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turado Lacy, que yacía aherrojado en la ciudadela de Barcelo­<br />

na. Pero en todas partes resonaban los murmullos del ejército<br />

y del Pueblo, que subiendo al cielo las hazañas del reo, habla­<br />

ban de perdón y de clemencia, y aun hubo quien representó al<br />

monarca abogando por el preso. Receloso Casianos de los in­<br />

tentos de los catalanes, consultó de antemano al ministerio si<br />

seria conveniente se ejecutase la sentencia en otro punto, en<br />

el caso de que el Consejo pronunciase la pena de muerte con­<br />

tra Lacy, pues temia intentasen libertarle sus amigos y compa­<br />

ñeros. El furibundo Eguía, ministro de la Guerra, estimulado<br />

por Fernando y por su instinto cruel, desplegó entonces las ar­<br />

tes de la dolosa tiranía, y ordenó á Castaños que enviase á<br />

Mallorca al reo, con las prevenciones siguientes.<br />

«El 30 de Junio Castaños divulgó en Barcelona por medio<br />

de sus agentes que el rey habla perdonado á Lacy y dcslintido-<br />

le á un castillo, para donde debia darse á la vela muy pronto,<br />

y alborozados los ánimos, no cayeron en el lazo que se les ten-<br />

dia. Venida la noche de aquel dia, entregó el general de Cata­<br />

luña la personado Lacy al fiscal de la causa Don Vicente Algarra<br />

para que se embarcase en el falucho de guerra El Catalán, que<br />

custodiado por el místico El Ayuila, debia conducirlos á Ma­<br />

llorca, y allí entregar ¿Lacy el fiscal al marqués de Coupigny,<br />

capitán general de la isla. Dio también orden por escrito al fis­<br />

cal y á los comandantes de los buques, para que en el caso de<br />

quecn alta mar intentase alguno salvar al reo, quitasen á este la<br />

cilla en el acto, para lo cual llevaba Algarra prevenidas las pisto­<br />

las. El desventurado Don Luis Lacy se entregó á la dulcísima es­<br />

peranza del perdón y caminaba á Mallorca alegre y sereno, mos­<br />

trando á sus verdugos una gratitud que no merecían! Para los<br />

lectores que no crean tanta doblez y tria venganza en el co-

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