11.07.2015 Views

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

bloch-principio-esperanza-III

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

54. EL ULTIMO CONTENIDO DESIDERATIVO Y EL BIEN SUPREMOla vieja naturaleza. La antigua cristiandad festejó de esta manera, nosólo el domingo de Pascua, sino también, en una vigilia de advientomuy peculiar, la noche de Pascua precedente: una noche en la quese esperaba la llegada de Cristo como juez. En la Pascua cristiana secelebraba también, es cierto, una aurora distinta a la del sol primaveral,pero una aurora que podía servirse de los signos externos dela naturaleza, como si ellos mismos fueran simbólicos. Con el pathosy el expediente del anima mea, el cristianismo se mostró implacablecontra el paganismo en sentido propio, pero, pese a ello, aceptó estasconcordancias. De ninguna manera sólo como componenda (la fiestade Nochebuena aparece muy tarde y sin conexión con cultos solaresde Asia Menor, celebrándose en Roma sólo a partir del siglo IV), sinotratando de significar aquí un movimiento y una latencia en la naturalezade los que se hace cargo el calendario cristiano, y en los que seapoya, superándolos con mucho y de modo escatológico. Todo elloes, empero, sólo y tínicamente posible porque tormenta, noche invernal,aurora, horas del día, estaciones del año, configuraciones delpaisaje presentan mensajes cifrados utópico-reales, que tanto la mitologíade la naturaleza como el cristianismo se sintieron obligados adescifrar de modo humanista-natural, con el hombre como emoción,pero rambién con el hombre como clave. También estos mensajes cifradostienen todos, sin embargo, la cifra de un summum bonum ala cabeza, el cual ordena en la belleza de la naturaleza sus imágenessupremas del momento, mientras que en la mitología de la naturalezaes descrito, en último término, con el nuevo sol secreto de losmisterios: «hacia medianoche, en su más claro esplendor». Aquí seencuentra el tema de una nueva, de una teoría material de los signosque sea, por fin, crítico-adecuada a las significaciones e intentos delectura presentes ante nosotros; y ello en un proceso material-dialécticocuyas fuentes pongan de manifiesto precisamente las cualidadescifradas de aquello que brota. Con lo cual, lo que, dado el caso, hayque interpretar se revela tan poco, que su solución, en lugar de encontrarseconclusa en un trasmundo o en un supramundo, lo únicoque tiene para sí es, como el tiempo, sólo el futuro, como su figura,sólo la cifra real, como grado de reafidad, sólo la latencia. Pero indiciosse encuentran en la belleza de la naturaleza, en la sublimidadde la naturaleza, en la mitología de la naturaleza, en la región de lasfiestas: y todos estos testigos y signos convergen así mismo en direccióna una figura final.La búsqueda de testigos del camino no está tampoco fimitada al.i mera huella sendda, ni tampoco a lo suspendido en el paisaje, ni47.S

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!