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que pervierten la opinión y descarrian la conciencia de los pue­
blos: un tumulto militar no puede jamás formar la base de un
gobierno dichoso y durable (1).
«Una justa repugnancia á mezclarse en los negocios
interiores de un estado independiente (2), hubiera determinado
quizás (3) á estos soberanos á no pronunciarse sobre la situación
de España, si el mal obrado por su revolución se hubiera con­
centrado y pudiera concentrarse en su interior (i); pero no es
este el caso. Esta revolución antes de llegar á su madurez, ha
provocado ya grandes desastres en los otros paises: por el con­
tagio de sus principios y de su ejemplo (5), y por las intrigas de
sus principales autores (6), ha producido las revoluciones de
Ñapóles y el Piamonte.
«S. M. I. no puede menos de sostener en las cuestiones re­
lativas á la revolución de España los mismos principios que
(1) Ni el despotismo de Fernando VII, ó algún otro que le fuese parecido,
podia formarla tampoco. ¿Porqué no se hacia en la nota alguna alusióncilla,
aunque ligera, a la conducta observada por aquel en lósanos 14 al
20? |,o demás á que alude el párrato está todo muy en su lug.IR : solamente
en el modo de indicarlo nos parece la corle de Austria algo mas pedantesra
de lo justo , cuando asi se espresaba ex-catedra hablando de gobierno
á gobierno.
(2) Hé aquí condenadas por el Austria la mayor parte de las observaciones
de las notas de Rusia y Prusia.
(3) Este quizás vale un mundo. No amenazando nuestra revolución á los
demás estados europeos , las Potencias de la Santa Alianza hubicranla dejado
quictecita; pero también podia ser que no, porque quizás hubieran
intervenido lo mismo en ese caso que en el otro. ¿Eh? ¿No es eso lo que
indica la frase?
(4) Otra frase: Y pudiera concentrarse. Por esta regla , serian procedentes
todas las intervenciones, siempre que lo quisiese el capricho. I*.l
posa-- de estenderse una revolución á otros pueblos, sino hoy, dentro de
un siglo, no hay teólogo que lo niegue. Así, pues ¡firme y á intervenir en
todas!, aunque sean las mas concentradas por lo que respecta al presente.
(5¡ Traslado á lo que he dicho atrás, paginas 409 y 410 del presento tomo,
hablando sobre esta materia.
(6) ¿Que intrigas ni qué niño muerto? Ñapóles y el Piamonte se alzaron
por su sola y exclusiva voluntad, sin mas escitacion por nuestra parte,
Yeso apurando mucho lacueslion, que la del ejemplo ya dicho. ¿Qué culpa
teníamos en esto?