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21.Aprenda optimismo Haga de la vida una experiencia gratificante

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también un tercer grupo de perros, los que formaban el Grupo Sin-Electroshock.

La segunda parte del experimento consistía en llevar primero a los perros a la

famosa caja compartimentada para aprender a saltar la pared y así eludir la

descarga. Los behavioristas hubiesen pronosticado que, cuando recibieran el

electroshock, los perros de los dos primeros grupos permanecerían quietos, con

aspecto de desvalidos… puesto que los dos grupos previamente habían sido

recompensados suprimiéndoles el electroshock cuando se quedaban quietos. De los

dos grupos, pronosticaban también los behavioristas, los del Echado-Inmóvil serían

los que pondrían más empeño en seguir muy quietos, ya que se los había premiado

por no moverse, en tanto los del Grupo-Conexo sólo de vez en cuando habían sido

recompensados. También dirían los behavioristas que los perros del Grupo Sin-

Electroshock no se verían afectados.

Nosotros, los cognitivistas, estuvimos en desacuerdo. Pronosticamos que los del

Grupo Echado-Inmóvil, por haber aprendido que podían ejercer control cuando

cesaba la descarga, no se considerarían impotentes. Tan pronto vieran la oportunidad

de saltar la pared para dirigirse al otro compartimiento, la aprovecharían. También

pronosticamos que la mayoría de los Conexos se volverían impotentes. Y, desde

luego, que los del grupo libre de electroshock no estarían afectados y escaparían de

la descarga mediante un ágil salto.

De manera que hicimos pasar a los perros por la primera parte de la experiencia y

después los metimos en la famosa caja. Esto es lo que pasó:

La mayor parte de los Conexos sencillamente permaneció como estaba, según el

pronóstico de ambos teóricos. Los Sin-Electroshock no se vieron afectados. En

cuanto a los del Grupo Echado-Inmóvil, cuando se los metió en la caja se

mantuvieron quietos unos segundos, a la espera de que cesara la corriente. Cuando

ello ocurrió, dieron algunas vueltas por el compartimiento, tratando de hallar alguna

otra forma pasiva de eludir la descarga. No tardaron en llegar a la conclusión de que

tal forma no existía y entonces dieron un salto sobre la barrera.

Cuando chocan entre sí opiniones de alcance mundial, como es el caso de los

puntos de vista de behavioristas y cognitivistas respecto de la impotencia aprendida,

es dificilísimo elaborar un experimento que deje al grupo rival sin argumentos

válidos. Eso es lo que consiguió Steve Maier a los veinticuatro años. 3

Los denodados intentos que llevaron a cabo los behavioristas me hicieron pensar

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