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bloch-principio-esperanza-III

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49. PARADIGMAS DE LA TRASPOSICIÓN DE FRONTERAS: FAUSTOmuy especialmente cuando se presentaba, por así decirlo, como normal-humano.Como ya se sabe, el psiquiatra suizo Bleuler definía asíal filisteo modelo: «Si hubiéramos tenido que crear a Adán, lo hubiéramosformado sintónico con una leve desazón maníaca, que lo hubierapredestinado a ser de un natural radiante». ¡Cuan lejanas se hallanlas figuras límite acicaladas e incluso las auténticas de la burguesíatodavía revolucionaria o bien romántica! ¡Cuánto más humanas senos presentan, incluso en sus extravagancias! Personalidades exigentesindomables y curiosos originales tenían su lugar en las fronteras,mientras que, a la vez, no lo tenían: entre ellos hay que contar aKreisler, el director de orquesta de Hoffmann, al Schoppe de JeanPaul y a Vult. Los dramas de Grabbe retinen sin excepción artistasde la exageración y, muy característicamente, gentes ajenas a todaculpa: si se derrumban es por causas externas, por la ciega resistenciadel mundo. Estos Gothland, Sulla, Aníbal, también Don Juan y Fausto,pretenden en Grabbe ser excéntricos, precisamente porque girancompletamente en torno a sí mismos. En esta época nace la imagende vida de lo «interesante» que traspone la zona mesurada; cuantomás solitario, tanto más decorativo; cuanto más tropical, tanto másprovoca el efecto un sujeto. La verdadera explosión, sin embargo,tiene lugar allí donde su poeta aparece como poetizado, allí dondeno aparece posteriormente en la obra con un farol, como Grabbe enBroma, sátira, ironía y profunda significación. Allí también —lejos dehteratos en espejismo— donde el sujeto no puede arrojar ningunasombra cósmica, sino que, más bien, pone mano enérgicamente yhace que todo lo sedentario se arrepienta. El verdadero genio del sujetode la época, Byron, lanza sus figuras desenfrenadas no sólo en laliteratura, sino que lo es él mismo en persona de tal manera que casisólo el verso de Childe Flarold distingue al mismo Manfredo de suasombrado lord. La misma melancolía, la misma rica desesperación,el mismo hastío sofitario corre informe a través de estas figuras; y elmismo genio del entusiasmo es enfrentado en la niebla. Un hombrecompuesto de desprecio, goce y ansias de lejanía viene desde sus figurasa mirarse en el espejo, en un mundo que se ha liberado completamentedel populacho. El harén veneciano de Byron, y mucho más sumuerte en Missolunghi, podían ser cantados. Casi todas las figuras serepiten, y, sin embargo, ninguna es típica, todas poseen la individuafidadimpetuosa que se soporta a sí hasta el final. Eternal spirit ofthechainless mind!, clama su himno a la libertad, aunque, desde luego,el espíritu sin cadenas está conjurado siempre a la soledad, como suManfredo a his altas montañas. La plenitud de vida individual de esta9,?

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