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SÉ - DSpace CEU

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estos una muger; y teniendo abierto en sus manos el libro de la<br />

Constitución, mostrábanselo en señal de amenaza, ó lo apreta­<br />

ban contra sus labios, en muestra de adhesión á la Carta<br />

mas de que de cariño hacia él. La escena quedó coronada con<br />

otro nuevo espectáculo, cual fué elevarse sobre la multitud un<br />

niño de corta edad, el cual era ó representaba ser hijo del bra­<br />

vo compañero de Milans, mandado fusilar por Castaños en el<br />

foso del castillo de Bellver. A su aspecto prorumpieron las<br />

turbas en nuevos y siniestros alaridos, gritando: \viva el hijo de<br />

Lacy! \viva el vengador de su, paire! Mordióse los labios el rey<br />

al escuchar aquella aclamación, no siendo en verdad para me­<br />

nos tan inesperado exabrupto; mas no obstante prosiguió en el<br />

balcón hasta concluirse el desfile. Al restituirse á su cámara con<br />

los ojos encendidos de furia , halló á la reina anegada en lá­<br />

grimas y á sus hermanos llenos de pavor, mientras la servidum­<br />

bre y los cortesanos retorcíanse las manos de ira, no sin estre­<br />

mecerse á su vez pensando en el infausto porvenir que á la fa­<br />

milia real esperaba. ¿Quién con efecto, al presenciar la escena<br />

que se acaba de describir, hubiera augurado á Fernando suer­<br />

te mejor que la que le cupo al desgraciado Luis XVI en la tan<br />

sabida catástrofe que tan poco honra á la Francia? Nada de<br />

esto sucedió sin embargo. Los seudo-republicanos de aquel<br />

tiempo contentáronse con chillar, «complaciéndose almas mez­<br />

quinas, como dice muy al caso Galiano, en tomar una vengan­<br />

za que siéndolo de tan encumbrado personaje, por un lado se<br />

quedaba corta no pasando de amago, y por otro heria á la ma­<br />

jestad real mas gravemente que podia hacerse con puñales y<br />

balas. No estaba entretanto tan perdido en los españoles el res­<br />

peto á su rey, que no hubiese (prosigue el mismo autor) quie­<br />

nes derramasen lágrimas de indignación y pena al ver ó saber

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