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poderosa habría podido ahuyentar las venganzas y las persecu­
ciones-^ así lo habia reconocido él mismo en el preámbulo del
decreto que habia estendido Yandiola.
Y no ahuyentó las persecuciones, ni pensó en aminorar las
venganzas, ni estableció el gobierno sabio y justo indicado en
el mismo decreto.
Y así como en la época del 20 al 23 no supo ser rey cons­
titucional , en la del 23 para en adelante no supo ser tampoco
absoluto, y de aquí que yo llame insipiente al que ni un solo ins­
tante de su vida supo comprender su misión en uno ni en otro
concepto.
Y fué la perdición de su Pueblo como pocos reyes lo han
sido; y si otro rey nos hubiera tocado, otra suerte habría sido la
nuestra;" y si tan mala fué la que nos cupo, á ese rey mas' que
á ninguna otra causa debe ser colgado el milagro.
Y en medio de eso fué rey demócrata, y no porque lo fuese
para el Pueblo; pero lo fué para el populacho y para la gente
frailuna.
Y demócrata y todo como fué, ó por mejor decir, ultra-
demócrata , no satisfizo con su dominación á los mismos cuya
causa servia, y estuvo á pique de perder el trono por no ser tan
vulgar en sus actos como el vulgo hubiera querido.
Y fué también monarca teocrático, y aun con serlo mas
de lo justo, no dio tampoco gusto á los caudillos del ejército
de la fé, ni á la parte exagerada del clero, ni á los druidas de los
conventos que querían por base del altar las parrillas del Santo
Oficio.
Y con disgustar á las gentes que en materia de realismo
eran mas realistas que el rey, y en materia de teocracia mas
teócratas que la misma voz iheos, no por eso gustó mas al resto