11.07.2015 Views

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

48. EL JOVEN GOETHE, NO-RENUNCIA, ARIELme, fuera de la society, no tiene lugar fijo socialmente, no se le echade ver en la totahdad de lo llegado a ser. Se encuentra primariamenteconocido en la experiencia radical del anhelo de casi toda persona,sobre todo en su juventud, y aquí se presenta diferente de todo loconocido y conformado, de todo lo que nos ha sido dado. El arquetipode Mignon es, por eso, un arquetipo muy precisamente experimentadoe indagado, y, en consecuencia, no un arquetipo exageradorománticamente, ni menos, como la inexperiencia dice, una sedicenteironía sobre el romanticismo. (¿Qué significan, en otro caso, lascanciones de Mignon, que cuentan entre las poesías más auténticasy bellas de Goethe?) La búsqueda de Mignon no tiene o todavía noposee años de aprendizaje, pero ello no dice nada contra este menetekel,muy existente, muy delicado, que ha encontrado justamentelugar en este punto de la obra de Goethe: algo todavía no devenido,desconocido, algo que verdaderamente habla metafóricamente. «Elauténtico discípulo —concluye diciendo Wilhelm Meister en la cartacon la que da término a sus años de aprendizaje—aprende a desarrollarlo desconocido de lo conocido.» Ello es, sin duda goethiano,pero el símbolo del anhelo de Mignon y su contenido muestran cómovaga un resto que no es desarrollable, al menos, a partir de lo ya conocidoni se agota en lo ya conocido. Ello es también goethiano, yaque, si no, no existiría, además de Mignon, el incomparablemente másdeterminado Tasso, ni siquiera tampoco la intemperie de Fausto. Llenode explosividad y conformación, el resto aludido, «insatisfechotodo momento», se llama en otros lugares Tasso o incluso Fausto, perocomo callado o retenido se llama justificadamente Mignon, o bien elanhelo por excelencia, aquí tan poco resaltado.Es característico que en ella todo resuene, es decir, que sólo enesta forma no es hermética. Mignon canta sus canciones, pero raramentelas recita, y entonces con «gran fuerza de expresión», quejustamente retiene todo: «No me mandes hablar, mándame callar».Como el amor, cuando la amistad fracasa, el anhelo incondicionadoes en ella un diálogo consigo mismo: «Sólo un juramento me tiene.sellados los labios. / Y sólo un día podrá abrírmelos». En tres cancionescanta Mignon al eros que todo lo ha comenzado y en el que ellatermina. «Sólo quien conoce el anhelo / sabe lo que yo padezco»: unardor y un viento que arrastra tras el amado hacia la lejanía, pero quearrastra aún más allá y que se halla clavado impotente en el aquí. Yluego la canción de Italia, arrebatadoramente concreta en la estrofainicial, descripción que es toda poesía, fenómeno que es en sí mismodoctrina: «En el oscuro follaje resplandecen las naranjas doradas. /

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!