SÉ - DSpace CEU

á helarse en los fosos de Bellver sin provecho de España, y con
oprobio del tirano que empuñaba el cetro. La palma del marti­
rio es el premio conque el despotismo corona á los héroes.»
Hasta aquí el autor de la Historia de la vida y reinado de
Wérnando F7J. 4nora entro yodigo: ¡qué lástima ver figu­
rar en ese episodio de un modo tan menguado y tan triste na­
da menos que al héroe de Ándújar, al caudillo de los valientes
que bajo la dirección de Reding tanta gloria alcanzaron en Bai­
len! Muchos servicios necesita hacer á la causa de la Libertad
el Don Francisco Javier Castaños para que la opinión le amnis­
tíe en la parta que hace relación al hecho que se acaba de nar­
rar. Por lo que á mí respeta, declaro que soy muy estrecho de
manga al tratarse de ciertas materias, y así, cuanta gloria le he
dado al hablando él como militar, otra tanta le quilo al contem­
plarle asociado á la tiranía de una manera tan repugnante. Ve­
íamos si en lo sucesivo se rehabilita á mis ojos en los términos
que es necesario para que le pueda absolver.- Entretanto de­
jémosle aquí, y veamos lo demás ocurrido en el cuarto año de la
la restauración', para pasar al quinto y luego al sesto, recorrién­
dolos tan rápidamente como cumple al ansia que tengo de llegar
á tiempos mejores, ó sea á la jornada tercera, sin por eso omi­
tir nada importante en lo que conduzca á llenar el tristísimo
y miserable cuadro á que está destinado este capítulo.
El dia 20 de Abril murió el célebre infante Don Antonio
resultas de una pulmonía, en vez de sucumbir á un torozón, en­
fermedad mas en armonía con la irracionalidad y bruticie que
tanto distinguió á aquel salvage. Aun mas que un instrumento
dé su causa, perdió la tiranía en tal ente uno de ¿fas mas de­
gradados y genuinos representantes, siguiéndole en 1.° de
Agosto el nuncio del Papa Gravina, no porque bajase á la tum-