11.07.2015 Views

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

48. EL JOVEN GOETHE, NO-RENUNCIA, ARIELmenta con ellas. Pero aquí tiene también vida una búsqueda tímida,enigmáticamente oculta, cuya dirección misma tiene que ser representativade algo. Goethe ha representado este tipo en la más distantey desarraigada de sus figuras: en Mignon. Raptada en su niñez porun grupo de saltimbanquis, que la maltrata cruelmente, y arrancadapor Wilhelm Meister de manos del jefe de la banda, Mignon es, tambiéndespués de ser salvada, sujeto puro de un anhelo solitario e insatisfecho.Este anhelo no tiene sus pies en el suelo, es decir, no esun anhelo femenino-sexual, pese a la apariencia de pubertad y susextravíos. En ningún punto ni nunca es mujer esta criatura estéticamenteenigmática; en otro caso, no podría carecer hasta tal punto derelaciones. También respecto a Wilhelm está referida Mignon sólo demodo ambiguo. Wilhelm no es su amante, pese al encabezamientode la poesía, ni tampoco protector y padre, sino que es la persona ytierra madre en la que, por primera vez, ha experimentado calor, yWilhelm no es ni siquiera querido como persona, sino que, a travésde él, lo que obra y titila es Italia, y ni siquiera como Italia, sino comola anhelada «casa firme». Los únicos lazos de Mignon, a excepciónde los lazos que la unen en sentido impropio a Wilhelm, a Félix y alarpista, son sólo los de una situación afín a trechos. La niña solitariaentre personas mayores se siente atraída por Félix, el otro niño: unser ingenuo se siente atraído por la ingenuidad. La criatura solitariay signada por el dolor se siente atraída por la persona mayor solitaria ysignada por el destino: el ser musical se siente atraído por el músico.Nada hay en estas relaciones de maternal, nada de femenino; Mignonpermanece asexuada, un objeto flotante del anhelo, incluso enla lucha externa por la determinación del sexo en virtud del traje deadolescente. Que aquí no se trata de nada andrógino, hermafrodita,sino del signo de un escape de toda coloración sexual del anhelo, noslo muestra el último cántico de Mignon: «Y aquellas figuras celestes /que no preguntan por el hombre o por la mujer». El anhelo de Mignonno es tampoco un anhelo pasivo, contrario al violento y activode un Tasso, Fausto o incluso Wilhelm Meister; como tal anhelo pasivopodría hacerse perfectamente compatible con el anhelo femenino;pero que es, también en el plano del amor, un anhelo, por así decirloiimominado, y por esta razón un anhelo completamente ajeno a larelación hombre-mujer. Una relación ajena, es decir, no una relaciónascética; razón por la cual, Mignon puede, desde luego, sucumbirpor el fracaso de una relación erótica con Wilhelm. Pero no sucumbeen y por el erotismo, sino sólo por el flotamiento total de su anhelo,por la transparencia de su erotismo, por la constante infinitud de su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!