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Y entretanto las tropas del rey habian sabido el proyecto,
y estando preparadas como lo estaban, no pudo Torrijos hacer
lo que se proponía en su empresa, y rechazado con alguna pér­
dida, acogióse á Gibraltar otra vez.
Y el mal éxito de esta tentativa no desalentó sin embargo al
heroico puñado de valientes que existían en aquella población,
y al mes siguiente volvieron á desembarcar como unos trescien­
tos hombres acaudillados por Manzanares, el que habia sido
ministro en los últimos y desgraciados dias de nuestra tercera
jornada. Y cuando éste desembarcó, babiasido ya proclamada la
Constitución del año 12 por una partida insurgente que se alzó
cerca de los Barrios el dia 21 de febrero, y la venida de Man­
zanares estaba secretamente enlazada con aquel acontecimiento
y con otros que se esperaban en el mismo liberal sentido. Y
era todo consecuencia del plan primitivamente dispuesto y el
punto principal en que este se debia desarrollar, eran la Isla y
la plaza de Cádiz.
grado Torríjós, recordando todos sus antecedentes al tratar de su triste
catástrofe en este año 4831. Las exigencias del editor por un lado y las
de los suscritores por otro., me obligaron á terminar dicha obra en el
tomo tercero, en. vez de estenderla hasta el quinto como se debia haber
hecho, y de aquí una nueva omisión en que ninguna culpa me cabe.
Por lo demás, yo me complacería en poder repararla aquí con toda la estension
de que es digno aquel mártir de la Libertad; pero el plan de
los TIRIOS Y TRÓVANOS no me consiente entrar muy á pesar mío en ciertos
pormenores biográficos, y menos en esta jornada, que es lá mas concisa
de todas. Así, habré de contentarme con decir que Torrijos como
valiente no cedió á militar ninguno de los que mas dignamente figuraron
en las campañas de la Independencia y de los tiempos de la Constitución
, y que por lo que toca al fervor y pureza de su patriotismo, á
su pasión por la Libertad y á las virtudes de toda especie que le adornaron
, no es sino muy exacto el retrato que su ilustre viuda hace de él en
estas sentidas palabras de un trabajo biográfico inédito, dedicado a su
digna memoria, palabras que me tomo la licencia de copiar: Torrijos,
ciudadano de Boma ó de la Grecia, y colocado en las circunstancias de un
Codro, de un Régulo, de un Bruto, de un Leónidas, hubiera obrado como
ellos, porque altamente virtuoso como los mismos, era uno de esos hombres
fuertes que son tan raros, y que por lo mismo tanto se elevan y distinguen
sobre los tibios que por desgracia son comunes.