11.07.2015 Views

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

54. EL ULTIMO CONTENIDO D E S I D E R AT I V O Y EL BIEN SUPREMOno por eso se considera él mismo malo. Al contrario, le parecerá queél es el único que está en lo justo, o quizá, si no está muy convencidode sí, junto con unos pocos amigos. El interior aparece así como unlugar en el que la existencia valorativa se conserva más fácilmente odurante más largo tiempo que en el bronco y quebradizo exterior.Si la tormenta brama en la ventana, bien en sentido literal o metafórico,no sólo la habitación, sino también el llamado corazón son unbuen cobijo cáhdo. También es muy verdad que el «alma bella» sóloes bella en sí, y su esplendor y su ornato consisten en este cuidadode sí. Pero por mucho que el corazón y los demás sentimientos seofrezcan como fuga y refugio, tanto menos puede y quiere el valorquedarse allí. Porque incluso allí donde el mero sentimiento abúlico,ni capaz ni inclinado a cambiar las cosas, pretende superarlas, deslumhrarlas,nada de esto se queda en el interior. Por mucho que un almase encuentre des<strong>esperanza</strong>da, nunca se halla líricamente sola, sino quesiempre encuentra fuera o noviembre o marzo. Incluso en las formasmás ásperas de su sueño, el alma no se encuentra sola consigo y otrasalmas afines, sino que también fuera del hombre hay, junto a la suspensiónatmosférica, suficientes corrientes duras, incluso figuras, quehacen reflexionar sobre lo valorativo. Y las hay incluso en el sedicentemundo muerto, es decir, el lejano al hombre, y a menudo másy más sublimes que en las formas vivas. Sólo porque también en elexterior se encuentra algo axiológicamente significativo, algo ademástan apto como capaz, le es posible al hombre buscador de valores nosólo suspirar para sus adentros o existir, sino también hablar metafóricamenteo por medio de gestos rigurosos de especie cristalina. Elhombre puede exteriorizarse, y cuando así lo hace, no es valiéndosesólo de materia propia y conformada, sino también del exterior mismo,que él capta y que, a la vez, se apodera de él. Lo que es vahosoquiere ser consumido, y sólo lo mejor calma totalmente el hambre.En dirección a este algo mejor ayuda y trabaja de consuno el exterior,dándole imagen, tanto la fluyente como la objetiva.Ahora bien, la cosa últimamente apuntada se muestra, a la vez,como suspendida y como rigurosa. Esta cosa puede y tiene que estarsuspendida, porque no existe en ningún otro punto que en la materiade la pregunta. Pero también puede y tiene que ser la de mayor dureza,porque la pregunta y su presentimiento están dirigidos incesantementea lo Uno, a lo que es esencial. Si se desatiende lo que se hallaen suspensión, se engaña la dureza, porque ésta no está todavía decidida,sino que necesita aún la pregunta indagadora, aunque rigurosamenteorientada a un objetivo. Si se desatiende, empero, lo afirmado46.3

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!