Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
232<br />
la corteza cruji<strong>en</strong>te de la nieve h<strong>el</strong>ada. Con frecu<strong>en</strong>cia, se det<strong>en</strong>ían para tomar<br />
ali<strong>en</strong>to bajo un agotami<strong>en</strong>to insoportable.<br />
“Pero tuvieron que abreviar sus descansos, por temor a que murieran de frío.<br />
Su única <strong>com</strong>ida, un trozo de pan de maíz d<strong>el</strong> tamaño de un puño, estaba tan<br />
duro <strong>com</strong>o <strong>el</strong> hi<strong>el</strong>o. Llegaron a la aldea a altas horas de la noche, cubiertos de<br />
sudor y sin embargo, medios cong<strong>el</strong>ados. Los <strong>en</strong>fermos todavía estaban vivos.<br />
Ellos fueron bautizados. ‘Algunas almas se extraviaron <strong>aquí</strong> y allí, qui<strong>en</strong>es<br />
estaban colocados <strong>en</strong> <strong>el</strong> camino d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o cuando estaban a punto de ser<br />
tragados por <strong>el</strong> infierno’, nos <strong>com</strong><strong>en</strong>tan, ‘merecían mil veces más que estos<br />
trabajos, porque estas almas han costado al Salvador d<strong>el</strong> mundo mucho más que<br />
eso” 558.<br />
Como dice San Isaac Jogues, él sabía que si él no llegaba a estas personas para instruirlas y<br />
bautizarlas serían “tragadas por <strong>el</strong> infierno”. Es por eso que se esforzó <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo mom<strong>en</strong>to<br />
que <strong>en</strong> había <strong>en</strong>contrado un poco de descanso y calor <strong>en</strong> hacer <strong>el</strong> viaje de treinta y cinco millas,<br />
a pesar de que estaba padeci<strong>en</strong>do hambre, h<strong>el</strong>ando y agotado – un viaje que casi le costó la<br />
vida. Hay otra historia interesante que ilustra la misma verdad.<br />
“Cuando <strong>el</strong> amanecer se asomaba a través de los abetos, <strong>el</strong>los [Jogues y Garnier]<br />
salieron por <strong>el</strong> s<strong>en</strong>dero, ahora cubierto de nieve. A cierta distancia, más allá de<br />
un campo libre, notaron unas cabañas. Se <strong>en</strong>contraron con que las familias<br />
estaban abandonando sus chozas y yéndose a la aldea más cercana, Petun,<br />
porque no t<strong>en</strong>ían ni maíz ni ningún otro alim<strong>en</strong>to (…) Ellos [Jogues y Garnier]<br />
se unieron al grupo y viajaron todo <strong>el</strong> día (…) ‘No t<strong>en</strong>íamos ningún plan<br />
especial de ir a ese pueblo [al que llamábamos] Santo Tomás más que a<br />
cualquier otro’, <strong>com</strong><strong>en</strong>taron, ‘pero ya que habíamos aceptado la <strong>com</strong>pañía que<br />
los salvajes nos ofrecían, y porque los seguimos, no hay duda que llegamos<br />
adonde Dios nos estaba guiando para la salvación de una alma predestinada<br />
que esperaba nada más que nuestra llegada para morir a sus miserias<br />
terr<strong>en</strong>ales’. Habían terminado de c<strong>en</strong>ar y conversaban con sus anfitriones,<br />
cuando <strong>en</strong>tró un hombre jov<strong>en</strong> y les pidió a los de sotana negra visitar a su<br />
madre que estaba <strong>en</strong>ferma. ‘Vamos para allá’, exclamaron, ‘y <strong>en</strong>contramos a la<br />
pobre mujer <strong>en</strong> sus últimos mom<strong>en</strong>tos. Ella fue instruida, y f<strong>el</strong>izm<strong>en</strong>te recibió,<br />
con la fe, la gracia d<strong>el</strong> bautismo. Poco después de eso, <strong>el</strong>la [murió y] se vio a sí<br />
misma <strong>en</strong> la gloria d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o. En todo ese pueblo había sólo uno que t<strong>en</strong>ía<br />
necesidad de nuestra ayuda” 559.<br />
SAN FRANCISCO JAVIER CONTRA LA IGNORANCIA INVENCIBLE<br />
San Francisco Javier fue sin duda <strong>el</strong> misionero más grande <strong>en</strong> la historia de la Iglesia después<br />
d<strong>el</strong> Apóstol Pablo. Él fue responsable por <strong>el</strong> bautismo de millones <strong>en</strong> <strong>el</strong> lejano Ori<strong>en</strong>te. Al igual<br />
www.vaticanocatolico.<strong>com</strong> Derechos reservados © 2004-20011 www.vaticancatholic.<strong>com</strong>