08.05.2013 Views

SÉ - DSpace CEU

SÉ - DSpace CEU

SÉ - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Afío 1824, 231<br />

misión de las cortes presidida por el obispo de Mallorca, y al<br />

anunciártela instalación de estas, reiteró Fernando las quejas<br />

que habia anteriormente espuesto tanto al ayuntamiento de<br />

Madrid como al Consejo de Estado; pero no mentó á sus mi­<br />

nistros, contentándose con decir se indicase al Congreso la ne­<br />

cesidad de poner coto á los desacatos é insultos de que era<br />

objeto la majestad. Refirió el obispo en las Cortes lo que ha­<br />

bia ocurrido en la entrevista, y contestó su presidente Don<br />

Antonio Cano Manuel que la conservación del orden público<br />

no era atribución del Congreso. Llegó en esto el l.°de mar­<br />

zo, dia fijado para la apertura que debia hacer el rey en perso­<br />

na^ entonces fué cuando S. M. vio llegado el momento oportu­<br />

no de deshacerse del ministerio; pero de un modo tan irregu­<br />

lar y tan poco parlamentario, que verdaderamente forma épo­<br />

ca en los fastos seudo-constitucionales.<br />

En efecto: abiertas las Corles con la solemnidad acostum­<br />

brada, dirijióseFernando al trono, y mientras los ministros<br />

en pié permanecían á su alrededor, y mientras con religioso<br />

silencio disponíase la asamblea á escuchar el discurso que<br />

es en tales casos costumbre, sacó el rey de la faltriquera<br />

el papel en que estaba contenido; pero tan alterado y tan di­<br />

verso del que los secretarios del despacho habian de consuno<br />

dispuesto, que no pudieron menos de sorprenderse al notar<br />

las modificaciones que sin encomendarse á Dios ni al diablo, y<br />

echándose á la espalda la doctrina de responsabilidad ministe­<br />

rial, habia el monarca hecho en él, ó si el monarca no, algún<br />

consejero de los de carácter vedado, de acuerdo con él por su­<br />

puesto. El Congreso que no estaba en el quid de las tales al­<br />

teraciones, no sabia á que atribuir el evidente desasosiego de<br />

los siete pobres ministros; pero luego cayó en la cuenta de lo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!