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mientras Riego' se mostraba en abierta contradicción'Con sus antes
amigos los ministros y hasta con los masones sus hermanos; y
mientras la populosa Barcelona, decretando un armamento general
qué dispuso muy oportunamente, como mas cercana al peligro y
mas avisada y esperta que las inteligencias de Madrid, secundaba
admirablemente el plan admirable de Mina cuyos triunfos ya
sé han contado; y mientras discutían las Cortes los medios de llenar
el vacío que se notaba en las arcas públicas, ó por mejor
decir, no de llenarlo, sino de hacerlo aparecer menor... mientras
esto sucedia, repilo, y con estas otras mil y mil cosas que
por ser de secundaría importancia no creo necesario mentar,
dio fin á su mísero curso el año 1822 y principio á su carrera
el siguiente; carrera, como vamos á ver, de comienzo harto más
malo que el otro, de progreso mas malo aún , y de fin todavía
peor:
En efecto: empezar el año. y saberse en la Península toda la
resuelta y decidida actitud adoptada contra nosotros por las Potencias
signatarias del tratado dé Veróna, vino á ser todo una
cosa misma, siendo lo mas estraño del casó haberse hecho notoria
á todos, antes que el ministerio San Miguel recibiese
de los embajadores las notas precursoras de la intervención,
gracias al Monitor parlanchín que las publicó en sus columnas
con una anticipación sin ejemplo en los anales de la diplomacia.
Vanamente Mr. Villele, presidente del Consejó dé ministros del
rey de Francia, habia procurado retardar la comunicación de
los pliegos ^ de traer las cosas á un terreno en que fuesen todavía
posibles la amistad ó la transacción; en vano el duque de
Montmorency, uno dé sus colegas mas contrarios á tan prudente
modo de ver, se habia visto precisado á retirarse del ministerio,
vencido en aquella cuestión. Chateaubriand entró á sucederle,