stetson dijo: «Está bien, vamos a hacer una prueba. Lo llevaremos a la

práctica en el curso del 87».

Cuando llegaron los aspirantes de ese año, se sometió a más de trescientos al

ASQ. 8 Y después nos sentamos a esperar. Esperábamos ver qué les pasaría a mitad

del primer semestre y los abrumara el trabajo de las dos semanas de exámenes

finales. Esperábamos que aquellos estudiantes —muchos de ellos sobresalientes en

la secundaria— no tardarían en descubrir el mecanismo competitivo al que tendrían

que ajustarse en una universidad de primer orden. Esperábamos que algunos de ellos

se rendirían ante el desafío y otros lo superarían.

Al término del primer semestre, advertimos los errores que temía nuestro amigo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!