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AÑO 1814. 15
luego la llamo con mucha mas razón que la que hay para dar
esa denominación en los gobiernos representativos al conjunto
de los diputados del Pueblo. Componíase este aquelarre del ya
referido Ostolaza; del duque de Alagon, paje nato de la persona
real en sus escursiones nocturnas; de un tal Ramírez de Arellano,
y de otro ente llamado Ligarte, ascendido del puesto
mas humilde á los salones del regio alcázar. ¿Qué mucho cuando
el gefe de todos ellos había sido allá en su juventud aguador
de la fuente del Berro? ¡Oh fortuna, y qué vueltas das!
Chamorro (que tal era el mote con que designaba el país al digno
personage en cuestión, cuyo nombre era Pedro Collado), era
un truhán de lo que no hay, y merced á sn garrulidad y otras
prendas de bajo cómico que tan altamente le distinguían, consiguió
un día sin saber cómo trocar la cuba del agua por la alta
honra de divertir á Fernando como pudiera hacerlo el mejor vino,
entrando en consecuencia en el número desús mas familiares
criados, cuando aquel era Príncipe de Asturias. Su cargo principal
en aquel tiempo era espiar á los demás criados y celar la
cocina del Príncipe, dale siempre que le darás en que Godoy
quería envenenarle para deshacerse de él y sustituirle en el trono
cuando cerrase el ojo Carlos IV. Ocurrida poco después la
conspiración del Escorial, lució en ella nuestro Chamorro su
maestra habilidad en intrigas, estando en un tris no le ahorcasen
cuando se descubrió la tramoya. Su favor creció por lo tanto
[cuando gracias al motín de Aranjuez, subió Fernando al
trono de su padre; pero esto mismo trajo su desgracia, porque
uña y carne con él, participó también de su suerte cuando
el rey salió de Madrid para abrazar á Napoleón y venir
á parar en Valencey tras la abdicación de Bayona. Restituido
Fernando á su patria y vuelto á la plenitud de sus