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21.Aprenda optimismo Haga de la vida una experiencia gratificante

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CAPÍTULO 3. Las explicaciones de nuestras desgracias

1. Más información en B. Weiner, I. Frieze, A. Kukla, L. Reed, S. Rest y R. M. Rosenbaum, Perceiving the

Causes of Success and Failure (General Learning Press, Morristown, N. J., 1971), y Julian Rotter, la clásica

monografía «Generalized Expectancies for Internal Versus External Control of Reinforcement», Psychological

Monographs, 80 (1966) (I, Whole n.º 609).

2. En el número especial del Journal of Abnormal Psychology, 87 (1978), se publicó la reformulación de

Abramson, Seligman y Teasdale sobre una docena de artículos anteriores, en su mayoría críticos, de la teoría

original sobre el sentimiento de impotencia, junto con algunas encendidas réplicas y refutaciones.

Desde entonces se han publicado cientos de artículos y docenas de disertaciones doctorales acerca de la pauta

explicativa, sentimiento de impotencia adquirido y depresión. Tan enorme literatura ha supuesto muchas

controversias, pero también ha surgido consenso en el sentido de que la pauta explicativa pesimista y la depresión

se relacionan estrechamente, tal como predice la teoría. En P. Sweeney, K. Anderson y S. Bailey, «Attributional

Style in Depression: A Meta-analytic Review», Journal of Personality and Social Psychology, 50 (1986), pp.

974-991, se revisan 104 estudios, excepto los de mi laboratorio. C. Robins, «Attributions and Depression: Why is

the Literature so Inconsistent?», Journal of Personality and Social Psychology, 54 (1988), pp. 880-889, llega a

la conclusión de que quienes no hallaron relación entre el pesimismo y la depresión utilizaron muestras pequeñas,

inapropiadas.

H. Tenen y S. Herzberger, «Attributional Style Questionnaires», en J. Keyser y R. C. Sweetland, Test

Critiques, 4 (1985), pp. 20-30, revisan la historia y el uso del cuestionario.

3. La más novedosa variante sobre la teoría de la esperanza está en L. Y. Abramson, G. I. Metalsky y L. B.

Alloy, «Hopelessness Depression: A Theory-Based Process-Oriented Sub-Type of Depression», Psychological

Review, 96 (1989), pp. 358-372.

4. El conflicto entre la autoinculpación y responsabilidad por un lado, y sentimiento de impotencia por el otro, se

discutió por primera vez en un ensayo muy lúcido referido a la depresión, de L. Y. Abramson y H. Sackheim, «A

Paradox in Depression: Uncontrolability and Self-Blame», Psychological Bulletin, 84 (1977), pp. 838-851. Se

preguntan: ¿cómo es posible que un deprimido pueda creer a un tiempo que debe culparse de sus tragedias y creer

que está desamparado?

CAPÍTULO 4. El pesimismo esencial

1. El libro de referencia más esclarecedor sobre psicología de la depresión sigue siendo, por lo que sé, el clásico

de Aaron T. Beck, de 1967, Depression (Hoeber, Nueva York). Dos excelentes guías para el tratamiento son

Albert Ellis, Reaon and Emotion in Psychoterapy (Stuart, Nueva York, 1962), y A. T. Beek, A. J. Rush, B. F.

Shaw y G. Emery, Cognitive Therapy of Depression: A Treatment Manual (Guilford, Nueva York, 1979).

2. Para una exposición de los complicados objetos de todos los días, véase David Macaulay, The Way Things

Work (Doring Kindersley, 1988).

3. M. G. Allen, «Twin Studies of Affective Illness», Archives of General Psychiatry, 33 (1976), pp. 1.476-

1.478.

4. El diálogo acerca del empapelado proviene de Beck y otros, Cognitive Therapy of Depression, pp. 130-131.

5. El test CES-D es muy usado para buscar síntomas de depresión. La CES-D es una escala formada con

información del paciente utilizable en la población general. L. Radloff, Applied Psychological Measurement, I

(1977), pp. 385-401.

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