Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
Descargar el Libro en PDF aquí - Vaticanocatolico.com
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
55<br />
sobre <strong>el</strong> bautismo de sangre donde San Juan simplem<strong>en</strong>te habla d<strong>el</strong> bautismo de sangre <strong>com</strong>o<br />
un martirio católico para aqu<strong>el</strong> que ya ha sido bautizado, y <strong>el</strong>los lo pres<strong>en</strong>tan <strong>com</strong>o si estuviera<br />
<strong>en</strong>señando que <strong>el</strong> martirio puede reemplazar <strong>el</strong> bautismo – cuando tal cosa no es declarada <strong>en</strong><br />
ninguna parte –.<br />
Algunos pued<strong>en</strong> preguntarse por qué fue utilizado <strong>el</strong> término bautismo de sangre. Creo que la<br />
razón d<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> término “bautismo de sangre” por algunos de los Padres era porque nuestro<br />
Señor describe su Pasión <strong>com</strong>o un bautismo <strong>en</strong> Marcos 10, 38-39.<br />
Marcos 10, 38-39: “Jesús les respondió: ¡No sabéis lo que pedís! ¿Podéis beber <strong>el</strong><br />
cáliz que yo he de beber o ser bautizados con <strong>el</strong> bautismo con que yo he de ser<br />
bautizado? Le contestaron: Sí que podemos. Les dijo Jesús: El cáliz que yo he de<br />
beber, lo beberéis, y con <strong>el</strong> bautismo con que yo he de ser bautizado, seréis<br />
bautizados vosotros”.<br />
Vemos <strong>en</strong> <strong>el</strong> pasaje m<strong>en</strong>cionado, que nuestro Señor, si bi<strong>en</strong> ya había sido bautizado por San<br />
Juan <strong>en</strong> <strong>el</strong> Jordán, se refiere a otro bautismo que Él ha de recibir. Éste es su martirio <strong>en</strong> la cruz, y<br />
no un sustituto d<strong>el</strong> bautismo de agua. Es su “segundo bautismo”, si se quiere, no <strong>el</strong> primero.<br />
Por lo tanto, nuestro Señor describe <strong>el</strong> bautismo de sangre de la misma forma <strong>com</strong>o lo hace San<br />
Juan Damasc<strong>en</strong>o, esto es, no significa un sustituto d<strong>el</strong> bautismo de una persona no bautizada,<br />
sino más bi<strong>en</strong> un martirio católico, que remite toda la culpa y <strong>el</strong> castigo por <strong>el</strong> pecado.<br />
El término bautismo se utiliza <strong>en</strong> una variedad de maneras <strong>en</strong> las Escrituras y por los Padres de<br />
la Iglesia. Los bautismos: de agua, de sangre, d<strong>el</strong> espíritu, de Moisés y de fuego son todos<br />
términos que han sido implem<strong>en</strong>tados por los Padres de la Iglesia para caracterizar ciertas<br />
cosas, pero no necesariam<strong>en</strong>te para describir que un mártir no bautizado puede alcanzar la<br />
salvación. Léase <strong>el</strong> versículo de la Escritura que dice cómo <strong>el</strong> término bautismo era usado por los<br />
antepasados d<strong>el</strong> Antiguo Testam<strong>en</strong>to:<br />
1 Cor. 10, 2-4: “Y todos bajo Moisés fueron BAUTIZADOS <strong>en</strong> la nube y <strong>en</strong> <strong>el</strong> mar;<br />
todos <strong>com</strong>ieron <strong>el</strong> mismo manjar espiritual, y todos bebieron la misma bebida<br />
espiritual (porque <strong>el</strong>los bebían agua que salía de la misteriosa roca, y los iba<br />
sigui<strong>en</strong>do y la roca era Cristo)”.<br />
Creo que esto explica <strong>el</strong> por qué un número de los Padres erraron al creer que <strong>el</strong> bautismo de<br />
sangre suplía <strong>el</strong> bautismo de agua. Ellos reconocían que nuestro Señor se refería a su propio<br />
martirio <strong>com</strong>o un bautismo, y <strong>el</strong>los concluyeron erróneam<strong>en</strong>te que <strong>el</strong> martirio por la verdadera<br />
fe podía servir <strong>com</strong>o un sustituto de r<strong>en</strong>acer d<strong>el</strong> agua y d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Pero la realidad es<br />
que no hay excepciones <strong>en</strong> las palabras de nuestro Señor <strong>en</strong> Juan 3, 5, <strong>com</strong>o la <strong>en</strong>señanza<br />
infalible de la Iglesia católica lo confirma. Toda persona de bu<strong>en</strong>a voluntad que esté dispuesta<br />
a derramar su sangre por la verdadera fe no será privada de estas aguas que salvan. No es<br />
www.vaticanocatolico.<strong>com</strong> Derechos reservados © 2004-20011 www.vaticancatholic.<strong>com</strong>